Taburetes

En una cocina con península que delimite la zona de trabajo puede darse el caso de que se adose una barra en otro material o se prolongue la encimera a modo de barra en un extremo. Entonces, las lámparas de techo que cuelguen sobre la barra quedarán, vistas de perfil, descentradas respecto al ancho de los muebles de cocina, ya que iluminan la barra mientras que el resto de muebles se considera que "forman" parte de la cocina, iluminada con focos de techo.

Este es otro ejemplo de cómo se usan las lámparas colgantes para delimitar visualmente la zona de la barra de comidas, aun cuando esta forma parte de otro elemento, sea península o isla central. Las pantallas en este caso pueden ser más grandes y el borde de estas no debe sobrepasar el límite de la encimera de la barra.

Cuando esta se ubica en una zona sin muebles altos de cocina, la campana puede ser decorativa o un extractor empotrado en el techo. Aquí, evita instalar cerca lámparas colgantes que se puedan manchar de grasa. En su lugar, juega con focos empotrados también y con la iluminación que aporte el propio electrodoméstico (clave al elegir campana extractora).

Cuando la isla de trabajo es al mismo tiempo mesa en un lateral, es posible iluminar con lámparas de techo idénticas de manera que una ilumine el espacio de trabajo y la otra el espacio para comidas. De esta manera se unifica. La otra solución es que la lámpara colgante se reserve para la zona de la mesa y en el resto del espacio se usen focos de techo.

El uso de lámparas de techo sobre una isla central acerca la luz a la superficie de trabajo. Se suelen usar varios puntos separados entre sí al menos 50 cm, distancia que se puede ampliar en función de la longitud de la isla. La lámpara debe quedar entre 75 y 90 cm de la encimera.

Ayúdate de diseños bien pensados. Con una mesa con alas abatibles, tendrás un rincón para comer o una superficie de apoyo extra para trabajar. En el día a día, la puede utilizar cerrada y cuando tengas invitados en casa, solo tendrás que extenderla y multiplicarás el espacio.

En los pisos mini, cada milímetro cuenta. Y en la cocina más todavía. Esta de la imagen no quería renunciar a tener una barra de desayunos. Y la tuvo. ¿Cómo? El interiorista Van Castro, de Vive Estudio, ha integrado una mesa en el extremo del tabique abierto, que separa la cocina del recibidor. Un par de taburetes blancos le acompañan.

En esta cocina blanca en forma de L se ha añadido un nuevo módulo. Por un lado integra el fregadero y por el otro se aprovecha como barra de desayunos. La fórmula para que la sentada sea cómoda en esta parte es hacer que el tablero sobresalga de su base para poder meter las rodillas. La idea, práctica e inteligente, la sugiere la interiorista Asun Antó.

En esta cocina mini, moderna, blanca y sin tiradores, el equipo de Nook Architects ha dispuesto una península que alberga por uno de sus lados el radiador. Así no se pasa frío mientras se come. Es lo suficientemente grande como para reunir de cuatro a cinco comensales. Los taburetes metálicos se han pintado en blanco y marrón, a juego con los complementos.

En esta cocina en blanco y madera, el interiorista Abel Pérez Gabucio, de Ábag Studio, ha añadido un módulo de roble a medida a la isla para transformarla en una desenfadada barra de desayunos. Bajo ella, se han dispuesto un par de taburetes en metal y madera. 

Superficie de trabajo y mesa para comidas rápidas, así es esta singular barra de desayunos para 4 comensales. Diseñada por la interiorista Gema Ospital, la mesa sale a media altura de la estantería y se prolonga hasta la zona del fregadero. Gracias al espacio libre que queda por abajo, permite colocar dos taburetes altos con respaldo a cada lado.

Hay cocinas que se abren al salón con una cristalera o, como en este caso, con un vano a modo de ventana. Una solución práctica sugerida por Pía Capdevila.  La interiorista colocó una encimera de madera que sirve como pasaplatos y también como barra de desayunos, si se añaden un par de taburetes. ¡Qué buena idea!

A veces, un mueble se ubica en otro espacio del que originariamente fue pensado y queda tan ricamente. Eso fue lo que pasó en esta cocina. Las interioristas Laia y Marina Reguant ubicaron una consola de recibidor en un hueco libre de la cocina. ¡Encajaba fenomenal! Y se convirtió en flamante barra de desayunos.

Para esas casas de playa mini, ¡bienvenida sea esta idea! La encimera de la cocina se prolonga por todo un frente creando así una superficie de trabajo. Esta, cuando está despejada, sirve de barra de desayunos o comidas exprés, si no hay mucho tiempo de sobremesa. El diseño es de la interiorista Lory Hansen ¡y no puede ser más práctico!

Esta práctica solución la verás en muchos proyectos de cocina. Se trata de adosar la barra de desayunos a un extremo de la isla, bien utilizando el mismo material o distinto. Aquí, la interiorista Lara Pujol ha optado por sobreponer un tablero de roble natural volado sobre la encimera lacada en gris mate. La barra es perfecta para desayunar o tomarse una copa con amigos mientras se prepara la comida. Le acompañan un par de taburetes de diseño industrial en gris, a juego con el mobiliario.

¿No me digas que esta propuesta no es original? Nos la traslada la interiorista Begoña Susaeta y se basa en un tablero apoyado en un mueble de almacenamiento. La ubicó pegada a la pared y como la parte inferior está hueca permite sentarse cómodamente sin que las piernas se encuentren con ningún obstáculo. ¡Una barra de desayunos perfecta para pisos pequeños! El azul de la pared y el rojo de los taburetes dinamizan la cocina.

En los rastros y mercadillos de antigüedades te encuentras, a veces, joyas auténticas, como las de esta cocina equipada con muebles de madera antigua. Sus propietarios no dudaron un minuto en adquirirlos. La mesa alta, estilo barra de desayunos, continúa esa misma línea. Práctica e informal, se ubicó de forma independiente frente a la zona de cocción, y es allí donde comen a diario.

En esta cocina rústica dominada por la madera, la interiorista Carme Caubet ha optado por crear una barra de desayunos a modo de península en dos alturas. Por delante, la encimera de madera hace las veces de desayunador mientras que por detrás, más baja y de cuarzo, sirve como mesa de trabajo. ¿Te has fijado en los taburetes altos? Con respaldo y tapizados en piel se ajustan perfectamente a este estilo de cabaña.

Otra excelente fórmula para lograr una barra de desayunos en pisos mini es prolongar la encimera hasta cerrar la zona. Es lo que hicieron las interioristas Gracia y Leticia de Amescua en esta cocina. Una propuesta atrevida al elegir la encimera de granito negro, afín al suelo, y en contraste con el mobiliario blanco. ¡Muy cosmopolita! Unos taburetes de fibra aligeran el espacio.

¿Puede una cocina moderna tener una barra de desayunos clásica? Sí, y prueba de ello es esta decorada por el interiorista Jorge Moser. De unas baldas de madera en la pared sale la barra de desayunos revestida con una elegante encimera de granito. Los frentes de la barra difieren: el de delante es de nogal, a juego con las baldas y los taburetes, mientras que por detrás se lacó en blanco, como la cocina. En este caso, la barra sirve para delimitar la cocina del office, situado delante de ella.

Una cocina de madera puede actualizarse con una simple mano de pintura. Fue lo que hizo en esta la interiorista y arquitecta Ana Blanco, de Mengíbar Blanco Estudio, al lacarla toda de blanco. Además, cambió el antiguo office por una isla multifunción. Una parte de ella sirve de superficie de trabajo mientras que la otra es una mesa/barra que lo mismo sirve para desayunar que para comer. Unos taburetes altos de fibra, a juego con las lámparas, le dan calidez.

En las cocinas pequeñas los muebles multifunción son indispensables. La interiorista Sylvia Preslar diseñó esta cocina blanca en forma de L sin muebles altos para aligerarla. También convirtió la superficie de trabajo en una península que hace las veces de barra al incorporarle un par de taburetes con respaldo.

A piscis le encanta retirarse del mundo para dedicarse a soñar, a poder ser, en un entorno cercano a la naturaleza que también saque a relucir su lado espiritual. ¿Qué mejor para ello que un dormitorio rústico con vistas al jardín? Madera, tejidos naturales como el lino o el algodón, plantas... son algunos elementos que jamás pueden faltar en la habitación de un piscis.

Así es, el estilo minimalista en ocasiones puede tener detalles que recuerdan al industrial, como en este caso, el acero de los taburetes de la cocina.

El espacio no tiene por qué ser un inconveniente si tú quieres y necesitas contar con un armario desayunador. En la foto, este rincón de almacenaje se integra en los armarios e incorpora, además, una balda volada a modo de minibarra para dar cobijo a dos comensales. En el hueco de la pared queda el espacio suficiente para lo esencial: la cafetera, las tazas, platos, etc. Puede que sea solo para el desayuno, pero resulta muy funcional, especialmente en cocinas pequeñas.

Sobre la isla de la cocina blanca, un trío de lámparas negras colgantes dará elegancia al espacio y contrastará con el blanco del mobiliario y la encimera, así como con las fibras de los taburetes. La interiorista Gloria Borrás eligió estas luminarias, a juego con las del comedor, para crear unidad cromática entre los espacios y dotarlos de unidad. 

Básicamente, por son muebles que no ocupan espacio y que, sin embargo, ofrecen muchísima funcionalidad. Además, las mesas abatibles o plegables pueden mimetizarse con el color de las paredes para ganar aún más discreción.

Derribar tabiques y sustituirlos por cerramientos acristalados de interior es uno de los tips que hará que un salón oscuro gane algo de luminosidad a través de ese fluir de luz que se produce desde otras estancias. Por otro lado, es una solución que actualiza cualquier espacio.

Una tendencia en boga del nuevo scandi es pintar una pared de un tono oscuro para contrastar, ya sea la pared del cabecero del dormitorio, la del sofá en el salón o, como aquí, la que está libre de armarios en la cocina.  

Pino, roble, castaño, chopo o eucalipto son los tipos de madera más utilizados para la recuperación de vigas. En esta cocina rústica con el techo alistonado, la interiorista Carme Caubet rehabilitó las vigas de pino primigenias, un tanto oscuras y mal barnizadas, devolviéndolas su color original. ¡Y este fue el flamante resultado! Por lo general, los listones se colocan en sentido contrario a las vigas, como aquí.

En el frente de esta cocina la interiorista Pía Capdevila decidió dividir la pared en dos mitades: la inferior la pintó de blanco y la superior de gris. Ambos colores al ser neutros tienen un mismo objetivo: captar la luz natural. Para recalcar la pared bicolor, puedes colocar una moldura fina justo en el cambio de color que también te ayudará para disimular posibles imperfecciones.

El fenómeno de las sillas Tolix se extiende a los taburetes. Suelen ser piezas apilables y ligeras y se pueden elegir en distintos colores para lograr uno u otro efecto en cocinas y offices. Fíjate en la alegría que aportan a esta cocina.

Las grandes lámparas de metal, las bombillas vistas, los focos de cine o de estudio de fotografía... Todas ellas tienen cabida en el estilo industrial, creando espacios con mucha personalidad. ¿Con cuál te quedas?

"A veces no cabe. Pero si puedes incluir un rincón de office, por pequeñito que sea, mediante una barra o una mesa tipo bistró ligera, no renuncies a él. Además de ser muy práctico, ayuda a romper con la idea tan lineal de cocina. A veces, si la cocina es pequeña y toda unificada, puede quedar demasiado técnica, 'limpia' y tener un aire casi de laboratorio. Un pequeño office, con unos taburetes de madera o de fibras, te ayudará a dar ese calorcito de hogar", sostiene. 

"Un error habitual al planificar una cocina pequeña es no poner mucho mueble para no cargarla. El problema es que vas a necesitar espacio para guardar y si no lo tienes empezarás a hacer apaños con estanterías, carritos... Y será peor, porque visualmente la cocina será muy desordenada. No temas llevar los armarios hasta el techo. Piensa que, cuanto más mueble, más ordenado se verá todo", explica Marta Tobella. 

Efecto madera y amplitud visual gracias al tabique de cristal que lo separa de la cocina. Estas son las claves decorativas de este pasillo cálido y funcional al mismo tiempo. Por la personalidad del propio espacio, no se necesitan apenas muebles o complementos. Bastan los cuadros enmarcados en madera del mismo tono del suelo y las puertas: un recurso que añade interés sin resultar excesivo. 

¿El u´nico punto de contraste? "Las la´mparas de la barra, que esta´n revestidas en cuerda y van a juego con los taburetes de rata´n y sus patas de hierro", explican desde el estudio responsable de esta reforma.

Si te decantas por un falso techo podrás instalar en la cocina la campana extractora empotrada, de manera que quede al ras del techo y no tengas un elemento colgante sobre la placa de cocción. La sensación de continuidad es total de esta manera. Así si vas a elegir campana extractora de este tipo, tenlo en cuenta.

Con un falso techo, realizar el proyecto de iluminación adecuado es más sencillo. Se pueden distribuir los cables para llevar lámparas y focos donde quieras. Además, los focos pueden ser empotrados, de manera que no sobresalgan (si no quieres) respecto al nivel del techo.

En esa búsqueda de relación de los interiores más relajantes con la naturaleza no puede faltar la idea de decorar con plantas. Ese toque verde funciona cuando se busca crear una atmósfera en la que se respira calma. Imagina este baño sin ellas… ¡No sería lo mismo! Aquí, además, se une el poder evocador de un sillón colgante, una pieza muy vinculada al dolce far niente.

Igual que la unidad en los materiales que uses para decorar, jugar con tonos muy similares, que se encuentren cerca en la rueda cromática y que sean neutros (decorar en color arena), hará que la casa se sienta en calma. Los tonos neutros, luminosos y cálidos son perfectos. Crea una base muy similar y solo destaca después con detalles en cuero, negro o fibra, según el estilo que prefieras.

El calorcito llega por el tacto pero también por la vista. Y una alfombra de pelo largo siempre resultará más cálida y gustosa en invierno que una de pelo corto. Eso sí, debes mentalizarte que requerirá de más mantenimiento, porque el pelo largo suele acumular más suciedad. 

No salgas de casa sin hacer las camas. Y tampoco lo dejes para después si te quedas. Tras unos minutos de ventilación, una de las primeras tareas que hacer en la mañana es esta. Acostumbra a los pequeños de la casa a que "estiren" ellos sus sábanas y edredón. Así ya tendrás la sensación de orden en casa para todo el día.

Según tus rutinas y trabajo, tendrás organizadas las tareas de limpieza entre semana o el fin de semana, pero hazlas a primera hora. Te dará menos pereza afrontarlas. Tendrás el resto del día libre para otras actividades más apetecibles. Lo mejor es que las organices por zonas de la casa si quieres dividirlas en varios días.

Las ventanas que encontramos a lo largo de la casa dejan pasar el sol, aportando un plus de luminosidad a cualquier hora del día, como se puede apreciar en esta agradable y práctica zona de trabajo. Nos ha encantado: ¡volveremos!

Las típicas campanas decorativas de acero ya no se llevan. La tendencia, como explica Natalia Zubizarreta, es ponerlas de techo, de encimera o integradas en los propios muebles para que pasen el máximo de desapercibidas, como en esta cocina proyectada por el decorador Ignacio Dávalos. 

Otra combinación con la que no falla una cocina blanca es con el negro. Es elegante, sofisticada y, ¿lo mejor?, que no pasa de moda. Para sumar más elegancia y potenciar ese punto british que la caracteriza, se ha instalado también un papel pintado con un estampado clásico.  

¡Pero en un piso! Cálida, acogedora y muy práctica. Así es esta cocina blanca planificada en L y con una gran isla que hace las veces de barra de desayunos. Para darle calidez, se ha elegido un suelo de madera con tonos rojizos y se ha pintado la pared de color beige. Así, esta cocina se puede permitir no solo tener los muebles blancos, sino también la encimera. 

Esta blanca con muebles blancos de diseño lineal y sin tiradores encuentra la personalidad en la península de madera de nogal que crece por la pared, convirtiéndose en una estantería encastrada. El suelo damero ayuda también a subir su elegancia.