El sofrito es una de las recetas más tradicionales en las cocinas españolas. Esta mezcla de ingredientes, generalmente tomate, cebolla y ajo, se cocinan lentamente en aceite de oliva hasta que sueltan todos sus aromas y sabores. Es una receta muy sencilla e ideal para dar un extra de sabor, profundidad y carácter a cientos de platos, desde arroces hasta guisos.

Aunque sea muy fácil de preparar, la chef Samantha Vallejo-Nágera ha querido compartir su receta de sofrito porque, con un par de cositas que hagas y añadiendo un ingrediente especial, te quedará el sofrito más sabroso del mundo.

 

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Receta de sofrito de Samantha Vallejo-Nágera

Samantha Vallejo-Nágera es una de las chefs más queridas de nuestro país. Además de ser jurado en el programa televisivo de MasterChef, Samantha tiene su propio canal de YouTube donde comparte sus recetas. Entre ellas, está su sofrito, al cual le añade un poquito de pimentón para que tenga más sabor. Además, para conseguir el sofrito más sabroso del mundo, la chef dice que debemos "dejar que todo se cocine muuuuuy lentamente, haciendo chof chof, para que los ingredientes suelten todo su sabor y tenga el máximo de aroma tu plato final."

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Además de cortar la cebolla y el tomate a trocitos muy finitos, el truco de Samantha para un sofrito sabrosón es un toque de pimentón

El Mueble

Ingredientes

 

  • 1 cebolla
  • 1 tomate
  • 1 diente de ajo
  • Pimentón dulce
  • AOVE

 

Modo de elaboración

  • Paso 1. Corta la cebolla. Samantha recomienda utilizar siempre "mejor un cuchillo cebollero que uno plano." Además, la chef también sugiere cortar la cebolla primero a lo largo y, después, a lo ancho. Reserva la cebolla.
  • Paso 2. En este segundo paso, vamos a escaldar el tomate. Para ello, la chef nos cuenta que debemos hacer una cruz pequeña en la base del tomate. Después, para escaldarlo, lo debemos meter en agua hirviendo menos de un minuto. Con este escaldado lo que queremos hacer es que se separe la piel de la pulpa. "También puedes pelarlo, pero yo como soy muy vaga lo hago así", comenta Samantha.
  • Paso 3. Lo del escaldado del tomate sería tan fácil como meterlo en el agua hirviendo, parar el fuego cuando pase un minuto y sacar el tomate con ayuda de un colador grande. Después, mételo rápidamente en un vaso con agua fría y hielos para que se pare la cocción en seco y el tomate no se deshaga con el calor del agua. "Esto se hace mucho también con las verduras," puntualiza Samantha.
  • Paso 4. Ahora, sacamos el tomate del agua con hielo y le quitamos la piel con las manos cuidadosamente. Verás qué bien se quita.
  • Paso 5. Con el tomate ya pelado, lo cortamos en dos mitades y luego cada mitad otra vez en dos (en total, tendremos 4 gajos de tomate).
  • Paso 6. Quítales la parte de las pepitas y córtalos en cuadrados muy pequeñitos. "Es manualidad pura, corte chiquitín con el cuchillito," explica la chef.
  • Paso 7. Pela el diente de ajo y no lo piques, lo vamos a utilizar entero.
  • Paso 8. Ahora, vámonos a los fogones. Añade AOVE a una sartén y ponla a fuego suave. 
  • Paso 9. A continuación, añade la cebolla picada finamente y el diente de ajo pelado. Ve moviendo con una espátula y "asegúrate de que la cebolla y el ajo tienen aceite de oliva por todo el cuerpo todo el tiempo", comenta Samantha. Déjalos cocinando 15 - 20 minutos para que la cebolla se quede transparente, se ponga blandita y coja todo el sabor.
  • Paso 10. Cuando la cebolla esté muy transparente (incluso puede estar algo dorada), ha llegado el momento de agregar un toque de pimentón. "Es un poquito, tampoco te pases con el pimentón". Remueve para que se integre con los otros ingredientes.
  • Paso 11. Después, añade los cuadraditos de tomate. Lo bueno es que, al estar cortados tan finos, no van a necesitar mucho tiempo en deshacerse. Mueve con la espátula y déjalo cocinando durante 5 - 10 minutos.
  • Paso 12. Mientras transcurren esos minutos, si ves que te has quedado corta de aceite, puedes echarle un chorrito más. Y si cuando termines el sofrito ves que está demasiado grasiento, puedes coger un colador y le quitas el exceso de grasa. "El sofrito no tiene que estar nunca flotando en grasa. NUNCA", reitera la chef.
  • Paso 13. Añade un toque de sal y ya estaría listo tu sofrito para usar en todas las recetas que quieras.

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