Taburetes

¿Crees que en tu terraza pequeña no cabe un rinconcito chill out? ¡Estás equivocada! Y para muestra, mira cómo lo ha solucionado la interiorista Celia Crego aquí, colocando un banco de obra en forma de L de espaldas a la barandilla y un taburete, a modo de mesa. ¿Quieres un truco? Idea un banco con almacenaje interior para guardar colchonetas y cojines cuando llueva.

En una pared de paso o en retranqueo de la planta. Si tienes un espacio con estas características en la cocina, puedes crear en 1 metro cuadrado una barra con taburetes para desayunos, que al mismo tiempo puede ser el sitio perfecto para trabajar con el portátil mientras te tomas un café. Saca partido al espacio con unos estantes superiores en lo que dejar las tazas y tazones más decorativos.

Si piensas en resolver un comedor en el menor espacio posible, esta idea para aprovechar hasta 1 metro cuadrado de esta manera encaja. Porque bancos y taburetes como asientos son más ligeros visualmente que las sillas (mucho más que los diseños con reposabrazos). Así que no lo dudes y juega con diferentes diseños y dale gracia a tu composición.

Nos apasiona la combinación de moderno y rústico que se ha logrado en la casa. En la cocina tenemos un buen ejemplo: "es abierta y con mucha luz natural. En el centro, la isla aloja una barra de madera a distinta altura donde sentarse relajadamente, en unos taburetes de mimbre que, por cierto, van a juego con las grandes lámparas", explica Mabel. 

"En el caso de la cocina, teníamos muebles buenos, pero un tanto anticuados. Por eso mantuvimos la encimera y pintamos los muebles con una pátina blanca", nos explican la interioristas. "También alicatamos la zona de cocción con baldosa hidráulica para proteger la pared del fuego y darle un toque decorativo".

Con un estilo minimalista que también recuerda a Ibiza, este baño ha logrado mezclar las líneas modernas de la bañera exenta con la calidez rústica de elementos como el taburete de madera. Para evitar que se viese muy vacío, se añadieron plantas exóticas aprovechando la luz natural, y se instaló un sillón colgante que ha transformado el baño en un auténtico spa de la forma más inesperada. ¡Nos lo quedamos!

Las vigas de madera, presentes también en la campana de obra, así como los suelos de toba mantienen antiguas reminiscencias del pasado en esta cocina. El antepecho de azulejos verdes refresca la estancia y lo dota de luminosidad gracias a su brillo.  

Las cocinas clásicas o rústicas también pueden actualizarse y prueba de ello es esta de la imagen en blanco y madera firmada por Olivia Reina y Marta Jáudenes. Su distribución, las vigas y el fregadero de piedra beben del pasado pero hay detalles que la traen al presente, como la isla, las lámparas suspendidas tipo bombilla, la presencia de dorado en grifería y tiradores y hasta ese color grisáceo de la madera en puertas y estante ¡tan de moda!

Las cocinas blancas y en madera no solo se rigen por un estilo rústico. Fíjate en esta qué actual. La interiorista Sònia Badia la ha diseñado con paneles lisos en muebles, península y electrodomésticos. Toma nota de esta idea porque es tendencia revestir estos últimos —los que se puedan— para darle uniformidad a la estancia. Las encimeras en blanco, de minerales y polímero acrílico, entonan con el techo y las paredes y contrastan con el suelo de microcemento.

¿No te atreves a mezclar diferentes tonalidades de madera? Las interioristas Gracia y Leticia de Amescua lo han probado en esta cocina blanca que se funde con la pared. Han utilizado detalles de madera clara, en el jardín suspendido o en la barra de la isla, y madera más oscura en la mesa de comedor. Y no es la única sorpresa que depara esta cocina lineal: la isla se puede trasladar donde se quiera ¡porque tiene ruedas!

Esta cocina en U tiene las dimensiones perfectas para trabajar, cocinar y comer sin molestarse unos a otros. La ha proyectado Marta Jáudenes en madera de roble, a juego con las vigas del techo y el marco de la ventana, y una sencilla encimera blanca, a tono con las paredes. ¿No te parecen fabulosos los taburetes de madera y enea con respaldo y reposapiés?

Las cocinas blancas gustan por la luminosidad que aportan pero si no quieres caer en un minimalismo excesivo, compénsalo con una encimera de madera. Fue lo que hizo la interiorista Solange Van Dorssen en esta cocina en línea y abierta en la que el comedor queda integrado en la isla al prolongar la superficie de trabajo. La calidez se vió reforzada por el lino de las cortinas y la fibra de los taburetes y la lámpara.

En cocinas pequeñas con isla, como esta, abierta y neutra diseñada por la interiorista Bárbara Sindreu, el blanco se extiende por muebles, paredes, grifería ¡y electrodomésticos! Estos se han panelado o elegido en blanco para que pasen inadvertidos. La madera oscura está presente en las baldas de la estantería y la encimera, a juego con el suelo rústico. 

Si tu cocina es grande y quieres crear un espacio confortable en el que se reúna la familia a diario, incluso, los amigos cuando os visitan, esta cocina diseñada por Deulonder te conquistará. En tono topo o taupe, ¡no le falta nada! Isla con taburetes, mesa de comedor en el office, espacio para guardar, banco en el que descansar, ventanal…

Entre el verde azulado-grisáceo de intensidad media de los muebles de la cocina y el gris oscuro de la encimera y antepecho, esta cocina es para los que buscan acabados oscuros aunque no negros. Se organiza en dos elementos, uno lineal en la pared con espacio de almacén, zona de lavado y encimera y una isla con la zona de cocción, almacén, electrodomésticos y barra. La campana extractora integrada en el techo no corta la continuidad visual.

Si quieres prescindir de mesa de comedor o contar con un lugar para desayunar y cenar a diario o en el que hacer deberes o trabajar, poner el aperitivo mientras se prepara la comida; entonces copia esta idea de maxi península convertida en mesa con encimera de madera volada alrededor del módulo de almacenaje.

Si es tu caso y te preocupa cómo integrar un techo alto en una decoración cálida, que este proyecto te sirva de inspiración. Las vigas y el revestimiento alistonado de madera convierten el techo en un elemento cálido y decorativo. Se potencia la luz de la ventana panorámica y las vistas y se despeja al máximo la zona de trabajo solo con módulos bajos. La madera es el acabado escogido para los frentes con encimera clara. Y la nota personal la pone el suelo con una baldosa hidráulica a modo de alfombra.

La idea de abrir la cocina puede que te ronde por la cabeza. Aquí tienes un ejemplo de cocina que te puede inspirar, con isla que acoge la zona de lavado y prolonga su encimera en una barra volada con taburetes. Aquí la luz es protagonista y "cae" del techo gracias al tragaluz o ventana de tejado que se abrió.

Una isla central no demasiado grande (que puede ser una opción para cocinas pequeñas y abiertas) y muebles adosados a las paredes en forma de L. Todo el mobiliario en blanco pero con frentes decorados con moldura y hendiduras. El frente del fregadero se aligera sin muebles altos, solo con un estante; y la pared se pinta en un tono tierra muy cálido. ¿Quieres una campana de obra? Esta de diseño recto puede ser tu opción.

Y así disfrutar de un pasaplatos al que luego puedes adosar una barra y colocar unos taburetes. Tu cocina cambiará también gracias a la sensación de apertura, conexión visual y luminosidad que recibirá. Abrir un hueco o vano (de aproximadamente 70 cm de alto x 210 cm de largo) en una pared a modo de pasaplatos tiene un coste 165 € (gestión de residuos incluida). Solo superarás el presupuesto de 200 € si luego quieres instalar una ventana de cristal.

Con una barra crearás un coqueto mini rincón de office en tu cocina abierta, sea una cocina moderna o tradicional. Aprovecha la isla que tienes e instala en ella un tablero que imite madera como este. Acabado en Roble Cambrian, en melamina en madera, de 3 cm de grosor y 4 lados canteados, sale a 44 € en Tutrocito.com donde podrás encargar a medida el tablero que necesites. Fíjalo con unas escuadras decorativas (15 € en metal en Leroy Merlin) y tendrás un cambio llamativo por poco. ¿A que ya estás pensando en los taburetes que pondrás?

Para potenciar la naturalidad de una terraza, nada como utilizar cestas de fibras como maceteros decorativos para tus plantas. Tanto si quieres montar un rinconcito de aires rústicos, como si prefieres algo más boho, las cestas son indispensables.

Y atención al truco: "Justo encima del frigorífico, vemos un paño blanco. En realidad, hay un armario con muchísima profundidad. Esto hace que percibas que los muebles no llegan hasta el techo y no agobien. Me gusta poner los muebles bajos de un tono (café con leche, un gris clarito, verde seco...) y los muebles altos blancos. ¿Por qué? Porque los muebles altos y las encimeras son los que rebotan más la luz", explica.

Esta cocina sí que se resuelve en un espacio mínimo y, sin embargo, no lo parece. La original disposición del mobiliario tiene un efecto casi mágico. En una península alargada se instalan el fregadero y la placa, con muebles y electrodomésticos entre ellos. A continuación, para rematar una forma de U, una columna con horno y microondas, un armario despensero y el frigorífico. Todo abierto y con una encimera en la península que vuela a modo de barra.

Abierta también en un extremo, esta cocina pequeña no lo parece al liberarse de dos de sus cuatro paredes. Los muebles se adosan en L a las dos paredes que "sobreviven" y se gana un tercer frente en el que se instala la placa de cocción y que se convierte en barra.

El truco para decorar esta cocina pequeña y que se sienta más amplia es abrirla en un extremo donde se ha ubicado una barra que sirve como ampliación de la zona de trabajo junto a la placa de cocción y como mesa de desayunos. ¡Y es atrevida a pesar de ser mini! Juega con frentes en negro con otros en madera y encimera en blanco.

"En las cocinas abiertas al salón, me gusta darle toques de 'no cocina', como por ejemplo, con cortinas de lino combinadas con un estor o bien paquetos, en función de la ubicación de las ventanas. O colocar una lampara sobre la barra con mucha presencia que sea protagonista...", apunta Sol van Dorssen.  

"Me encanta incorporar elementos de fibras vegetales en la cocina. Ya sean las lámparas de suspensión, los apliques o una alfombra", explica la estilista de El Mueble y responsable de Vestir tu casa Sol van Dorssen.

La cocina era sin duda la clave del piso, su diseño tenía que ser único y adaptarse a las necesidades del propietario, Joan, pastelero de profesión. Él quería una barra amplia en la cual pudiera trabajar con comodidad. A ella se le han añadido dos taburetes, ideales para desayunar, que convierten el pasillo en algo más que una zona de paso. Detrás de las puertas correderas se esconden dos espacios pequeños: un lavadero y una despensa. 

Cada vez es más habitual integrar la cocina en el salón y, con ello, sacarla de su aislamiento para que participe en el día a día en casa. Pero, ¿y si además la hacemos más vivida y acogedora? Unas plantas –las aromáticas son un clásico–, unos paños de cocina divertidos o coloristas, unas baldas con tarros y piezas decorativas... son tus armas para conseguirlo.

Esta no es la típica casa rústica. Su espectacular fachada, revestida de pino de Flandes, ya nos avisaba de ello. Y sus interiores siguen la misma línea: aunque la madera sigue estando presente, aquí se ha pintado de un gris muy claro para dar calidez y luz a los espacios. Por eso todo respira un cierto aire nórdico. 

Otra de las ventajas de una cocina abierta es que la actividad se comparte. Es más fácil no perderse nada. La cocina es más participativa y se favorece la vida y comunicación familiar. Estar en la cocina preparando la comida y mantener una charla con los que están en el comedor o echar un ojo a los niños pequeños que meriendan en el salón.

Las cocinas más pequeñas, interiores o sin ventana ganan cuando se abren a una estancia mayor que, por lo general, sí cuenta con ventana. De esta manera es más fácil generar corrientes y ventilación que ayuden a eliminar olores que se producen en la cocina -a pesar de contar con una buena campana extractora-.

Son las alfombras para recibidores más demandadas, quizá porque combinan con todo. De yute, sisal, seegrass... Las fibras naturales, frescas y resistentes, enfatizan como nadie los espacios rústicos. Resultan ideales para cubrir las entradas en verano aunque quedan tan bien que su presencia se prolonga durante todo el año. El formato redondo dinamiza los espacios y es súper versátil, perfecto en recibidores pequeños o grandes y anchos o estrechos. El tono neutro de la fibra aporta equilibrio en recibidores con mobiliario oscuro. Las alfombras redondas de fibra se presentan lisas o estampadas.

La combinación de blanco y negro funciona a la perfección en cocinas modernas o de diseño como esta. Diseñada en forma de U, en su interior la modernidad se apodera de los muebles, sin tiradores ni adornos, y la zona con el antepecho y los apliques negros. En cambio, en la zona que confluye con el salón, su acabado en relieve tiene un toque más clásico, adaptándose a la estancia a la que mira.  

Esta moderna cocina ha sido diseñada para satisfacer las necesidades de su propietario, pastelero de profesión. Por eso la isla con barra para los desayunos es enorme y con muchísimo almacenaje y una encimera de mármol, la mejor base para cocinar.   

Esta cocina moderna está completamente abierta y se ha diseñado de manera que su presencia pasara lo más desapercibida posible. Y con ese objetivo, se ha diseñado una amplia zona de armarios que no delata su condición, con excepción de la columna de los electrodomésticos.  

La propietaria de este piso no lo dudó: prefirió renunciar a una terraza más grande en pro de un office. Y es que con dos niños pequeños en casa, la vida de esta familia discurre mucho en la cocina. Para ello, hizo un cerramiento que, además, inunda de luz este espacio. Para el office, optó por una mesa redonda, que se ve más ligera y es idónea en pocos metros. 

Este office es pequeño, multifuncional ¡y de lo más coqueto! La decoradora Begoña Susaeta ideó una península de roble y DM que sirve de barra de comidas dando cabida hasta a cuatro personas, y aprovechó su estructura con dos cajones y una balda para tener a mano el menaje de uso diario. 

Suma al estilo marinero piezas artesanales y darás a tu dormitorio ese toque fresco que buscas. Fíjate en los guiños que ha hecho la interiorista Marta Tobella en este: cojines a rayas, lino en la cama, madera clara en el cabecero de obra, taburetes de croché, a modo de mesillas, y cuadros de casas encaladas. ¿Ves qué fácil?

Para evitar que una cocina nórdica parezca demasiado fría o sosa, hay una clave que nunca falla: añadir elementos de fibras naturales. Pueden ser los taburetes, la lámpara del techo o algunos objetos decorativos sobre la encimera. De este modo, el ambiente se verá más fresco y relajado (y si puedes agregar alguna planta, ¡mejor que mejor!).

Seguimos con más claves que te ayudarán a agregarle personalidad a una cocina nórdica. Un suelo de azulejos con mosaicos o las clásicas baldosas hidráulicas captarán la atención del ojo nada más entrar a la estancia. Por otro lado, si tienes una cocina pequeña y vas a optar por almacenaje abierto, intenta que las baldas no se vean muy recargadas, sino más bien ligeras, y añade detalles naturales como plantas o flores para relajar la decoración.

La abundancia de bosques en los países nórdicos, hace que la madera sea su material fetiche para decorar. Si buscas recrear un estilo nórdico de montaña, puedes apostar por un total look de madera sumamente acogedor (suelos, techos y vigas incluidas). ¡Arriba las cocinas de madera!