Azulejos

¿Tienes una? Pues conseguirás mejores resultados aún para esas juntas ennegrecidas en exceso (en la zona de la bañera o ducha, por ejemplo). Aplica cualquiera de los remedios que te damos y potencia el efecto de los productos usados limpiando con vapor a presión sobre la junta. Esto es para casos extremos, pero si es el de los azulejos de tu cocina o baño, ¡funciona!

El agua oxigenada acabará con el moho que se crea en algunas zonas junto a la bañera o ducha y que ennegrece las juntas de los azulejos. Se aplica directamente y solo tienes que frotar con un estropajo o cepillo. También funciona el vinagre blanco contra el moho. Déjalo actuar unos minutos sobre la junta y luego limpia. A continuación te dejamos unas mezclas (caseras) magistrales.

Es la mezcla perfecta para acabar con la grasa de las juntas de los azulejos de la cocina. El amoniaco arrancará la suciedad más incrustada mientras que desinfectas. Abre las ventanas y limpia las juntas con un cepillo y esta mezcla.

¿Tienes una vaporeta? Ideal. Es uno de los métodos más rápidos y sanos de disolver la grasa fácilmente. Dale a los azulejos con la vaporeta y luego, con solo pasar un paño, darás brillo sin esfuerzo. Descubre todos los usos de la vaporeta.

Primero elimina los restos de grasa con una mezcla de vinagre blanco, agua y un chorro de limón. Pulveriza las paredes con ella, frota y seca bien con un paño limpio. Luego, con un trapo de algodón, aplica polvos de talco sobre los azulejos. Verás el resultado: mucho más brillo de forma natural.

Limpia las juntas de los azulejos de la cocina con un cepillo de dientes mojado en agua y lejía, y frótalas bien. En un abrir y cerrar de ojos, desaparecerán las antiestéticas y poco saludables manchas negras.

Con un periódico. Moja un trozo de papel en medio vaso de agua y vinagre, frota los azulejos y luego, pasa un paño mojado en agua.

La interiorista Blanca Tey convirtió un cuarto pequeño junto a la cocina en despensa y lavadero. Aquí, lo prioritario era guardar y no hay cestos, sino armarios. Blanca ocupó todo el espacio disponible con armarios donde almacenar no solo la ropa sucia y la planchada, sino también la ropa blanca de casa. 

Hacerlo bonito es hacerlo más agradable. Aquí, los azulejos de sirena le dieron máxima actualidad; el color verde, serenidad y los toques del fregadero y la grifería, el punto british vintage.

Un espacio como este baño con suelo de mosaico hidráulico (este es un gres porcelánico que lo imita) pide un azulejo que lo acompañe bien. Y nada mejor que piezas pequeñas, de color liso, para darle protagonismo al dibujo del pavimento. 

Si son cálidos y con junta rectificada como estos, quedarán muy bien porque protegerán a la vez que harán el espacio más acogedor, como si fuera piedra recubriendo las paredes. 

Y más calidez sobre todo si se trata de azulejos que imiten la madera. Cualquier pieza colocada de tal modo que cree franjas horizontales, hará crecer esa pared a lo ancho y no parecerá un espacio abigarrado. 

Si la estancia tiene los techos muy altos, la colocación de las piezas puede conseguir reequilibrar el espacio. En este caso, las piezas grandes, colocadas apaisadas, ayudan a que el baño se vea mejor. 

Sobre todo si tienen junta rectificada. La borada entre piezas no se percibe y esto crea el efecto de ser una superficie continua, y una superficie continua siempre crea la ilusión de que la superficie es mayor de lo que es en realidad. Si, además, son azulejos con brillo como estos, la sensación de amplitud es más grande.

Hoy, o se llevan las piezas pequeñas o las grandes sin casi juntas. Los tamaños intermedios déjalos para otra reforma. A no ser que creen patchworks como este, que también continúan siendo una opción de tendencia. 

En una cocina abierta al salón comedor, los azulejos pequeños son una buena opción. Puedes colocarlos solo en el antepecho y pintar el resto del espacio para que las diferentes estancias se integren mejor. Si eliges los azulejos del mismo color que la pintura, el efecto será mucho más armónico. 

Si tu cocina todavía tiene unos azulejos pequeños y cuadrados, como los de la época de nuestras abuelas, plantéate dejarlos, sobre todo si te gusta el estilo vintage. Se llevan muchísimo, y puedes acompañarlos incluso de una cenefa, como hizo aquí Natalia Zubizarreta.

Lo pequeño remite a lo artesanal, de ahí que revestir las paredes de baños y cocinas rústicos con azulejo pequeño sea una muy buena idea. Si además, son piezas con color, será una selección redonda.

Hasta hace relativamente poco tiempo se consideraban como “el patito feo” de los revestimientos. Su apariencia se percibía como demasiado artificial y de baja calidad. Gracias a las nuevas tecnologías aplicadas a su producción, las baldosas adhesivas se han posicionado como una alternativa atractiva. 

Las mallas decorativas adhesivas pueden estar compuestas por teselas de un solo material o una combinación de diferentes tipos, como piedra, cerámica, fibra de vidrio, acero, madera… Según el tipo de estancia donde quieras colocarlas deberás escoger un material u otro. Puedes encontrar una gran variedad en establecimientos como Leroy Merlin o Smart Mosaic. 

Tanto los vinilos adhesivos como las mallas decorativas son autoadhesivos. Por lo que no necesitan cola ni ningún otro material adherente, sino que basta con despegar su parte posterior y engancharlos como si fueran una pegatina o un vinilo decorativo de pared. ¡Así de fácil!

Existen dos tipos de baldosas adhesivas: los vinilos, que se pegan sobre el azulejo que ya tenemos o sobre una superficie lisa. Aunque a veces los llamen 'azulejos' en realidad son piezas vinílicas que imitan el acabado de la baldosa. Por otro lado, está la malla decorativa, una pieza recortable y flexible, formada por un conjunto cuadrado o rectangular de teselas que se puede cortar con cúter o tijeras y se adhiere a cualquier superficie. Las encontrarás en paquetes estándar de una pieza, aunque las medidas de cada paquete dependen del fabricante.

Las ventajas que ofrecen son muchas: son muy resistentes al tiempo, impermeables y aptos para cocina y baño. Todo esto gracias a su capacidad para resistir la humedad, el vapor y el agua; tienen una cómoda, fácil y rápida colocación y se pueden pegar y despegar directamente sobre el azulejo sin necesidad de retirarlo.

¿Por qué no? En pavimentos de tipo mosaico hidráulico es una combinación que nunca falla. Sufrida y así de decorativa, remite a espacios con sabor a antaño. Puedes encontrar también esta combinación en alfombras que replican el hidráulico, ideales para cambiar el pavimento sin hacer obras.

Es requisito imprescindible cumplir la normativa eléctrica en el baño para garantizar la seguridad y no instalar enchufes, interruptores y aparatos de iluminación a menos de 2,25 m de altura desde la bañera o ducha y a menos de 1 m alrededor de ambas.

Sus medidas y distancias son similares a las de los inodoros. Un bidé mide entre 40 y 50 cm de ancho. No se puede pegar a ninguna pared o mueble, así que cuenta con dejar 15-20 cm libres a cada lado del sanitario. De fondo mide 60-70 cm y conviene dejar otros 60-70 cm hasta la pared enfrentada. Inodoro y bidé deben separarse 40 cm.

Lo que más llama la atención de esta cocina rústica con office es el revestimiento de azulejos sevillanos.

Los que vayas a colocar en la zona de la encimera para enchufar pequeños electrodomésticos suelen colocarse a una distancia de 20 cm de la encimera y alejados del fregadero.

Las distribuciones de los muebles de la cocina que cuentan con dos frentes enfrentados o en paralelo deben respetar una distancia de 1,20 m entre cada lado. Lo mismo debe quedar alrededor de una isla central de cocina.

Límpialos bien utilizando disolvente. Para mejorar la adherencia, las juntas se deben frotar con un cepillo y, si hay silicona, eliminarla las para volver a sellar una vez aplicado el esmalte. Luego, hay que aplicar dos capas de esmalte para azulejos y esperar cinco días para utilizar las zonas en contacto con el agua.

Cambiar el aspecto anticuado del cuarto de baño o modernizar una cocina con azulejos de los sesenta, es más sencillo de lo que piensas y no hace falta gastarse un dineral. Con tan solo pintar los azulejos de las paredes, te parecerá que has hecho una renovación total.

Se trata de piezas vinílicas (plásticas) que imitan la textura y apariencia de la madera. Se usan para revestir el suelo o las paredes y se friegan sin problema. Solo hay que prestar atención en que las juntas estén bien selladas para que no se cuele el agua y se forme moho. 

El gres porcelánico imitación madera parece madera pero no lo es, por lo que se puede mojar sin peligro ninguno y sin necesidad de pensar en cuidados especiales o mantenimiento. Solo tendrás que elegir el acabado que prefieras. Se usa en paredes y suelos. Porcelanosa Grupo tiene suelos específicos denominados PAR-KER, de aspecto cálido y acogedor pero con las ventajas del cerámico.

Después alicataremos y solaremos los baños. Aquí solo hay que instalar el mueble por lo que el alicatado no es tan prioritario como en la cocina.

Es una tarea que podríamos denominar “sucia” en el sentido de que ensucia mucho su cambio y se pueden dañar en el proceso otros elementos de la casa. Primero hay que tirar los azulejos y baldosas antiguos, retirar escombros y colocar los nuevos. 

La gran variedad de azulejos que existen en el mercado hacen que sea difícil obviarlos para revestir las paredes de la cocina. Si bien es cierto que han perdido terreno, combinados con pintura o incluso con papel pintado aportan un plus a la decoración y se adaptan a cualquier estilo.

Los microbios, ácaros y otros microorganismos que pueden provocar alergias no tienen ninguna posibilidad de sobrevivir en los azulejos si éstos se limpian con regularidad. En cambio, en la pintura es más fácil que aparezcan; para evitarlo, debes optar por pintura antimoho.

Dicen que de la unión nace la fuerza. La función de los azulejos ha sido desde siempre la de proteger la zona de aguas y la de cocción, si bien es cierto que, además, ahora aportan un plus estético. Cuando se combinan con la misma tonalidad que las paredes y el mobiliario, consigues un resultado lleno de armonía.

Si eres reacio a alicatar las paredes, apuesta por una cenefa. Aportarás carácter a tu cocina sobre todo si apuestas por azulejos con efecto patchwork que creen un collage único. Además del efecto estético, a nivel funcional es perfecto ya que los azulejos protegerán la pared de las salpicaduras en la zona de aguas y de cocción.

Esa es la norma. Los azulejos grandes de junta rectificada aportan continuidad visual. En espacios reducidos, los mosaicos o los azulejos de formato pequeño y juntas muy marcadas crean una estética parcelada que parece reducir el espacio visualmente. 

Se cuelan con fuerza en el baño. Es una de las tendencias para el próximo año: decorar con baldosas de formas geométricas una de las paredes al menos. También elegir azulejos que dibujen estas formas con sus colores. ¡Ah! y se llevará combinar acabados mates y esmaltados del mismo modelo.

Por funcionalidad, la ducha es lo más práctico, pero la tendencia en baños recupera el placer de darse un baño de espuma. Tú, afortunada que tiene hueco: se llevan las bañeras exentas de líneas actuales y puras (nada retro). Lavabo de Krion y bañera de Noken en Porcelanosa. Gresite de Hisbalit y griferías de Bossini-Cristina.

El poder de los cítricos es inmenso. Pero en este caso, en lugar del jugo de un limón necesitarás un pomelo. Esparce sal por la bañera y frota con el pomelo partido por la mitad. Luego, limpia los restos con agua y seca la bañera.

Las baldosas hidráulicas, de diseños y motivos coloridos, crean un efecto de alfombra en el suelo. No es preciso unificar todo el pavimento: se pueden instalar formando cuadros o marcos. Y combinan genial con otros materiales. 

En esta cocina la isla se prolonga en una barra baja de comidas, perfecta para sillas o taburetes. La altura de una barra en línea con la encimera es 92 cm. Más alta, la barra se coloca a 106 cm y una baja, a 75 cm. 

Así es como se ve la cocina desde el salón-comedor de esta casa. Las paredes con cristales permiten una visión completa tanto desde dentro de la cocina como desde fuera. 

 En lugar de vinagre, puedes usar amoniaco, pero al ser un producto corrosivo, usa guantes y ventila bien. Para que queden relucientes, pulveriza spray limpiacristales sobre los azulejos. Para limpiar las juntas y rincones, un buen truco es emplear un cepillo de dientes mojado en agua y lejía.

 Otro remedio casero consiste en limpiar los azulejos con un trozo de papel de periódico empapado en medio vaso de agua y vinagre. Se puede usar vinagre blanco o vinagre de vino. Por último, con un paño humedecido en agua, retiramos los posibles restos.