Limpieza

Planchar un pantalón, ya te lo adelantamos, es más fácil que planchar una camisa. Y sobre todo si sigues unos pasos básicos que te contamos en este artículo. Estas "reglas" te ayudarán a evitar arrugas según vas planchando.

Para que tenga sentido lo que haces, el orden a la hora de limpiar sí altera el producto: sacude tapicerías, pasa el polvo y barre o aspira antes de fregar el suelo. Y si no te gusta nada limpiar la casa, estos trucos o rutinas te van a ayudar.

Descubre más trucos en esta guía. ¡Alucinarás!

Agua limpia, detergente o la solución casera que hayas escogido y fregona limpia. Introduce la fregona en el cubo y sacúdela girando el mango entre las dos manos (como si fueras a hacer fuego). De esta manera se remueve el jabón y empapa la fregona. Escurre bien siempre en el escurridor (también girando la fregona) y pasa por el suelo, desde un extremo o fondo de la estancia hacia a ti, presionando ligeramente con movimientos de un lado a otro.

Ventilación y limpieza son las claves para que tu casa huela bien. Pero a veces,  aunque limpias, sientes que hay un olor poco agradable. Puede que estés fregando el suelo mal o con productos inapropiados según tu suelo y eso hace que genere mal olor. Siempre que puedas, cuando friegues el suelo, ventila la casa (abre la ventana). Ayudará a que se seque antes y no se concentre el olor.

De nada sirve que limpies mucho si no lo haces con los utensilios de limpieza en buen estado. Para fregar el suelo y que huela bien asegúrate de que la fregona esté limpia -más abajo te explicamos cómo limpiarla- y el agua que uses también (se estima que para una superficie de 50 m² y un cubo de 5 litros hay que cambiar el agua al menos 3 veces).

Realmente puedes añadir cualquier aceite esencial -por ejemplo, de pino- a cualquier limpiador de suelo pero como la mayoría tiene aroma puede que no se aprecie. Haz tu detergente casero en un bote de 1l con dos tazas de vinagre blanco, dos tapones de jabón líquido neutro, dos cucharadas de aceite de oliva, dos cucharadas de agua de colonia de lavanda (ayuda a conservar hasta 2 meses la mezcla), 30 gotas (mínimo) de aceite esencial de pino y rellena con agua.

¿Aprecias diferencia en la limpieza de los platos situados en la bandeja inferior del lavavajillas y los vasos del nivel superior? Puede ocurrir que las hélices inferiores no estén girando bien. La solución suele ser sencilla: asegúrate cuando pongas el electrodoméstico en funcionamiento que ningún mango de un cubierto las obstruya.

No temas, si ves demasiada espuma en el interior del lavavajillas cuando termina el programa de lavado es que estás utilizando más detergente del necesario. Si reduces la dosis solucionarás tú misma la avería sin necesidad de llamar al técnico. ¿Sigue pasando? Comprueba que la tapa del abrillantador esté bien cerrada, no vaya a ser que se haya salido en exceso.

Realmente esto no es una avería, ¡no te asustes! Ocurre en los lavavajillas electrónicos. Balay lo explica así "en el display se muestra un tiempo de duración al empezar el lavado, pero puede cambiar en función de la cantidad de platos o de la suciedad. Esto ocurre porque algunos lavavajillas vienen equipados con un dispositivo llamado Aquasensor, que adapta la temperatura y el tiempo en función de lo turbia que esta el agua para conseguir los mejores resultados, pero ahorrando lo más posible".

Y tampoco coloques ropa sucia dentro del armario. Si te sacas una prenda que vas a reutilizar, como los vaqueros o una camisa que has usado poco rato, siempre es mejor dejarla ventilar fuera del armario. El armario en sí, como nuestra habitación, también necesita airearse. Así que déjalo abierto de vez en cuando. 

Si esto ocurre, el causante suele ser la humedad. Los armarios de obra sin forrar suelen tener este tipo de problemas con más frecuencia, también aparecen en las segundas residencias cerradas durante días o semanas, y en los armarios colocados en la pared que da al baño (todavía es más probable que aparezca si tras la pared está la bañera o la ducha). Forrarlos de madera (incluso dejando una pequeña cámara de aire) o cambiarlos de sitio puede ser una opción. Si el problema no es una humedad evidente podemos tomar otras soluciones.

Vacía todo el armario y límpialo a fondo. Puedes usar zumo de limón, vinagre de manzana o aceite esencial de árbol de té diluidos con agua, para desinfectar y después ventilar y dejar secar bien. Si los problemas de humedad son pequeños hay trucos caseros que puedes probar para neutralizar el olor a cerrado: pon unos granos de café en bolsitas o pequeños recipientes, por ejemplo. El bicarbonato también neutraliza los olores y la sal de roca o gorda atrapa la humedad, igual que el arroz. Pero estas soluciones son para pequeños problemas: si hay zonas deterioradas por la humedad no suele haber parche que valga, hay que tomar otras medidas más drásticas.

Intentando que nuestra ropa huela mejor, podemos cometer el error de poner demasiado detergente o suavizante en la lavadora. Estos excesos a veces no se elimina adecuadamente si usamos programas cortos que no tienen un aclarado muy completo o con temperaturas bajas. Con el tiempo todos estos residuos pueden ser fuente del mal olor. Además en las toallas y fundas de cojines se acumulan muchas baterías y deberían lavarse a como mínimo a 50ºC.

Es otra gran fuente de problemas. No podemos poner allí ropa húmeda. Las toallas o la ropa de deporte deben lavarse inmediatamente después de usarlas o dejarlas secar antes de ponerlas con la otra ropa en el cesto.

Es obvio que no podemos limpiar con utensilios sucios y eso nos ocurre con la lavadora si no hacemos un mantenimiento adecuado. Si crees que el foco de olor esta ahí, toca hacer una limpieza a fondo: limpia el filtro, las gomas de la puerta y el cajetín (sácalo y limpia también el espacio donde va encajado). Después prepara un lavado largo y a máxima temperatura añadiendo en el 3/4 de litro de vinagre blanco en el compartimento del jabón. Aquí te decimos cómo limpiar la lavadora.

Este es otro de los problemas más frecuentes cuando ya no hace tanto calor y tenemos la ropa secándose durante días... Repasa bien toda la prendas antes de plegarla y ponerla en el armario. No exageramos, una pieza húmeda dentro de un cajón contaminará de olor el resto de prendas. Asegúrate que bolsillo, gomas, cuellos, puños, dobladillos están bien secos. La ropa tejana puede ser un suplicio, puede empezar a oler a humedad antes de acabar de secarse. Si no tienes secadora, usa un secador o la plancha para dejarlos totalmente secos. 

Los armarios abiertos y los vestidores suelen tener menos problemas de olores y de humedad, pero esta solución no siempre nos gusta y no siempre es posible. Además tienen un lógico inconveniente, la ropa también se ensucia más. Las cestas y los estantes pueden ser una alternativa a los cajones, que son los que más sufren del olor a cerrado, pero, nuevamente, no son funcionales en todos los casos...

Son otra opción clásica para añadir en los cajones cuando queremos aportar esa sensación de "olor a limpio". Es mejor no colocarlos directamente sobre la ropa. Algunos desprenden olor incluso envueltos pero puedes ponerlos también dentro de algún saquito de tela. Si usas normalmente jabón en pastilla, puedes reciclarlos para aromatizar dentro de las bolsitas cuando ya estén pequeñitos. Además, si los rayas, todavía desprenderán más aroma.

El suavizante de la ropa, tu gel de ducha, el del pelo, cremas hidratantes, desodorante, perfume...  ¿Cuál será el resultado de toda esta suma? Se acaban mezclando tantos olores diferente que podemos obtener un aroma raro o indefinido o indeseado. Una idea: impregnar algodones desmaquillantes con la versión de colonia de tu perfume y ponerlos dentro del armario y los cajones. No los pongas entre la ropa (como sale en algunos trucos) porque pueden mancharla, mejor dentro de algún recipiente agujereado.

“Un imprescindible es el escobero que se ancla al lateral del armario. Los hay individuales o múltiples, por lo que primero mira cuántos artículos tienes y compra de más, no de menos. Para el aspirador, son muy útiles los accesorios para colgar el tubo, enrollar el cable, etc. Un consejo: aprovecha al máximo el espacio, por ejemplo, con una balda extra. En cualquier centro de bricolaje las encontrarás baratas y te las cortan a medida”, aconseja María.

El suelo de tu casa puede convertirse fácilmente en un gran campo de juego para Adiós bacterias y suciedad. Las limpiadoras a vapor son perfectas en superficies duras como suelos de piedra, baldosas, PVC, laminado o parquet sellado. Lo ideal es usar la boquilla adecuada y lograr una limpieza total para que los más pequeños campen a sus anchas por el suelo.

Limpiar cristales con vaporeta es sencillo. Dejarás de pasar productos abrillantadores o papel de periódico para eliminar "restregones". Relucientes y sin estampados, así quedan los cristales de las ventanas con solo realizar una pasada de un aparato de limpieza al vapor con el accesorio limpiacristales adecuado.

Ya sea en la cocina, en el baño, en paredes o en suelos, pero también para planchar o limpiar tapicerías. ¿Sabes todos los usos que puedes darle a una vaporeta? Las principales ventajas de un aparato limpiador de vapor es que garantiza una limpieza higiénica sin productos químicos y sin bacterias gracias al vapor de agua y su elevada temperatura.

… o no, pero incorpora una vaporeta o aparato de limpieza al vapor a tus rutinas. Es una máquina que garantiza una limpieza en profundidad sin productos químicos. Y no solo sirve para cristales y azulejos. ¡Tiene mil y un usos que te convencerán! Al limpiar al vapor elimina bacterias y garantiza la máxima higiene y un entorno saludable.

Puede que notes que hay malos olores en el interior del lavavajillas. Es un síntoma inequívoco de que necesita una limpieza a fondo. Sí, por mucho que se trata del lavavajillas es un error pensar que no hay que limpiarlo periódicamente. Saca el filtro al menos una vez al mes y además de malos olores evitarás atascos. Hay productos específicos para limpiar el lavavajillas con un lavado que se hace con el electrodoméstico vacío.

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Cómo limpiar el lavavajillas: guía fácil para alargar la vida de tu electrodoméstico y conseguir una vajilla impoluta

Los restos de comida que se quedan en los platos o en las sartenes suelen ir a parar al fregadero. Para que éste no se convierta en un nido de gérmenes y bacterias hay que limpiarlo con el estropajo (suave nunca de aluminio para no rallarlo) y detergente cuando acabes de usarlo. Pero cada cierto tiempo revisa el desagüe y las juntas con la encimera (allí, con un palillo puedes encontrar mucha suciedad acumulada).

Después de cada uso, limpia el horno. Basta con pasar un paño suave con un limpiador (sirve una solución jabonosa) para retirar las migas y manchas que hayan podido saltar. Porque sí, al cocinar en horno, los alimentos también saltan. Sino, ¿de qué son esas gotitas que quedan en el cristal interior de la puerta de tu horno? Y sobre todo, retira migas para que no se calcinen en siguientes usos. Que la cocina esté limpia no es solo tarea de lo que se ve…

Si puedes, no lo dudes reúne todos los productos y utensilios de limpieza en un armario. Así evitarás ir de peregrinación por el baño, la cocina y el lavadero buscando lo que necesitas. Aquí se ha customizado un armario de Ikea para este fin. Se ha dividido en dos para guardar la tabla de plancha y la escoba, fregona y demás. En las zonas bajas te cabrá el cubo de fregar y los útiles de limpiar y coloniza las puertas con ganchos y bandejas colgadas.

Los cajones son mucho más prácticos para guardar y ayudar a mantener el orden que los armarios. Y el fregadero no es una excepción. Aquí se ha aprovechado con dos cajones totalmente extraíbles y, en el primero, se ha salvado la tubería sin renunciar al espacio de almacén. Agrupa las esponjas y lo más pequeño en cestas, evitarás que se mezclen sin ton ni son en el cajón. 

Si no cuentas con muchos productos de tamaño XL, una manera de optimizar el espacio de un armario extraíble es completarlo con uno o dos cajones, en función de los productos que quieras guardar. Así, destinas la parte inferior a envases y aprovechas los cajones para bayetas, esponjas y botes de menor altura. 

Este armario de extracción frontal resulta muy útil porque ves todo el contenido de inmediato, es de fácil acceso y, además, aprovechas toda la altura para guardar cómodamente jabones grandes sin tener que colocarlos torcidos, que te acaban ocupando más y siempre se acaban cayendo. 

"Las cestas y accesorios para colgar permiten aprovechar la parte interior de una puerta para los productos de más uso", aconseja la organizadora profesional Esther Torras. Para que sea más práctico, puedes instalar un sistema tipo cremallera como aquí, así puedes mover las cestas a tu gusto según las necesidades. 

El bicarbonato, el limón y el vinagre son productos naturales que no contaminan y que no impregnan el ambiente con químicos. Ve desterrando poco a poco todos tus productos de limpieza y añadiendo en tu hábitos estos tres ingredientes. Por ejemplo, el bicarbonato sirve para eliminar la grasa, desatascar las tuberías y desinfectar. ¿Más usos? Aquí te los contamos todos. 

Además de la limpieza habitual que sueles realizar, estas pequeñas partículas tienden a acumularse también en otras zonas menos visibles. Los sofás, las butacas o los colchones son algunos de ellos. Aprende cómo se limpian el sofá y el colchón.