Cajoneras

Son una opción muy práctica para mantener en orden los documentos y demás utensilios de papelería. Estos son de Ethnicraft.

 En el cuarto de los peques, los cajones nunca sobran. Sobre todo durante los primeros años, cuando es práctico guardar su ropita doblada que colgada en el armario. Aquí, los cajones más grandes del banco son perfectos para tener en orden sus juguetes. Todo, de Ikea.

Los muebles de oficio, por sus múltiples cajones, son piezas muy prácticas para mantener en orden lo más pequeño del salón, que suele ser lo que se desordena más fácilmente.

Los muebles a medida fueron una de las soluciones para este piso. En el dormitorio, por ejemplo, se ideó un gran mueble bajo la ventana a modo de armarios para guardar desde ropa doblada hasta zapatos. 

Deja 60 cm libres a ambos lados de la cama y a los pies 80 cm como mínimo. Frente al armario lo ideal es dejar un metro libre, para poder abrir las puertas y cajones cómodamente y poder moverte.

Si no quieres "perder" ni un centímetro, opta por un estor. Aquí, al aprovecharse el espacio bajo la ventana con un mueble a medida, era además la mejor opción. Si lo prefieres puedes combinar dos estores, uno más vaporoso y otro un poco más tupido, para regular la entrada de luz según las horas de más o menos sol.

Es muy útil tener un cajón para recoger los objetos que suelen quedarse sobre las mesas, como libretas, bolis, pasatiempos... Que no se quede nada fuera, todo recogido.

Evita el baile desordenado dentro de los cajones. Usa tapas de cajas de zapatos como separadores.

Son dos clásicos del orden, ya que permiten recoger los juguetes de manera rápida, pudiendo ser ellos mismos quienes participen desde peques en el ritual de guardar sus cosas.

Las soluciones para guardar sus juguetes deben ser versátiles, como aquí. Baldas, sí; pero también cajones y, a poder ser, de diferentes medidas porque no todos sus juguetes son iguales. Mueble de Tecno-Fusta.

La decoradora Anna Taberner ha aprovechado el espacio bajo las ventanas con dos módulos dobles muy capaces que, a su vez, con unos cajones sirven de improvisado banco.

Si los metros no son un problema, destina un espacio de su habitación a zona de juegos. Para ellos será su rincón especial y tendrán todos sus juguetes en un único sitio. Esta composición, con pizarra, estantes y cajones es de Dijous.

En recibidores pequeños -este es obra de Gemma Gallego- también es posible ganar espacio para guardar. Con una cajonera alta (sí, las cómodas también son para el recibidor) como en este ambiente. Elígela de colores suaves y no satures con demasiados objetos decorativos. Así equilibras el volumen del mueble de almacén. 

Una estantería realizada a medida sirve de separación visual, sin obstaculizar el paso de la luz, entre la zona de descanso y la de estudio. La elección del mismo mobiliario mantiene la unidad decorativa.

 "Pusimos un banco corrido que va de la puerta de entrada a la ventana. Yo quería mucho espacio para guardar cosas, y este mueble es perfecto. También le sirve a nuestro bebé para apoyarse ahora que empieza a caminar", cuenta Tamila.

 La zona de juegos cuenta con una estructura de DM con books de almacenaje muy prácticos, con ruedas que permiten moverlos para recoger los juguetes cómodamente. La estructura, al ser ligera, también da la opción de moverla y convertirla en mesa. Todo, de Bona Nit.

 Enséñales a ordenar de bien pequeñitos colocando las estanterías y los books a su altura. Si escribes o dibujas sobre la madera lo que contiene cada cajón o cada arcón, les ayudarás todavía más. Estantería en DM lacado con cajoneras y pizarra, de Dijous. Silla y Alfombra, de Ikea.

 Al planificar la zona de juegos es importante que dejes un área despejada en el centro de la habitación. Una alfombra puede delimitarla. Si colocas muebles cerca, donde puedan organizar sus juguetes y cuentos, les estarás enseñando a mantener el orden. Estantería roja y librería blanca, de Ikea. Alfombra, taburete, cojines y colchoneta, en Filocolore. Cesta grande, de El Drapaire del Passatge.