Rosa Lahoz, interiorista: "De cara a la jubilación la gente quiere menos pasillos estrechos y más paredes de cristal para potenciar la luz"

Esta cocina cuenta con unas elegantes puertas correderas de cuarterones de metal con cristal que conectan directamente con el salón. Este diseño no solo aporta un toque industrial y sofisticado, sino que también permite separar o unir ambos espacios según se necesite, manteniendo siempre la sensación de amplitud y facilitando el paso de la luz natural entre las estancias.

Si el recibidor está junto a una estancia que sí tiene ventanas pero él no cuenta con luz natural propia, abrir un tabique e instalar una cristalera es una solución perfecta. De este modo, el recibidor gana mucha más luminosidad y se transforma en una entrada mucho más agradable y acogedora. Además, esta apertura aporta una mayor sensación de amplitud.

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Las puertas o cerramientos de cristal también son una opción cada vez más popular para dormitorios. Si bien aportan mucha luz y sensación de amplitud, es importante no renunciar a la intimidad; para ello, una cortina tupida es la solución ideal que permite regular el grado de privacidad.

Es especialmente buena en dormitorios que buscan conectar visualmente con el baño o un vestidor, creando un conjunto armonioso y moderno. También resulta muy útil cuando el dormitorio no tiene luz natural propia.

En este piso pequeño no había otra opción que abrir la cocina al salón, y así se hizo. Pero con un pequeño detalle: se incorporó una puerta corredera de cristal para poder abrirla o cerrarla según convenga. En este caso, se eligió una perfilería blanca que no rompe con la serenidad y armonía de la decoración, manteniendo el ambiente luminoso y tranquilo.

Aunque hoy queremos enseñar varias ideas con cerramientos de cristal, también existe la opción de crear estructuras que separen visualmente sin necesidad de vidrio. Así se mantiene una mayor conexión entre espacios, pero con una separación sutil.

Un buen ejemplo es esta cocina con una ventana XXL que comunica con el office-comedor. Esta solución permite que la cocina gane mucha luz natural y, al mismo tiempo, facilita el flujo práctico entre ambas estancias. Es una idea ideal cuando no cabe una mesita dentro de la cocina, porque ofrece sensación de amplitud sin renunciar a la funcionalidad.