Las 5 mejores cocinas de Deulonder

Todo en esta cocina respira un aire americano, principalmente, por el tamaño de su isla y de su campana. Es un proyecto de Chone de la Sotilla y Berta Olivella que apostaron por el blanco para llenarla de luz. La isla mide 190 x 150 cm y está en el centro de la cocina. Es una práctica zona de almacenaje y trabajo y también incluye la barra de desayunos.

Para que la zona de comer quedara más "recogida" el techo es más bajo y se destaca con esta especie de arco que la enmarca. También queda flaqueado por dos vitrinas gemelas y la completa zona de desayunos, súper práctica junto al office. Este se compone de una banco corrido y silla tapizadas y una mesa de madera. El objetivo fue darle un aire muy acogedor. 

Los propietarios querían una cocina blanca y los contrastes en negro le dan un punto pretendidamente "neoyorquino", nos cuenta Chone de la Sotilla. Esta combinación está presente en el suelo porcelánico que imita al hidráulico, en la gran campana y en la carpintería. No te pierdas ni un detalle del resto de cocina. 

Esta cocina es, literalmente, el corazón de la casa de este proyecto de Deulonder. Mide 30 m² e incluye el comedor, la despensa de 2,5 m² y el lavadero. La isla, de más de 3 metros de largo, integra la zona de aguas y cuenta con una zona de barra para desayunos y comidas rápidas.

La propietaria quiso integrar el comedor en la cocina, así que Chone de la Sotilla, la artífice del proyecto, reservó la zona más luminosa y abierta al jardín para el que es el comedor titular de esta casa. Y para tenerlo todo más a mano se planificaron dos vajilleros gemelos, que salvan la ventana. Gracias a los bancos en este comedor pueden caber, cómodamente, más de 12 comensales.

La propietaria de la cocina tenía clarísimo que quería que tenerlo todo a mano. En su anterior casa la despensa no estaba en la cocina y no era nada práctico. Por eso aquí decidió integrar la despensa en la cocina. "Cocinar aquí es tan fácil... Todo tiene su sitio y en un momento está todo recogido", explica ahora. 

Donde había un tabique ahora hay una puerta corredera. Así pasó esta cocina de oscura a llena de luz. Ahora es mucho más cómoda ¡y bonita! Se trata de un proyecto de Chone de la Sotilla y Berta Olivella en el que la distribución en 'L' de los muebles de la cocina aprovecha la planta y la isla suma almacenaje con cajones y zona de trabajo.

La cocina tiene la particularidad que está dividida en dos estancias que se mantuvieron en la reforma: la zona de la cocina, no muy grande, y otra contigua de office. "Hemos dado continuidad a ambas con el mismo suelo, una imitación de hidráulico en blanco y negro que le da mucho personalidad" explica Chone. El office, además, queda enmarcado por un gran mueble que reúne vajillero y despensa.

El color del suelo ha marcado el de los muebles, un gris suave que se ha combina- do con encimera en blanco macael. "Todo el espacio tiene un look clásico actualizado -explica la decoradora. Querían que la cocina respirara el aire regio del piso por lo que se han puesto molduras, respetado la altura de los techos y se ha elegido una zona de cocción de aire retro. Los detalles de acero, por su parte, le dan un aire actual. Hay acero en el interior de los cajones, el embellecedor de la campana o los tiradores.

Esta cocina blanca de inspiración inglesa es un diseño de Lourdes Adell, de Deulonder Arquitectura Domèstica. Sus frentes alistonados, su gran fregadero y sus tiradores le dan un aire retro. Mientras la isla es la gran protagonista. De ella al propietario de esta casa centenaria le gusta que es grande para trabajar a gusto y también para comer a diario, tiene mucha luz y que no le falta detalle. 

En la pared el propietario no quiso azulejos, así que el equipo de Deulonder optó por revestirlo con Corian blanco. Este contrasta con la parte superior de las paredes en tono chocolate "como un guiño a los bombones After Eight, ¡menta y chocolate!” explica el propietario. No te pierdas todos los detalles de esta casa. 

La decoradora Milagros Agüero quiso convertir el pasillo que unía dos apartamentos en una cocina muy funcional. Necesitaba aprovechar al máximo los metros y encargó el reto a Deulonder Arquitectura Domèstica. "Cada cosa en el lugar en el que se necesita" fue el lema que siguieron para diseñarla. Por eso crearon una zona para almacenar, otra para preparar los alimentos y otra para cocerlos y, frente a ellas, un office que aprovecha el espacio bajo la ventana.

Una pared sin ventana es una pared que hay que aprovechar. Así lo pensó Deulonder Arquitectura Domèstica que ocupó esta esquina con mobiliario a medida hasta el techo. Al panelar la nevera ganaron espacio útil y, visualmente, dieron más uniformidad a la cocina. Todo está pensado, como la posición del microondas a la altura de los brazos, es donde resulta más cómodo para utilizarlo. No te pierdas el resto de sus ideas.