¿Cuántas veces te has encontrado con ese molesto goteo nocturno que no te deja dormir? ¿O quizás con un grifo que chirría cada vez que lo abres como si estuviera pidiendo a gritos un poco de atención? La fontanería doméstica puede convertirse en un verdadero quebradero de cabeza cuando menos lo esperamos, y lo peor de todo es que solemos pensar que el único remedio es llamar al fontanero y prepararnos para un desembolso considerable. Pero, ¿y si te dijéramos que muchas de estas averías tienen fácil solución? Que con un poco de maña, algunas herramientas básicas y siguiendo los pasos adecuados, podrías ahorrarte ese dinero y además sentirte como un auténtico manitas.
En este artículo te explicamos las averías más comunes que pueden sufrir tus grifos, cómo identificarlas correctamente y, lo más importante, cómo solucionarlas tú mismo de manera sencilla. ¡Manos a la obra!
Principales averías de grifos en el hogar
Antes de lanzarnos a desmontar todo el baño o la cocina, es fundamental entender qué está pasando exactamente con nuestro grifo. Estas son las principales averías con las que solemos toparnos:
Goteo constante
El goteo persistente es quizás el problema más común y también uno de los más molestos. No solo por el sonido constante de las gotas cayendo (especialmente perceptible en el silencio de la noche), sino porque además supone un desperdicio considerable de agua. Un solo grifo que gotea puede llegar a derrochar hasta 30 litros diarios, lo que al final del mes se refleja tanto en el medio ambiente como en nuestra factura.
Este problema generalmente se debe al desgaste de las juntas o de la zapata (ese pequeño disco de goma que sella el paso del agua). Con el uso, estos elementos se van deteriorando y dejan de cumplir su función correctamente, permitiendo que pequeñas cantidades de agua se filtren incluso cuando el grifo está cerrado.
Baja presión del agua
¿Te has duchado alguna vez con un hilo de agua tan fino que te ha costado media hora aclararte el champú? La baja presión es otro inconveniente habitual que puede deberse a diferentes causas. Desde la acumulación de cal en el filtro del grifo o en el aireador (esa pequeña pieza con rejilla que se encuentra en la boca del caño), hasta problemas más complejos relacionados con la instalación general del edificio.
Chirridos y ruidos extraños
Cuando abres el grifo y escuchas un chirrido agudo que te pone los pelos de punta, estás ante otro clásico de la fontanería casera. Este ruido suele aparecer por el desgaste de algunas piezas internas que, al rozar entre ellas, generan esa ''melodía'' tan particular que puede llegar a ser bastante irritante.
Grifos duros o difíciles de manipular
¿Tienes que hacer un esfuerzo considerable para abrir o cerrar el grifo? Este problema suele estar relacionado con la acumulación de cal o el deterioro del mecanismo interno. Lo peor de todo es que además de resultar incómodo, puede acabar dañando otras partes del grifo si no se soluciona a tiempo.

Un grifo que gotea supone un gran gasto de agua al mes
El Mueble
Kit básico de fontanería para reparaciones caseras
Antes de explicarte cómo solucionar cada una de estas averías, es importante que cuentes con las herramientas adecuadas. No necesitas un equipamiento profesional, pero sí algunos elementos básicos:
- Un juego de destornilladores de diferentes tamaños
- Llave inglesa ajustable
- Alicates
- Cinta de teflón
- Juntas de repuesto (es recomendable llevar el modelo antiguo a la ferretería para asegurarte de comprar el adecuado)
- Un paño suave para no rayar las superficies cromadas
- Vinagre blanco o un producto antical específico
- Lubricante tipo vaselina o silicona específica para grifería
Cómo solucionar las averías más frecuentes en grifos
Una vez identificado el problema y con las herramientas necesarias a punto, es hora de actuar. Aquí tienes las soluciones paso a paso para cada tipo de avería:
Cómo reparar un grifo que gotea
- Corta el suministro de agua. Busca la llave de paso específica del baño o cocina donde está el grifo, o en su defecto, cierra la general de la vivienda.
- Protege el desagüe. Coloca un trapo en el desagüe para evitar que se caiga alguna pieza pequeña y se pierda por las tuberías.
- Desmonta la maneta o pomo. Dependiendo del modelo, puede que necesites quitar un embellecedor para acceder al tornillo que lo sujeta. Utiliza el destornillador adecuado para no dañar la cabeza del tornillo.
- Accede al cartucho o montura. Esta pieza suele estar asegurada con una tuerca que deberás aflojar con la llave inglesa.
- Examina las juntas y la zapata. Si presentan signos de desgaste o están endurecidas, sustitúyelas por otras nuevas. Este suele ser el origen del goteo en la mayoría de los casos.
- Limpia las piezas metálicas. Si vas a reutilizar alguna pieza metálica, límpiala bien antes con vinagre para eliminar cualquier resto de cal.
- Vuelve a montar todo el conjunto. Sigue el orden inverso al desmontaje, sin apretar en exceso las piezas para no dañarlas. Es importante colocar las juntas nuevas exactamente en la misma posición que las antiguas, asegurándote de que quedan bien asentadas.
- Comprueba el resultado. Abre la llave de paso y verifica que el grifo funciona correctamente y que el goteo ha desaparecido.

El goteo es una de las averías más típicas de los grifos
El Mueble
Cómo aumentar la presión de agua en grifos obstruidos
- Identifica si el problema está en el aireador. En la mayoría de los casos, la baja presión se debe a la acumulación de cal en esta pieza situada en la boca del grifo.
- Desmonta el aireador. Desenróscalo girándolo en sentido contrario a las agujas del reloj. A veces necesitarás ayudarte con unos alicates, protegiendo la superficie con un paño para no rayarla.
- Limpia a fondo el aireador. Déjalo en remojo durante unas horas en vinagre blanco o en un producto antical. Después, frótalo suavemente con un cepillo de dientes viejo para eliminar los restos más resistentes.
- Revisa los filtros internos. Si tras limpiar el aireador el problema persiste, puede que la obstrucción esté en los filtros internos del grifo. En ese caso, tendrás que localizar los filtros internos, que suelen estar en la base del caño o en la entrada del cartucho. A continuación, limpiarlos con vinagre o sustituirlos si están muy deteriorados. Y por último, desmontar el caño siguiendo un procedimiento similar al descrito para reparar el goteo.
- Vuelve a montar todo correctamente. Asegúrate de que todas las piezas quedan bien colocadas y apretadas (sin exceso).
- Comprueba el resultado. Abre el grifo y verifica si la presión ha mejorado. Si el problema persiste, podría ser necesario revisar la instalación general de agua.

La acumulación de cal suele ser la culpable de la presión baja
El Mueble
Cómo eliminar chirridos en grifos
- Desmonta el grifo. Sigue los pasos 1-4 descritos en la reparación del goteo.
- Identifica la causa del ruido. Examina cuidadosamente el cartucho y las zonas de fricción entre piezas móviles.
- Aplica lubricante. En muchos casos, solo necesitarás aplicar una fina capa de vaselina o lubricante específico para grifería en las zonas de fricción.
- Sustituye el cartucho si es necesario. Si el ruido persiste después de lubricar, probablemente necesites cambiar todo el cartucho por uno nuevo. Lleva el antiguo a la ferretería para asegurarte de comprar el modelo exacto.
- Vuelve a montar el grifo. Coloca todas las piezas en su sitio, apretando lo suficiente pero sin pasarte.
- Comprueba el resultado. Abre y cierra el grifo varias veces para verificar que el chirrido ha desaparecido.

La cal también está detrás de los grifos duros
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Cómo solucionar un grifo duro o difícil de manejar
- Desmonta el grifo. Sigue los mismos pasos que para las otras reparaciones.
- Identifica las zonas afectadas por la cal. El principal culpable de la dureza suele ser la acumulación de cal en el mecanismo interno.
- Limpia a fondo con productos antical. Sumerge las piezas afectadas en vinagre durante varias horas para disolver los depósitos de cal.
- Aplica lubricante en las partes móviles. Después de la limpieza, es fundamental lubricar bien todas las zonas de fricción.
- Vuelve a montar el grifo. Asegúrate de que todo queda correctamente colocado.
- Comprueba la suavidad de movimiento. Abre y cierra el grifo varias veces para verificar que se puede manejar sin esfuerzo.
Consejos para el mantenimiento de grifos y prevención de averías
Un mantenimiento regular puede ahorrarte muchos quebraderos de cabeza (y dinero) a largo plazo. Estas son algunas recomendaciones sencillas para prevenir averías en tus grifos:
- Limpia regularmente los aireadores para evitar acumulaciones de cal.
- Seca los grifos después de usarlos para prevenir manchas de cal, especialmente en zonas de agua dura.
- No cierres los grifos con demasiada fuerza, ya que esto puede dañar las juntas prematuramente.
- Utiliza productos específicos para limpiar la grifería, evitando aquellos que contienen ácidos fuertes que pueden dañar el acabado.
- Revisa periódicamente que no haya pequeñas fugas o goteos incipientes.
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