Posiblemente, sean la guinda del pastel. Es decir, casi lo último que ponemos a la hora de decorar el salón. En cuanto colgamos unas buenas cortinas en las ventanas, todo cambia. El salón reaparece más vestido, estiloso, e incluso, acogedor.Da igual que sean de lino, algodón, terciopelo o chenilla. Lisas o estampadas. Blancas o en tonos neutros. Ponerlas solas, dobles o acompañadas de estores. Todas ellas se convirtieron en el punto focal de estos 15 salones que revalorizaron con creces su estilo.