La intervención más importante en este proyecto fue la reubicación de la cocina, que, originalmente, se encontraba en el fondo de la vivienda. "La idea inicial solo era reformarla y darle un toque diferente, pero después de analizar distintas propuestas vimos claro que la mejor opción era desplazar la cocina a la fachada principal, darle un lugar prioritario. Los dueños eran reacios a meterse en una obra tan grande, pero ahora están encantados con el resultado. Es un espacio alegre, muy luminoso, con unas vistas maravillosas y acceso a la terraza", cuenta Sandra.
El equipo de Sandra Vergara Studio diseñó la cocina en forma de L, con una península que hace las veces de barra de desayunos y delimita la cocina de la zona de office, ubicada junto a la entrada de luz natural. El mobiliario blanco se fusiona con las paredes y luce con estilo unos sofisticados tiradores dorados.