Cabeceros

“Como en tantos apartamentos setenteros de playa, las habitaciones son muy pequeñas”, explica Marta Tobella. ¿La solución? “Tiré todo abajo e hice verdadero encaje de bolillos: el armario de una es el cabecero de otra”, responde. 

"No es necesario gastarse mucho dinero, hay sitios, como Muro (www.themurolab.com), donde hacen cuadros decorativos a bajo coste”, nos cuenta Pia Capdevila. En otras ocasiones, nos dice Asun Antó, “no es necesario sustituir el cuadro, solo cambiar un marco que ha quedado anticuado”. 

Un cabecero de capitoné con unos apliques de brazo extensible de color negro, o una pared de color oscuro con unas mesitas redondas y ligeras con estructura dorada. Al decorar el dormitorio es que puedes permitirte alguna licencia a la que te resistes cuando haces lo propio en el salón. Así, no tengas miedo a combinar elementos de distintos estilos que actualicen la decoración y la hagan más personal. 

Cuando el espacio escasea, una buena solución para integrar las mesitas de noche y que no ocupen espacio al decorar el dormitorio son los cabeceros de obra. Pueden hacerse con pladur y que vayan de pared a pared, acogiendo la cama y albergando las mesitas a modo de hornacina. 

El color rosa te ayudará a ampliar el espacio con sutileza y resulta cálido. ¡Queda ideal en los dormitorios románticos! Te proponemos la marca Montó Pinturas, la cual es experta en encontrar los matices idóneos. Nos gustan su rosa COF 403 y su verde COF 423, y el color de la imagen, el rosa salmón COF 408. 

Y lo hacen para expresar un estilo o la personalidad de los habitantes. Así que cuida la decoración de las paredes con láminas. Hoy es fácil lograr reproducciones a buen precio que compondrán un bonito collage en la pared. Puedes mezclar algunas obras que tengas con las nuevas. Enmarcar fotografías que hagas tú y exhibirlas con algún objeto decorativo.

El estilo clásico de las molduras y el cabecero de lino se fusiona con sutileza con el aplique de color negro. Pero, ¿y la calidez? De ella se encarga la mesita de madera al natural y la ropa de cama de tonos deslavados. 

Si el minimalismo se caracteriza por su practicidad, el minimalismo cálido se basa en los mismos principios, aunque empleando materiales que regalen calidez. Por eso, en este sencillo dormitorio, no solo el blanco es protagonista, también lo son los accesorios de madera, como los bancos a pie de cama o el tronco a modo de mesita. 

La madera al natural del estilo rústico, así como el gris azulado de las paredes y las líneas rectas del estilo moderno se dan la mano en este dormitorio que aúna lo mejor de las dos tendencias para crear un espacio acogedor y actual. ¿Otros elementos de estos estilos? El aparador en madera raw y la alfombra de lana que recuerda a las casas de montaña y el estor y la lámpara colgante que casa más con los estilos urbanos. ¡Ideal!

Tonos oscuros como el gris con el que se ha pintado la pared de este cabecero también funcionan en el dormitorio. Aquí, se le ha dado luminosidad con el blanco y calidez con el beige de las cortinas y ropa de cama. También las fibras naturales tienen su protagonismo, con los individuales convertidos en decoración para la pared del cabecero y el banco de mimbre a los pies de la cama. 

Los cabeceros de capitoné son el mejor recurso si quieres darle a tu dormitorio un estilo clásico y que nunca pase de moda. Para potenciarlo, emplea como base en la decoración colores neutros como el blanco o el beige, y lleva el color mediante pequeñas dosis en los complementos textiles. Aquí el verde es el color elegido para dar un toque de frescura y vitalidad. 

La decoración natural está de moda. Materiales como la madera, las fibras vegetales o los tejidos de lino y algodón son tendencia. Por acercarnos a la naturaleza y por el poder que tienen a la hora de crear atmósferas cálidas y relajadas, han conquistado todas las estancias de a casa y el dormitorio no iba a ser menos. "Combina muebles y detalles en estos materiales con una paleta de colores suaves y tranquilos", aconseja la interiorista.

Si eres de las que te gusta dormir acurrucada en la cama, te encantará este cabecero tan recogido: sus extremos en ángulo crean una sensación envolvente y confortable. Duermas solo o acompañado, ¡los paneles laterales de este cabecero te abrazarán y acogerán en tus sueños más dulces! Una gran idea para decorar el dormitorio de forma original. 

Si te gusta leer antes de dormir, o ver alguna película en la cama, elige un cabecero que tenga un diseño acolchado, liso y sin ribetes: ¡son supercómodos para la espalda! Con una mesita de madera al natural al lado y un flexo articulable metálico, te quedará una habitación con un look muy actual a pesar de ser un dormitorio clásico. 

El acabado vintage de un cabecero de capitoné añade encanto y un toque a un dormitorio romántico, especialmente si su tacto es aterciopelado y en un color vivo apastelado como el de este dormitorio. Antes se relacionaban mucho con lo clásico, pero ahora han revivido para demostrar la elegancia y comodidad, y su infinito abanico de posibilidades de decoración. 

Un cabecero tapizado y con tachuelas siempre es atemporal, elegante y, en dormitorios modernos, queda de maravilla. Si lo combinas con textiles alegres en contraste como el gris y el amarillo, tal y como ha hecho la decoradora Cristina del Valle en esta estancia, verás que hacen una excelente pareja. 

Este cabecero de madera y fibras naturales, concretamente de ratán, se ha colocado sobre una pared empapelada con motivos vegetales y junto a una mesilla de madera. La combinación de todos los elementos crea un estilo campestre muy acogedor y original para el dormitorio. 

Los cabeceros tapizados en lino son un clásico que siempre funcionan. Natalia Zubizarreta ha recurrido a ellos sin dudar en este dormitorio. La habitación ha ganado estilo no solo por la elección del tejido, sino por la del color, un azul mar muy refrescante, y  por el tamaño, a medida. ¡Todo un acierto! El discreto papel pintado queda en un segundo plano.

Si piensas que un cabecero tapizado en un color neutro puede llegar a ser anodino, este modelo viene a rebatirlo. La interiorista Emma Arenzana nos sorprende con este cabecero ribeteado y adornado con tachuelas. Estos pequeños detalles son capaces de darle un plus decorativo y de llevar tu dormitorio a otro nivel: atemporal, confortable y elegante.

¿Un cabecero tapizado en blanco puede elevar el estilo de un dormitorio? Sí, y la prueba es este ejemplo. La interorista Synne Brendmoe eligió este modelo adrede para que brillara en la habitación: de lino blanco y con orejas que llegan hasta el suelo, da calidez y luminosidad a la estancia. Una excelente demostración de que lo sencillo no tiene por qué ser soso.

Un cabecero diferente, que se sale de lo normal decorativamente hablando, es capaz de elevar una estancia de nivel. Fíjate en este. La interiorista Bárbara Serra eligió un modelo de olmo tallado que destaca en la pared pintada en verde. Una buena manera de hacerlo protagonista y crear un efecto envolvente.

Normalmente, los cabeceros están pegados a la pared. Pues bien, este modelo diseñado por Asun Antó ni siquiera la toca. En forma de murete, la interiorista lo ha actualizado con papel pintado a rayas. Te gustará saber que por detrás es una cajonera de roble y en esa zona ha ubicado el baño y el vestidor. ¡Es asombroso como un sencillo cabecero puede elevar la categoría de un dormitorio!

La originalidad es una cualidad capaz de elevar el estilo decorativo de cualquier espacio. En este dormitorio, la interiorista Begoña Susaeta lo llevó a sus últimas consecuencias, al prolongar el laminado del suelo por la pared, a modo de cabecero, hasta hacerlo llegar al techo. Acompañado de molduras a los lados solo nos queda decir una palabra: IM-PRE-SIO-NAN-TE.

Nos gustan los cabeceros de capitoné por su elegancia innata. La interiorista Natalia Zubizarreta eligió para este dormitorio con molduras blancas en pared un modelo de capitoné en color gris. Su sola presencia logra elevar el estilo de este dormitorio clásico.

Hacer del defecto virtud es lo que ha hecho en este dormitorio la interiorista Pía Capdevila. Ha transformado el hueco del antiguo cabecero en elemento decorativo. ¿Cómo? Con una estructura de lamas de madera que se prolongan hasta el techo colocadas por delante y unos leds imperceptibles colocados por detrás. La habitación ha ganado personalidad por el día y por la noche.

¿Puede la fibra natural, un material sencillo y rústico, ser capaz de elevar el estilo de un dormitorio? Sí, y como muestra valga este ejemplo. La interiorista Júlia Casals diseñó este fantástico cabecero a partir de una alfombra de ratán ¡y el resultado no pudo ser más favorecedor! Nunca un complemento tan sencillo se convirtió en una pieza tan especial.

Si quieres darle a tu dormitorio un aire señorial, coloca un cabecero tan sugerente como este. Diseñado por la interiorista Jeanette Trensig, es la propia pared la que hace de cabecero, pero no una pared cualquiera. Se ha enmarcado de cuarterones de madera y se ha pintado en un verde que da serenidad, frescor, calma... y mucho estilo.

Este modelo, diseñado a medida por Solange Van Dorssen, en blanco y madera nos encanta especialmente porque da al cabecero de obra una vuelta de tuerca. Se prolonga hacia los lados en forma de cajoneras para tener un almacenamiento extra. Un diseño ingenioso e innovador que eleva con creces el estilo de este dormitorio.

Nunca un revestimiento cerámico dio tanta calidez y estilazo a un dormitorio. Sí, este cabecero aparentemente de madera, es en realidad un gres porcelánico muy fácil de mantener. Lo eligieron las interioristas Loreto Prieto y Elena Llorente y no puede ser más acertado. Extensivo hasta el techo, actualiza la estancia en un plis plas.

Los cabeceros de obra son prácticos pero también muy decorativos. Nos gustan por su versatilidad, lo mismo sirven de cabecero que de mesita de noche o repisa. ¿Quieres actualizar el tuyo a tope? Combínalo en blanco y madera, como ha hecho aquí la interiorista Beatriz Hernández, ¡y tu dormitorio ganará estilazo! 

"Si no te caben unas mesillas de noche al uso, puedes elegir un taburete, o una mesilla redonda con balda inferior, te ayudará a aliger el espacio". 

"En dormitorios pequeños cada cm cuenta. Por ello, recomiendo apostar por apliques de pared en lugar de las típicas lámparas de sobremesa. Liberarás las mesillas y el espacio respirará más". Otra opción que gusta mucho es colocar lámparas de techo que iluminen las mesillas. 

"Para decorar la pared puedes añadir una serie de marcos con fotos en blanco y negro, o dos grandes cuadros verticales. Sí, grandes aunque el dormitorio sea pequeño! También puede funcionar colocar uno solo horizontal. Eso sí, intenta que los marcos sean ligeros", apunta la estilista. 

"En un dormitorio pequeño la cama es la protagonista: dale importancia a los textiles, ropa de cama y cojines. ¡Será donde se irá el ojo!", aconseja la estilista. 

"¡Alfombras siempre! Me gusta colocarla de la mitad de la cama hacia los pies. Si el espacio fuera muy muy reducido, entonces puedes colocar alfombras pequeñas a cada lado de la cama. Siempre lisas y en tonos neutros", apunta Sol. 

Los textiles naturales, tipo lino u algodón, y de colores naturales son los preferidos de El Mueble a la hora de decorar un dormitorio. Y, cuando se trata de un dormitorio pequeño, ¡son casi una obligación! "No lo dudes, escoge tejidos vaporosos y livianos en blanco o muy claritos para las cortinas y estores, verás como entra más luz en el dormitorio ampliándolo visualmente", sostiene Sol. 

El papel pintado es un gran aliado para decorar. Y en dormitorios  pequeños se convierte, casi, en un must, porque tiene un gran poder decorativo sin restar ni un cm útil. "Puedes empapelar la pared del cabecero y darle un toque de textura para hacerla acogedora con papel pintado. Hay diseños con imitación lino, espigas o rafia muy logrados", explica la estilista de El Mueble Sol van Dorssen. 

Si tienes un piso pequeño, es una regla básica: elige telas de colores muy claritos para las cortinas, blanco, beiges, grises muy suaves..., ya que los colores son un factor fundamental a la hora de intentar cambiar las proporciones de una estancia. Los tonos claros no solo dejarán pasar mayor cantidad de luz y multiplicarán visualmente el espacio, sino que aportan frescura y al mismo tiempo sencillez. 

Aunque hemos comentado que en un piso pequeño siempre es mejor apostar por cortinas lisas en vez de estampadas, las rayas son una excepción. Las rayas verticales crean el efecto óptico de alargar visualmente el techo, y a mayor altura mayor sensación de amplitud. Recomendamos que optes por rayas finitas, tipo diplomática, serán discretas y no recargarán la decoración. Y mejor que la base sea blanca o neutra. 

Los cuadros y las láminas decorativas pueden reinventar por completo el ambiente de un dormitorio. Los más indicados son aquellos que evoquen paisajes relajantes y generen armonía, como por ejemplo, el mar.

Las influencers nos han dejado claro que la decoración de estilo boho está de moda, y en dormitorios de parejas jóvenes, ¡las alfombras bereberes son lo más! Gracias a ellas, las habitaciones se vuelven acogedoras en un santiamén. Además, no solo son un complemento básico para dar estilo al dormitorio, sino que también aíslan y protegen la pisada. 

A la hora de decorar el dormitorio de una pareja joven, es importante que haya elementos originales e inesperados, como un papel pintado con motivos botánicos en la pared del cabecero que lleve la atención del ojo a esta zona. Es una opción fresca y dinámica de dar vida a la pared, decorarla y crear un punto focal en el que se posen todas las miradas. 

Si lo del papel pintado no te convence y prefieres dejar las paredes en color liso, otra opción ideal para parejas jóvenes es elegir un cabecero de cama con un diseño catch eye. Aquí, los motivos botánicos vuelven a ser protagonistas.

Las habitaciones pequeñas también pueden contar con vestidor, aunque obligan a ser más creativas. En esta de la imagen, por ejemplo, a la interiorista Begoña Susaeta se le ha ocurrido colocar los armarios tras el cabecero y crear un mini vestidor. Para que no de sensación de tubo, colocó un espejo en la pared que amplía la zona.

Si cambiasteis las antiguas puertas por unas más modernas pensando, para algo las usaré. ¡Este puede ser su destino! Píntalas de un color vibrante o recupera el estado natural de la madera lijándolas y colócalas a modo de cabecero en la habitación. Dependiendo del color que elijas, el resultado será más rústico, más vintage o más veraniego, pero la inversión será mínima.