Tapizados, de madera, de forja… ¿Pero te has planteado poner un cabecero de obra en tu habitación? Son decorativos, aíslan aún más del exterior y son el aliado perfecto de dormitorios en los que hay que aprovechar cada milímetro. ¿Lo mejor? Que puedes integrar las mesitas en hornacinas o huecos en el mismo cabecero. Ganaréis en espacio, pero, sobre todo, en amplitud visual.

Que no te traiga de cabeza
¿Sabes que se llevan los cabeceros de pared a pared?
La gran ventaja de un cabecero de obra es que será completamente personalizado. Tú decides su altura, anchura, si tendrá hornacinas para hacer las veces de mesillas de noche… Y su acabado puede ser el mismo que el resto de la pared o diferenciarlo con revestimientos. Un recurso muy en tendencia es utilizar el sobre para colocar cuadros y todo tipo de adornos y figuras decorativas. Sin excederse, por supuesto. También forrarlo de madera, al igual que las mesitas, para darles mayor protagonismo.

MUEBLES CON TRUCO
Muebles a medida: estos cabeceros son muy ingeniosos
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