Molduras

Si te fijas, este pasillo resume muy bien todo lo dicho hasta ahora: está pintado en un color claro, se ha sustituido la puerta por un vano y se ha decorado con molduras y alfombra. ¿Dos sugerencias más? Una alfombra de fibras naturales y una combinación de molduras en horizontal y vertical son otras opciones que funcionan. Las ha adoptado aquí la interiorista Sylvia Preslar con éxito rotundo.

Pintado con colores llamativos, decorado con papel o tela, enriquecido con molduras o rosetones, con vigas que imitan madera, con listones entrecruzados… Como quieras, pero hazlo. Pon atención al techo de tu salón y sácale partido a sus posibilidades decorativas.

Nada como una cómoda recuperada, un sinfonier de herencia o un buró rescatado de un anticuario para dar estilo decorar un dormitorio clásico. Junto con las molduras de las paredes y el cabecero de líneas curvas, el resultado es acogedor, cálido y atemporal. 

Un dormitorio clásico no está reñido con la sobriedad y la elegancia. En este caso, el cabecero tapizado en color gris y la ropa de cama color arena consiguen crear un ambiente elegante y relajado. Son las molduras las principales responsables de su marcado estilo, así como la mesita de noche y la lámpara de sobremesa con la pantalla en tejido plegado. 

El tono piedra de los muebles convierten a esta cocina en un espacio elegante y señorial. Los frentes mezclan revestimientos acanalados con cuarterones, en los armarios y cajones inferiores, y cristal enmarcado, en las vitrinas superiores. Un resultado muy chic que contrasta con la lámpara de cobre de factura industrial.

En esta cocina abierta, se eligieron unos frentes de armarios y cajones en blanco impoluto y decorados con cuarterones. Una apariencia sencilla, clásica y atemporal a la que se le añadió unos tiradores vintage, ovalados y dorados muy originales.

Por arriba y por abajo, esta cocina se ha amueblado con armarios color topo suave muy bien enmarcados con cuarterones anchos en sus frentes. Las responsables de este estilo minimalista son las interioristas Laia y Marina Reguant. Además de esta posibilidad, también puedes elegir molduras enrasadas, es decir, cuando los cuarterones forman parte del frente y no están añadidos a él. Suelen ser más caros, debido a su trabajo artesano pero su diseño atemporal hace buena la inversión.

Verticales u horizontales, los frentes de armarios blancos y con molduras iluminan esta cocina en forma de U que, aunque pequeña, derrocha estilo. La interiorista Verónica Mimoun eligió pomos redondos para los armarios superiores y tiradores, en los inferiores. Su nexo común es que ambos son metálicos.

Los frentes de armarios de cocina puedes envejecerlos, si quieres conseguir un look vintage o actualizarlos si, por el contrario, deseas quitarles años. Es lo que ha hecho la interiorista Lourdes Pérez en esta cocina. Sus puertas originales eran de madera oscura, algo que le echaba años encima. Se decidió lacarlas en un tono gris claro. Gracias a él, la cocina ha ganado en amplitud y luminosidad. Los tiradores antiguos también se sustituyeron por unos cromados, más modernos.

Frente al liso total, otra opción para los frentes de armarios de cocina es decorarlos con molduras o cuarterones. Es el llamado estilo shaker (secta utópica que emigró al Nuevo Mundo en el siglo XVIII) caracterizada por el diseño sencillo, austero y con cierto aire rústico que también llevaron a sus cocinas. Su carácter artesano, funcional y atemporal hace que hoy prevalezca, como en esta cocina clásica con frentes de madera pintada en un suave tono gris con pomos pequeños, redondos y negros. Los muebles altos se sustituyeron por unas baldas de madera.

Maderas nobles, colores claros y molduras en las paredes son otras  características a aplicar en tu dormitorio clásico. Este de la imagen las cumple a rajatabla. Y para quitarle seriedad al ambiente, se han colocado de forma desenfadada un espejo de gran tamaño y un cuadro, simplemente apoyados. 

Si te gustan las molduras clásicas pero quieres darle un aire moderno a tu dormitorio ¡mira la propuesta que hace Miriam Barrio! La interiorista presenta los ornamentos lisos y transversales para dinamizar las paredes y, en lugar de lacarlos en blanco, lo ha hecho en un tono azul grisáceo que les da personalidad. Los detalles en dorado y la ropa de cama en color caldera reavivan la estancia.

Lo tienes claro. Quieres un estilo clásico para decorar tu dormitorio. En él no pueden faltar molduras en paredes y un cabecero tapizado. Tal y como hizo aquí la interiorista Natalia Zubizarreta quién creó una base en blanco luminoso acompañada de muebles de madera y linos en color tostado y verde agua.

Los techos altos en un pasillo estrecho pueden incrementar esa sensación de oscuridad. Pero también es cierto que te permitirá colocar unas lámparas esculturales como las de este pasillo, así como decorarlo con llamativas molduras tanto en techo como paredes. 

Para decorar el dormitorio, pusieron un cabecero en lino y con un ribete de color negro que "completa ese estilo sereno y sofisticado que buscábamos", afirman los dueños. "El toque cálido y natural lo ponen las mesillas y el banco de madera, que ya tenía la propietaria", explica Eva.

"Tanto en la pared principal del salón como en el dormitorio pusimos molduras de Orac Decor, que aportan un aire muy elegante", explica la interiorista. 

Los pasillos con ventanas gozan de más luz. Una característica que permite pintar sus paredes en tonos oscuros. La interiorista Judith Farrán se ha decantado aquí por una zona de paso elegante y sofisticada al revestirla con un arrimadero decorado en blanco y las paredes en un gris antracita, casi negro. La carpintería y los techos con molduras continúan en blanco para jugar al contraste.

¿Quieres pasar de un pasillo soso a uno de revista? Decóralo con molduras que lleguen hasta el techo para un efecto más envolvente. Y pinta toda la pared, como se ha hecho aquí, en un tono neutro suave. Un gris soft es perfecto y combinado con el blanco del techo multiplica la luz y le da a la zona cierto aire clásico.

Las molduras siguen en auge y le dan ese aire clásico y elegante a cualquier salón. En este de la imagen, las paredes con molduras se han pintado en un delicioso color crema excepto sus interiores que se han rellenado en blanco. ¿El resultado? Realzar aún más su luminosidad. ¡Con los textiles tapizados en rosa logran un ambiente súper romántico!

Una chimena falsa puede ser algo más que una pieza decorativa. En este salón la interiorista Miriam Barrio la ha convertido en un lugar extra de almacenaje donde guardar sábanas y mantas para el sofá cama. Unas puertas de madera con lamas superpuestas ocultan su interior.

Puesto que en su interior nunca se iba a ver el fuego crepitar, Miriam convirtió la chimenea decorativa en un elemento práctico: una zona de almacenaje extra donde guardar ropa de cama. Unas puertas de madera ocultan las baldas.

En un espacio blanco, la presencia de madera sienta fenomenal. Este dormitorio grande con elegantes molduras en las paredes es buena prueba de ello. No hace falta que la madera sea toda igual. La mezcla de distintas tonalidades y veteados le va genial. Añade algo de fibra —una alfombra o una butaca como aquí— y te quedará una estancia redonda.

¿Quieres darle textura a las paredes lisas del salón? Coloca unas molduras decorativas ¡son tendencia y quedan fenomenal! Ligeras, fáciles de instalar, se pueden pintar y en Orac Decor disponen de una gran variedad de versiones flexibles. La interiorista Miriam Barrio colocó unos modelos lisos y blancos en las paredes de este salón. Sobre el sofá, un cuadro queda enmarcado por una de ellas. ¡Qué elegante!

¿Y eso qué es, te preguntarás? Las formas orgánicas son aquellas que tienen un contorno irregular, caprichoso que, a menudo, intentan imitar las formas de la naturaleza (nubes, árboles, montañas...). Ahora lleva este concepto a la decoración de tu salón grande ¿Cómo? Eligiendo muebles sinuosos, de diseños originales que no dejen indiferente a nadie. Las butacas, las mesas de centro, la lámpara de pie o las mismas teteras, jarrones o molduras son buen ejemplo de ello en el salón de la imagen. Gracias a su presencia se ha conseguido un espacio relajado y acogedor.

Nadie como ellos para proteger y decorar las paredes. Si cuentas con un arrimadero en tu recibidor y quieres darle un toque más actual, adórnalo con molduras. Cortadas a medida, solo tendrás que fijarlas a la pared y crear pequeños cuadrados o rectángulos. En poco más de media hora los tendrás listos. En este recibidor, Solange Van Dorssen optó además por empapelar la parte superior. ¡Una combinación súper!

El tamaño adecuado, asientos deslizantes que lo hacen súper cómodo, respaldo alto, tapicería desenfundable, almacenamiento bajo los asientos, convertible en cama y en un color claro, como siempre has querido: tu nuevo sofá ha llegado a tu salón para quedarse porque lo tiene todo. O al menos, todo lo que tú quieres. ¿Será por eso que estás deseando llegar a casa para tumbarte en él? La interiorista Sandra Vergara ha elegido en este salón un sofá blanco repleto de cojines.

Las molduras están de plena actualidad y aunque son un ornamento clásico no hay nada como ponerlas en casa para saber que estás en la onda decorativa. Su fácil instalación, gracias a  su ligereza, permite colocarlas en la pared  en menos de una hora. Pide que te las corten a medida y solo tendrás que pegarlas a la altura que desees. Estas de diseño sencillo dan al dormitorio cierto aire señorial pero con la moderna lámpara suspendida y las mesillas doradas el espacio ha rejuvenecido por completo. 

"Esta vivienda no solo forma parte de la Casa Parés de Plet, un edificio modernista catalogado del arquitecto Bonaventura Bassegoda i Amigó construido en 1912. Además, hasta hace poco nos servía de oficinas a nuestro estudio de interiorismo", nos cuentan Chone de la Sotilla y Lluisa Deulonder, del conocido estudio Deulonder (autoras por cierto de cocinas inolvidables).

Si unificas las paredes, el techo y el suelo de tu pasillo y eliges un color claro, ampliarás visualmente el espacio, ya que los límites quedarán diluidos. Y para hacer que el resultado sea más cálido y acogedor, nada como colocar molduras en el techo y las paredes. Una idea de lo más decorativa y muy fácil de llevar a la práctica.   

Si no te gusta ese aspecto de cocina uniforme y prefieres un diseño que rompa esa homogeneidad, atenta a este frente ideado por Pía Capdevila. La interiorista ha elegido unas puertas con molduras lacadas en gris y pequeños tiradores en acero inoxidable que le dan dinamismo. Dentro de los armarios hay espacio para ocultar el frigorífico, la lavadora y la caldera.

¿Pero dónde está la cocina, te preguntarás al mirar esta foto? ¡Y no es para menos! Los estantes abiertos de roble, las lámparas de diseño, el grandioso espejo o los pequeños frentes panelados, a juego con las molduras del comedor, han hecho que la cocina en sí casi desaparezca del mapa. La responsable de la hazaña es la interiorista Miriam Barrio.

Y puesto que el verde es relajante, qué mejor que llevarlo al dormitorio. La interiorista Cristina Mas Mir ha pintado las paredes decoradas con molduras en un verde aguamarina súper desestresante que invita a conciliar el sueño. Una butaca y la ropa de cama en color mostaza logra dinamizar el ambiente.

Con una pared tan espectacular como esta, decorada con molduras blancas ¿quién necesita cabecero? El propio muro acicalado se alza como protagonista y se convierte en el luminoso cabecero de cama de este dormitorio. Y para no restarle protagonismo, a los pies se ha colocado un sencillo banco de bambú, a juego con la butaca.

¿Hay algo más sofisticado que decorar la pared del cabecero con unas molduras? Píntalas siempre del mismo color de la pared para que se integren. La interiorista Natalia Zubizarreta se ha decantado por ellas en este dormitorio. Los rectángulos verticales y horizontales que forman ensalzan el cabecero tapizado en capitoné. Y además ha incorporado la iluminación en forma de apliques de cabezal orientable.

Los espejos con cuarterones, también llamados de ventana, se han convertido en un imprescindible para decorar las paredes. En el recibidor, el salón o el dormitorio, como aquí, quedan perfectos sobre un mueble. Rematados con un arco, de aire industrial (como este de Maisons du Monde) o más palaciegos, hay modelos para todos los gustos. Con marco y cuarterones oscuros destacan más. 

EL TRUCO DECO. Colocado en vertical te ayudará a ganar sensación de altura. En horizontal, puede ensanchar un espacio. 

Las de poliestireno se pegan a la pared (siempre que no tenga gotelé) con adhesivo. Da una mano en pintura color blanco roto en la pared. Mide y corta las molduras a inglete con un cúter. Marca los entrepaños y pégalas bien alineadas. Deja secar y aplica otra mano de pintura. 

Ahora que se llevan tanto las paredes con molduras, puedes aprovechar una de ellas para colocar un cuadro sugerente. Así quedará doblemente enmarcado. En este dormitorio, la interiorista Cristina Mas Mir ha colgado bien centrado un delicado bodegón de flores en un lateral de la ventana.

¿Quieres un dormitorio que destaque por su elegancia? Decora sus paredes con molduras blancas de diferentes formas y tamaños. Además de presencia, le darás textura, movimiento y luminosidad. 

Además de amplio, quieres que en tu vestidor entre la luz a raudales. Con armarios que vayan de pared a pared y de suelo a techo, para tener ordenada la ropa de todas las temporadas, e intercalar puertas abatibles y correderas. Si sueñas con un espacio que destile diseño, opta por recuperar unas puertas antiguas de madera con elegantes molduras. Lácalas en blanco para actualizarlas, como estas de la imagen. ¡Menudo estilazo tienen!

Prefieres dejar preparada por la noche la ropa que te vas a poner al día siguiente. Podrías depositarla sobre una silla o en la percha colgada del pomo del armario pero te gustaría contar con un sitio concreto para que no se arruge. Piensas que lo ideal es un galán de noche pero ¡los diseños son tan clásicos! No, no todos y si no mira este de la imagen. Sencillo, moderno y en blanco, como a ti te gusta.

Te interesará saber que este recurso ornamental en relieve data de la época griega aunque es en el siglo XVIII cuando su uso se extiende. Hoy, como ayer, siguen decorando paredes y techos dando volumen, dinamismo y distinción a las estancias. Tanto es así que cada vez son más los interioristas que apuestan en sus proyectos por molduras de escayola, poniéndolas así en órbita de nuevo. Si las usas en paredes —como las de la imagen— te ahorrarás decorarlas porque ellas ya son por sí mismas todo un adorno. 

¿Qué efecto quieres conseguir en tu estar? Si buscas darle un toque de discreta elegancia opta por decorar tu salón en gris y rosa. ¡Te sorprenderá el resultado! En este de estilo clásico se enfatizaron las molduras pintándolas de un rosa soft con casetones en blanco, a juego con las butacas y los textiles. ¿Quieres un tip infalible? Mezcla varios tonos de la gama de los rosas, más suaves y más fuertes, para evitar un ambiente plano (y aburrido).

El salón y el comedor de esta casa se dividieron con unas puertas correderas que permiten integrar o separar ambos ambientes, según se desee. El marco de la puerta se ha enriquecido con molduras superpuestas cortadas a inglete que cantean y dan volumen al vano. Para contrastar con el color beis de paredes y puerta, el marco se pintó en un gris oscuro, a juego con la pared del fondo. 

¿Sabes que puedes combinar distintos materiales en tus molduras? Puedes ponerlas de poliestireno estruido, un material ligero y flexible, perfecto si las paredes presentan irregularidades; de escayola, en el techo y de madera o DM en paredes y puertas. Este salón-comedor de estilo modernista presenta cornisas y rosetones ornamentados en el techo de donde penden las lámparas y molduras lisas en  paredes y puertas. ¡Y lo mejor de todo es que ninguna es original, fueron hechas a conciencia! ¿La responsable? La interiorista Miriam Barrio que utilizó los poderes mágicos de las molduras.

¿Te encantaría tener una chimenea aunque solo fuera decorativa? La interiorista Miriam Barrio diseñó esta de obra con repisa y puertas de madera y la decoró con unas molduras exquisitas de diseño vegetal. Para remate, y como sus dueños no tenían intención de encenderla, convirtió su interior en una zona extra de almacenaje donde guardar ropa de cama. ¿No te parece una idea redonda?

En las casas centenarias eran típicos los rosetones en el centro del techo enmarcados por molduras rectas. Muchas veces de ellos pendían fabulosas lámparas de araña. A lo largo de este vestíbulo se han colocado molduras rectangulares en las paredes y en el techo arropando a unas luminarias mucho más discretas.

"El contraste entre lo clásico y lo moderno funciona", asegura Miriam Barrio, la interiorista que proyectó este arriesgado dormitorio. Cuenta con cabecero imitando a terciopelo y molduras en la pared en un potente color coral. ¡El efecto es espectacular! 

Fíjate bien porque en este salón hay molduras por doquier: en la boisserie, en la chimenea, en el techo de cornisas escalonadas, en las paredes...Todas ellas fueron “hechas ex profeso, por artesanos”, afirma la interiorista Miriam Barrio, autora del proyecto. La estancia respira un actualizado estilo clásico e irradia luminosidad, gracias al color blanco que se multiplica con los espejos semiocultos en las traseras de la estantería.