Las 6 plantas de exterior más resistentes a las plagas con las que decorar tu jardín o terraza

De entre todas las especies resistentes a las plagas que puedes cultivar en tu jardín, el tagete (Tagete erecta) es una de las más decorativas, gracias a los colores vivos rojos, amarillos y anaranjados de sus flores. Su aroma repele a los insectos dañinos y espanta tanto al pulgón blanco como a la mosca blanca.

En sí se trata de una planta perfecta para crear verdaderas pantallas protectoras, ya que, además de alejar a los pulgones, sus raíces segregan una sustancia, el tiofeno, que repele los nematodos, unos gusanos muy perjudiciales para las plantas. Para conseguir que crezca bella y saludable, búscala un emplazamiento luminoso, pero sin sol directo. Necesita un riego moderado, procurando que su sustrato esté siempre húmedo.

El jazmín (Jasminum officinale) es una de las plantas trepadoras de flor más decorativas y fragantes para el jardín. Además, es una planta que no suele verse atacada por las plagas y su potente aroma aleja los mosquitos. Si quieres que florezca en todo su esplendor plántala en un espacio a pleno sol, ya que necesita mucha luz para producir sus aromáticas flores.

Durante la primavera y el verano deberás regar tus jazmines de forma abundante, cada dos o tres días, cuidando de que no se produzcan encharcamientos. En los meses de otoño e invierno has de reducir el riego, aportando agua cuando se seque el sustrato.

Incluir esta planta herbácea entre las que elijas para decorar cualquier espacio de exterior es una buenísima idea, ya que la ruda (Ruta graveolens) conseguirá que tu jardín esté libre de plagas e insectos perjudiciales gracias al aroma de sus hojas verdes y al color amarillo de sus flores, pequeñas y dispuestas en ramilletes que aparecen en primavera y verano.

Ni los pulgones, ni los ácaros, ni las moscas blancas ni las babosas se acercarán al espacio en el que está plantada la ruda. Búscale un lugar en el que esté a pleno sol, y riégala de forma moderada sin encharcar el sustrato.

Esta planta tan especial es capaz de alejar las plagas del jardín. Pero, aunque no fuera así, igualmente merecería la pena cultivar el lupino (Lupinus polyphyllus), tal es la belleza y el colorido de sus flores que crecen en racimos de diversas tonalidades de azul, rojo, amarillo y blanco. Se trata de una planta peculiar que contiene alcaloides especiales, como la lupanina, entre otros, que repelen a los pulgones y a otras plagas. Si quieres que crezca con rapidez, procura ubicarlo en un lugar soleado.