Cajas

Esta mesita de noche cálida y actual es, en realidad, una caja con ruedas de Maisons du Monde a la que la interiorista Paula Duarte le ha puesto un sobre de madera para convertirla en mesita. Puedes hacer una transformación parecida con una caja de madera de las que se usaban para transportar la fruta. Para ello tendrás que limpiar y lijar su superficie, añadir las ruedas y un sobre que encaje. Las ruedas son muy prácticas en una mesita, facilitan su movimiento cuando, por ejemplo, se pasa el aspirador. 

"Es un propósito facilísimo y que, a pesar de todo, no siempre llevamos a la práctica. Y es buscarle un sitio práctico y decorativo a los mandos y móviles. Una cajita de madera o de cristal decorará la mesa de centro y te ayudará a mantenerlos siempre localizados", recomienda Natalia. 

Si tenemos un cabecero tapizado a medida, recomiendo mantenerlo y retapizarlo o hacerle una funda. Los textiles actuales como el lino aportan un nuevo aire a cualquier cabecero pasado de moda.

Pocas cosas hacen más ilusión que decorar la casa con muebles y piezas construidas por ti mismo, incluso los pasillos. En el de la foto se ha montado un mueble estantería uniendo varias cajas de madera, como las viejas de fruta, previamente pintadas en tonos suaves: un verde menta, a juego con el color del marco del espejo y la pared, blanco y rosa palo. Para completar este conjunto, se ha añadido un banco rústico, un perchero y una gran lámpara de fibras vegetales.

Procura que estos aparatitos no terminen desperdigados por la mesa de centro o también te producirán sensación de estrés. Por si no lo sabías, un espacio caótico puede resultar incómodo para nuestros cuerpos. Mira de qué forma tan decorativa lo hemos solucionado: destinar una bonita caja o una bandejita para guardar mandos, móviles, auriculares y cargadores. Objetivo: tener una mesa de centro de revista.

Decorar tu casa con 20 años no tiene nada que ver con decorarla a los 40. Entonces, cualquier pieza recuperada se convertía en mueble de almacenamiento. ¡Y tú encantada! ¿Te acuerdas de las cajas de frutas y verduras que reciclabas en estanterías? Ahora que el tiempo ha pasado, es hora de abandonar la nostalgia, despedirte de todos esos contenedores y disfrutar de más espacio libre.

Cajas de madera

Anímate a montar tu propia estantería con cajas recuperadas. No te preocupes si son de diferentes formas y tamaños, se trata de colocarlas con gracia y decorar los fondos con papeles pintados que te hayan sobrado de alguna reforma o con pintura en tonos coordinados. 

Si entre tanta caja tienes alguna de vino con tapa corredera, resérvala para que tus hijos guarden sus muñecos (¡pueden caber todos sus SuperZings!). Otra opción es cubrir la tapa con pintura de pizarra y utilizarla para almacenar lápices y tizas. 

Las cocinas abiertas deben diseñarse como un mueble más. Al menos ese es el pensamiento del Estudio MoserMur que en este proyecto en blanco jugó con la altura de la campana y las cajas de pino, a un nivel más bajo para facilitar su accesibilidad. Todo queda integrado tras los paneles de DM lacados, desde armarios hasta electrodomésticos. El comedor al lado armoniza con la madera de los cajones. 

Logra este efecto pintado o unas de madera de color de la pared. Elige un tono claro como este verde agua. Alinéalas por parejas, más estético. Balda, 7 €, Ikea. Soportes, 2,95 €/unidad, en ferreteria.es. Un truco: pinta la pared con un verde con efecto relax. Consíguelo con la pintura Luxens Signature Cactus 5 de Leroy Merlin (24,99 €/4 l). 

La cocina es uno de los lugares donde más complementos de madera puedes encontrar: boles, utensilios, rodillos, cajas de almacenamiento... Manténlos en orden, bien colgados en una barra horizontal o dispuestos en estantes, por supuesto, de madera.

Guarda por talla 'en modo tienda' y por categoría. Si la ordenas por estación, podrás sacar todo lo de verano o lo de invierno de una sola vez. 

¡Hay qué ver con las cajas de madera y los cestos de fibra tan bonitos que hay para almacenar y te sigues empeñando en utilizarlas de plástico! Que no, no insistas. En El Mueble le hemos declarado la guerra al plástico y queremos que tú te sumes a ella.

¿Hay algo más adorable que un niño disfrazado? Realmente es una pena, pero cuando van creciendo esos disfraces que con tanta ilusión les diseñaste dejan de servirles, y acaban dentro de una ''caja de la nostalgia'' que, junto con otras, ocupan gran parte de los armarios. Con lagrimillas en los ojos... ¡deshazte de ellos! Piensa que siempre mantendrás las fotos y los vídeos de aquellos recuerdos inolvidables.

El baño, por cierto, tiene un mueble a medida que, de nuevo, repite la fórmula de este especial piso: es nuevo, pero parece antiguo. 

Lo has visto en muchos de nuestros salones y dormitorios. El amarillo es uno de los colores que mejor combinan con el gris. Este ofrece la base perfecta para que la tonalidad más cálida aporte alegría y un carácter muy vital. Buena muestra de cómo dos colores denostados pueden resurgir con fuerza si se mezclan.

El consumismo —que no el consumo— es el enemigo número 1 del estilo minimalista. En el dormitorio, una de las zonas "conflictivas" que lo ponen en peligro es el armario. Seguro que el tuyo está repleto de ropa que ya no te pones. Apunta estos tips que aplican muchas influencers: opta por armarios cápsula (selección de prendas básicas), reduce tus outfits a los necesarios y, antes de comprar online, deja las prendas 24-48 horas en la cesta. Pasado este tiempo de subidón, sopesa si realmente las necesitas o si el capricho merece la pena. ¡Y muy importante: si entra una prenda, sale otra! O mejor dos, como apunta Merce, la creadora del canal de YouTube 'Vida minimalista'.

Saber reciclar con estilo es un gran reto decorativo y de eso sabe mucho el estilo vintage. ¿Qué te parece recuperar una caja de madera y convertirla en una original mesita de noche? Puedes ponerla de cara, abierta para almacenar, o de espaldas ocultando su interior. Personalízala, añadiéndole un tablero más grande que amplíe la base y unas ruedas que te permitan trasladarla donde quieras, como la de la imagen.

Otras veces, adoramos tantísimo una prenda que la ponemos constantemente, pasando por alto el hecho de que con el tiempo se va estropeando, hasta llenarse de bolas o verse muy desgastada. Sabemos que cuesta, ¡pero es el momento de sustituirla por una nueva!

El look total white es característico de las cocinas rústicas modernas. Un buen recurso para llenarlas de luz y quitarles ese aspecto lúgubre de antaño. Esta de la imagen resurge pulcra, gracias al blanco del mobiliario, la isla, el suelo y la encimera de mármol.

A pesar de este restyling, la cocina conserva su carácter rústico en detalles como las cajas de fruta colgadas en la pared, a modo de estantes, o la alfombra tipo kílim en vivos colores.

Sí, claro que un armario es el mejor sitio para guardar. Pero cuando no hay, la parte inferior de un banco es un buen espacio en el que guardar cosas. Unas grandes cajas de mimbre serán ideales para almacenar ropa de abrigo que no estés usando en ese momento o los complementos de verano cuando empieza el frío. Conseguirás un espacio con alto poder decorativo, no ocuparán casi sitio y lo tendrás a mano. Una manera genial de guardar a la vista, pero no. 

Si eres una amante del orden y no puedes soportar un recibidor desorganizado, aquí tienes la mejor propuesta para decorar su pared con colgadores individuales y un práctico estante donde depositar bolsos, sombreros, móviles o llaves pero no al tuntún. Cada cosa va en su caja de madera correspondiente, a la vista. Y para que el estante sostenga bien el peso, no te olvides de fijarlo con escuadras.

En pasillos estrechos y pequeños utiliza siempre colores claros en las paredes. Atrévete a mezclar dos tonos, como el blanco y el turquesa de la imagen que quedan superbién. Para decorar, un recurso infalible que lo hará más grande: un espejo. Y si quieres aprovechar su espacio al máximo, ¿qué tal recuperar unas cajas de madera y pintarlas en tonos pastel? Serán unos revisteros de lujo donde guardar todos tus números de El Mueble o esa colección de vinilos que veneras.

¿Y porqué no convertir la antigua mesa tocinera en una mesa de centro que ayude a organizar el salón? Aquí lo han hecho, simplemente cortándole las patas y lijándolas para quitarle rebabas. Y para decorarla, ya sabes: revistas o libros, jarrones con flores o plantas en bandeja, velas, cajitas... ¡No hace falta que la llenes por entero! Una selección de piezas escogidas será todo un acierto.

Decora la mesa de comedor con objetos fáciles de quitar cuando os sentéis a comer. En la que amuebla este porche o terraza se han dispuesto tres tipos de elementos diferentes que pueden depositarse en el suelo en un momento dado, sin que ello entorpezca el paso ni llame la atención. Así, una caja con macetas, unas jarras de porcelana con plantas y una jaula decorativa —transformada en un mágico portavelas, al caer la tarde— pasarán a formar parte del jardín, como si hubieran estado allí toda la vida.

Si eres una entusiasta del estilo nórdico y es el toque que quieres darle a tu recibidor, apunta las claves: minimalismo, tonos neutros, uso de madera y metal, vegetación... Todos ellos están presentes en este ejemplo donde el protagonista principal es el tapiz de macramé enmarcado que le da estilazo. Mueble bajo, de Domesticoshop.

Si tu vestidor comparte espacio con el dormitorio y el baño, pinta los frentes de los armarios del mismo color que el mueble del lavabo y unificarás los espacios. Es lo que hicieron las decoradoras Carla Rotaeche y Ana Pardo en este proyecto donde los armarios, realizados por Carpintería Soriano, se lacaron en un azul verdoso, a juego con el baño. Disponer de una silla o un taburete resultará práctico para ponerse las medias o calzarse. Alfombra, de Gastón y Daniela. ¿Quieres ver el dormitorio al completo?

¿Dónde puedes dejar accesorios como bufandas, gorros y manoplas en invierno o sombreros y gorras en verano para no sobrecargar demasiado el perchero?¡Tenemos la solución!

Fija una balda en la pared del recibidor y dispón sobre ella dos o tres cajas de almacenamiento. Guarda en orden todos los complementos, así los tendrás a mano cuando vuelvas a salir. También puedes poner cestos en el suelo que hagan la misma función pero sin entorpecer el paso.

Ya sea en la despensa o en el armario de los utensilios. Lo que recomienza Marie Kondo es utilizar cestas y cajas para acceder a ellos con más facilidad y que quede más organizado. Colocándolo todo así será más fácil saber qué tienes.   

Con las mudanzas nos olvidamos de tirar ciertas cosas. "Es evidente que guardamos por guardar", confiesa Annabel. Por eso, es importante deshacernos de aquello innecesario y esto fue lo que hizo Annabel con las radiografías. "Decidimos que no hacía falta guardarlas más". 

Todo aquello que no uses con tanta frecuencia guárdalo en cajas. Para conseguir además, una armonía estética, elige cajas del mismo estilo, con dos colores que combinen y que por si solas ya sean decorativas.

Nos encanta esta idea: unas cajas de madera decapada se convierten en el sitio ideal para guardar los zapatos de montaña y las botas de esquí. Si además quieres que funcionen como un banco, deberás fijarlas y asegurarte que son resistentes. 

Reserva las baldas inferiores, más accesibles 8 (entre 90 y 160 cm), para los productos que más usas. En las baldas inferiores coloca los más pesados, como las botellas de agua, los tetrabricks o los aceites. Puedes guardarlos en cajones con ruedas para que sea más sencillo moverlos.