Cómo decorar el salón: claves para hacerlo bien

¿Cómo? ¡Con muebles grandes! Los pequeños, al contrario de lo que pensamos, empequeñecen el salón. Lo mismo ocurre con los suelos de las lamas de madera estrechas o baldosas pequeñas. Es preferible "pensar a lo grande". ¿Quieres que el salón parezca más grande? Tonos claros, ventanas despejadas, luz natural, lámparas en cada rincón para no generar sombras, muebles de poca altura, mucho orden… Esto es de aplicación a un salón comedor de 25 metros cuadrados, a uno grande o a un salón pequeño.

Junto a la linealidad que ofrecen la estantería, el sofá o la chimenea (si tienes), elige mesas circulares o sin aristas, pufs y alfombras redondas o butacas con curvas que le den al salón dinamismo y faciliten el libre movimiento en la zona de estar. En este salón, se combinan líneas rectas y curvas logrando un equilibrio perfecto. Es un truco perfecto para saber cómo decorar un salón moderno y elegante.

¿Estás cansada de colores claros en las paredes del salón y quieres darle un nuevo look? ¡Atrévete a pintar una pared de un color diferente! Eso sí, en el resto del mobiliario deberá predominar la neutralidad. Verás cómo lograrás un espacio súper personal. Y puedes integrar un mueble más voluminoso, pintándolo en color, como en este salón.

La clave para ganar espacio es despejar el salón. ¿Cómo? Con muebles a medida de pared a pared o de suelo a techo en el mismo tono de la pared. O con tonos claros. Mobiliario de poca altura que no entorpezca ni cree "obstáculos visuales".

En términos de decoración y distribución de salones, hay que empezar por las piezas grandes: el sofá, el mueble de TV y la mesa de centro. Además, hay que tener en cuenta las proporciones y la ubicación de ventanas y radiadores para encontrar el mejor sitio para colocar los muebles. Una vez dispuestas estas piezas en su lugar, pasemos a los detalles más personales para decorar el salón definitivamente: ¿tienes muchos libros? ¿Necesitas disponer de más asientos? Adapta el espacio a tus necesidades antes de elegir los complementos y pequeños muebles que completarán la decoración del espacio.

Los grandes ventanales proyectan la vista hacia el exterior (jardín o terraza). Prolongar los espacios y la sensación dentro-fuera ¡funciona al decorar el salón! Se amplían las estancias y se llenan de encanto.

Unos estantes en la pared o una estantería abierta, tú decides qué poner según el número de piezas que quieras colocar. Ya sean libros o vajillas, el orden debe ser prioritario. En el caso de los libros, recuerda colocarlos en horizontal y vertical y entremezclarlos con objetos decorativos no muy grandes, como en la imagen. Para las vajillas, puedes apilar algunos elementos dejando otros huecos más despejados. Procura mantener la zona limpia: la acumulación de polvo es el gran inconveniente de este tipo de muebles. Pero hay muchas más ideas para decorar estanterías abiertas. 

Abrir el salón hacia un recibidor espacioso, una zona de paso o una escalera hará que se amplíe. Los límites se pueden crear con la distribución y con muebles, pero disfrutar de la continuidad que no favorecen los tabiques convencionales.

Entre abarrotarlas y dejarlas desnudas hay un término medio que es el correcto. Decora las paredes con cuadros, fotos, estantes o molduras y les darás protagonismo. En este salón moderno y elegante, se ha optado por unas molduras colocadas en vertical y horizontal, que adornan por sí solas, dándole a la estancia un punto grácil y sofisticado. Suma el cuadro de tamaño XXL.

Ya sabes que es uno de los trucos infalibles para ampliar visualmente los espacios. Un espejo apoyado en la chimenea, como el de la imagen, o en la pared del sofá ¡hace milagros! Además, la luz se refleja en él con lo que la luminosidad se multiplica. ¿Uno o varios? Es preferible poner uno grande que varios pequeños. ¿Otra opción acertada? Ubicarlos enfrentados. Puedes sacar mucho partido a los espejos en salones rectangulares o estrechos, por ejemplo.

Ya sea un espacio de trabajo que tiene que estar en el salón, una zona de lectura o el comedor. Es posible que tu salón comparta espacio con el comedor, pero ¿cómo puedes dar a cada uno un ambiente diferente? Puedes jugar con un zócalo o con el papel pintado, también con molduras, dejar que los cuadros enmarquen un rincón o hacer que el sofá y un mueble adosado a su trasera delimiten. A pesar de marcar diferencias, puedes integrar salón y comedor, por ejemplo, dándole homogeneidad y armonía al conjunto con los mismos acabados, colores y estilo.

Con las alfombras también puedes potenciar la delimitación de ambientes en un mismo espacio compartido. Con ellas no solo se aclara el suelo (y se protege), sino que se demarca.

Si estás deseando ir a casa de tu madre o de tu suegra para hacerte con esa vitrina o cómoda a la que has echado el ojo hace tiempo, ¡tranquila, todo llegará! Y es que, a nosotras como a ti, cada vez nos gusta más la mezcla de lo nuevo y lo viejo (mix & match). Es una manera muy sencilla de poner en alza la decoración del salón a la vez que traes a tu memoria tan buenos recuerdos. ¿Qué no tienes nada que heredar? Visita mercadillos: ¡son una auténtica caja de sorpresas!

Todo depende de la dimensión del salón y de tu gusto personal. Las mesas de centro no son indispensables, pero indudablemente resultan útiles. Si te decides a ponerlas, optimiza: una o dos, redondas o cuadradas, una grande, con espacio de almacenamiento… Elegir la mesa de centro adecuada es un paso importante en la decoración del salón. Dedícale tiempo.

En el salón también se necesita espacio para guardar. En función de eso, no te quedes corto con los muebles. Los diseños a medida pueden tenerlo todo. Pero también una bancada baja puede ganar en profundidad y tener cajones de gran capacidad.

Como es un elemento que en muchas ocasiones destaca demasiado, si buscas un espacio sin televisor, ocúltalo en un mueble que te permita disfrutar de una película cuando quieras, sin tener que ver la pantalla de manera continua. Los paneles deslizantes son una buena solución, como en este proyecto de Natalia Zubizarreta Interiorismo. Aplicable tanto en salones grandes como en salones pequeños. ¡Siempre se gana!

Si te gusta el arte en su amplio sentido de la palabra, no dudes en hacerte con alguna pintura o escultura, colocarla en el salón y lo revalorizarás al instante. ¿No tienes presupuesto para adquirir una obra de un artista de renombre ¡no importa! Siempre hay autores emergentes ¡que quién sabe a dónde pueden llegar con el paso del tiempo! Como idea para decorar un salón moderno: escoge obras contemporáneas, llamativas y minimalistas. 

Es una de las principales por apoyar en ella el sofá, ese elemento imprescindible en el salón. Su decoración marca el estilo. Puede que una pared desnuda haga que el ambiente se sienta vacío y frío. ¡No lo consientas! Hay que pensar en la decoración de la pared del sofá y que esta encaje con la del salón. 

Y no nos referimos únicamente a vestirlas con las cortinas adecuadas, sino a usarlas como espacio para crear un bonito mueble bajo a medida que además sea un banco en el que sentarse a contemplar las vistas que ofrece el ventanal. La zona se convierte en un auxiliar perfecto cuando hay visita reunida alrededor de la mesa de centro.

En él te sientas a descansar, a ver la tele y a mantener conversaciones sinfín con los tuyos. Sin duda, es el elemento más importante del salón porque no deja de ser un lugar de encuentro. Por eso, tómate tu tiempo para elegir el modelo que mejor se adecúe a tu espacio y a tu forma de vida. Un sofá en forma de L, como el de la imagen, ocupará menos y aumentará el número de plazas. Y si estás cansada de ver el mismo sofá, quizá es hora de retapizarlo o de ponerle una funda que le dé otra apariencia. ¡Será como estrenar uno nuevo! ¿Quieres saber cómo acertar elegir el sofá?

Colocar una butaca o dos, juntas o una a cada lado del sofá, servirán para cerrar la zona de estar con broche de gala. Puedes elegirlas con la tapicería a juego o de diferente diseño, si quieres darles a los sillones más protagonismo. Descubre otras combinaciones de sofá y butacas igual de acertadas. 

Si no cuentas con un radiador muy estético o este ocupa una posición destacada en el salón y no puedes evitar odiarlo ligeramente, intégralo en un mueble u opta por un cubre radiador que disimule su presencia. Úsalo, como aquí, como soporte para lucir algunos cuadros.

Llevar las plantas al salón es una buena idea para completar la decoración, darle vida y hacerla más fresca. Úsalas en versiones pequeñas sobre muebles, agrupadas en bandejas y combinadas con velas; o en versión grande en un rincón.

No solo con plantas, como acabamos de ver. Puedes decorar el salón con un gran fijo acristalado que deja disfrutar de la vegetación al otro lado, con un mural que represente vegetación, con papel pintado… Diferencia un espacio de charla o lectura con este elemento.

Una buena iluminacióm en el salón es fundamental para el bienestar y una decoración de diez. Y más aún en el salón: el espacio más social de la casa. Eso sí, intenta no abusar de los focos empotrados, porque tu salón puede acabar pareciendo una pista de aterrizaje. Para decorar tu salón con gusto, la luz debe ser indirecta, con lámparas de pie, de lectura y de mesa que ambienten en varias direcciones. Si puede ser, de intensidad graduable con reguladores o domótica. Y, sobre todo, ¡luz cálida!

El papel pintado también es para decorar el salón, una pared o varias, una franja, el espacio dentro de una moldura o el techo. Hay una variedad tan amplia que es posible aportar textura y color sin destacar demasiado o elegir un papel pintado llamativo.