Erika Suberviola, interiorista y experta en Feng Shui: "Si vives en una calle en pendiente puede desencadenar a que las cosas te cuesten mucho más"

"Cuando se dice que el "espacio fluye" en términos Feng Shui se está hablando de cómo la energía vital (llamada CHI) se mueve por los espacios sin obstáculos, entra suavemente al hogar, circula sin interrupciones, no se "atasca" ni "se escapa" demasiado rápido", nos empieza contando Erika Suberviola. Según la experta, "un espacio con buen CHI se traduce en una vida en armonía, bienestar y prosperidad para quienes habitan y trabajan en esos espacios". 

Para que nos quede más claro, nos enseña a entender cómo la energía fluye en nuestra casa. "Empezando por "la boca del chi", la entrada de la casa. Se traduce a BUEN CHI una puerta principal y felpudo limpios, un espacio bien iluminado, sin obstáculos".

Para conseguir un buen Chi, la experta recomienda "no andar por la casa esquivando muebles o sintiéndote apretado. Por otro lado, también es importante evitar líneas largas sin interrupciones (porque hará que esa energía circule muy deprisa y habrá un desgaste) por lo que es interesante la colocación de alfombras, cuadros, plantas, luces puntuales... Así la energía no circulará tan rápido y lo hará de una forma equilibrada".

"Cuando la energía no fluye energéticamente, las personas que viven o trabajan en esos espacios pueden sentir los bloqueos de una manera tanto física como emocional. Por ejemplo, si una casa está desordenada y llena de objetos puede provocar agotamiento, sensación constante de cansancio o apatía (incluso tras descansar) o falta de motivación o claridad mental", nos explica la experta. Y añade, "para mejorar esas circunstancias, ordena y limpia, rodéate de cosas que te gustan y mueve algunos muebles para "romper" el estancamiento".

"Hay veces que por mucho que quieras cambiar una distribución por completo y seguir las reglas del feng shui por la forma y disposición de la vivienda desde su origen de edificación, es inviable", dice Erika. Pero si estás planificando la distribución de una nueva vivienda o piensas meterte en una reforma, ella aconseja que se "evite desde un principio eliminando la ubicación de los baños del centro de la vivienda. Como interiorista a la hora de amueblar una vivienda (sobre todo de nueva construcción) me encuentro muchos baños ubicados en el centro de la vivienda (y casi todos sin ventanas). El centro de la vivienda, según el feng shui, es el CORAZÓN de la casa. Un baño, por todas las instalaciones de fontanería y los vahos que se crean, se considera una zona húmeda y dicha energía va a mandar una parte de ella al resto de las estancias. ¿Te imaginas vivir con el corazón encharcado en agua? Nos puede debilitar en cualquier aspecto de nuestra vida".

"Y quien dice un baño, dice unas escaleras si se ubican en una casa con 2 o más alturas", añade Erika. "Las escaleras tienen una energía natural de ascender y descender, lo que desequilibra el centro, que necesita estabilidad y enraizamiento. Su ubicación en el centro puede provocar un flujo energético inestable, acelerado o drenante, como si la energía se "escapara" hacia arriba o abajo desde el centro del mismo hogar provocando desequilibrio en la salud general (cansancio, estrés, problemas digestivos, baja vitalidad) inestabilidad emocional/familiar inestabilidad emocional, tensión constante o conflictos familiares", nos explica. Y nos da un consejo: "Como dice un proverbio chino, 'el mayor problema se podría haber solucionado cuando era pequeño'".

"La entrada de una vivienda es la BOCA de nuestra casa. Como se suele decir, 'la digestión comienza por la boca'. Pues en feng shui y los espacios, pasa lo mismo. Cómo sea el acceso a tu casa, también dependerá mucho los efectos que tenga en tu vida. Si vives en una calle en pendiente, eso puede desencadenar a que las cosas nos cuesten mucho más. O si vives en un sitio escondido, que es difícil encontrar el acceso y tu objetivo es darte a conocer en tu mundo laboral, por cómo es ese acceso a tu vivienda o trabajo te va a debilitar en ese objetivo", nos explica Erika. ¡Tenlo en cuenta cuando pienses en mudarte y busques una casa nueva!

"La ubicación y forma de los muebles pueden reforzar o atenuar el flujo de energía. Por ejemplo, las formas afiladas, las esquinas agresivas o las líneas rectas dominantes cortan el flujo del chi. Hay errores frecuentes que bloquean la energía", nos cuenta Erika. "Disponer una cama sin cabecero debajo de una ventana te expone a un flujo continuo de chi, lo que impide que tu energía se estabilice durante la noche. También un escritorio de espaldas a la puerta puede provocar pérdida de control, estrés o distracción, así como un montón de sillas y mesas amontonadas contra la pared, lo que provoca un chi estancado y falta de interacción".

¿Su consejo? "En la medida de lo posible, elige muebles proporcionales al espacio y distribúyelos con equilibrio (no todos de un solo lado o rincón). Asimismo, evita disponer esquinas puntiagudas dirigidas hacia dónde te sientas o duermes. Y mira siempre a las entradas (puertas/ventanas) siempre que sea posible".

"Si antes decíamos que el CENTRO es el CORAZÓN de la casa. Los pasillos son como las ARTERIAS: si están bloqueadas, son demasiado estrechas, oscuras o caóticas, el flujo de energía se interrumpe, afectando el equilibrio general del espacio. Conectan áreas vitales del hogar (entrada, habitaciones, baño, cocina) son lugares de tránsito energético: no deben ser estancados ni excesivamente acelerados. En pasillos largos y estrechos la energía se mueve demasiado rápido, en pasillos oscuros y sin ventilación hay un estancamiento, con obstáculos (cajas y muebles por medio) la energía está bloqueada", nos explica Suberviola. Según el feng shui y los conocimientos que nos trasmite Erika, "los pasillos no son espacios neutros: tienen una función energética esencial. Son el sistema de circulación del hogar. Un pasillo claro, suave, bien iluminado y armónico permite que el chi se distribuya con fluidez. En cambio, un pasillo bloqueado y descuidado generará un desequilibrio emocional, fatiga o tensiones".

Aunque cada casa tiene una ubicación y forma distinta y habría que estudiar específicamente cada caso, puedes mejorar la circulación de energía si limpias y organizas. Muchas veces con este paso se hace gran parte del desbloqueo de un espacio", explica la experta. Que después añade: "Es importante que cada espacio tenga una función. Hay veces que existen zonas desaprovechadas destinadas a un "por si acaso" que nunca llega. He visto muchas veces el problema de los "vestidores en pisos pequeños" Si tienes mucha ropa y quieres tener un vestidor en una habitación, diséñalo y hazlo a tu gusto, no conviertas ese espacio en una habitación de invitados para un por si acaso que la mayoría de las veces nunca se da". En su lugar, recomienda colocar unas "camas abatibles", por ejemplo, ideales para momentos puntuales para no condenar un espacio y no poder darle todo el uso que quieres o necesitas. 

Erika tampoco aconseja "tener una habitación llena de bártulos sin hacer otra función que ser un trastero. Esto te quita espacio para reubicar a todas las personas de la casa en un espacio más cómodo. Realiza un ejercicio de descarte o plantéate adquirir o alquilar un espacio exento para ubicar todos los objetos y dejar esa habitación de la casa para un dormitorio, espacio de teletrabajo, juegos... Dependerá de las necesidades de cada uno".

Una mala distribución puede afectar al descanso, las relaciones o la productividad. ¿Y qué lo provoca? Una cama mal colocada, según la forma o ubicación, un exceso de dispositivos electrónicos o estímulos visuales como dormir cargando el móvil a lado, así acumulación de objetos debajo de la cama.

"Como se suele decir en feng shui: '¿Con quien duermes esta noche?' Con un bote de pintura o trastos antiguos metidos dentro del canapé, pueden provocar insomnio, sueño poco reparador, cansancio crónico. En la medida de lo posible, es preferible disponer un somier con patas para que fluya mejor la energía. En caso de disponer un canapé, ubicar dentro objetos ligeros como disfraces, ropas de otras temporadas", nos aconseja Erika. 

"Dependiendo de los colores, formas o simbolismo de los objetos conformen un dormitorio, puede separar o aislar las relaciones de pareja", dice Erika. Y nos explica: "Por ejemplo, dormitorios fríos, dispuestos en un monocromático en color negro/blanco o sin símbolos de pareja, solo uno de todo: un cojín, una mesita, una lámpara, puede provocar una distancia emocional o problemas de comunicación".

Otra de las recomendaciones de Erika es "ubicar un espacio de trabajo fuera del dormitorio para crear una limitación entre trabajo y vida personal".

Y termina compartiendo una enseñanza con nosotros: "El feng shui te ayuda a darle forma física a tus intenciones vitales. Cambia tu entorno, cambia tu estado. Y eso, con el tiempo, cambia tus hábitos. Porque como está tu casa, estás tú".