En las juntas de azulejos y baldosas, ya sea del suelo o de las paredes de cocina o baño, se acumula suciedad y se ponen negras con el tiempo. Suciedad, polvo y moho son los culpables de que estas estancias no luzcan limpias como nos gustaría. Conviene limpiar con frecuencia para evitar que no haya vuelta atrás pero ya has visto que es posible recuperar las juntas.
Si quieres rebajar la lejía, el amoníaco o el vinagre antes de aplicar, hazlo al 50% con agua caliente. Vierte la mezcla en un pulverizador para aplicarlo directamente sobre la junta. Te será mucho más cómoda la limpieza

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Por supuesto la opción de aplicar de nuevo la lechada (la capa que se aplica entre azulejos cuando se instalan), es decir renovarla, es la más efectiva aunque la más engorrosa. Pero si crees que es la opción, te contamos cómo hacerlo paso a paso.
PASO 1. Retira delicadamente la lechada vieja raspando. Hay que hacerlo con suavidad para no dañar el azulejo.
PASO 2. Limpia bien.
PASO 3. Prepara la lechada según las indicaciones del fabricante.
PASO 4. Aplica el producto sobre las juntas con una espátula.
PASO 5. Usar una esponja húmeda para retirar la lechada de la superficie de azulejos y baldosas.
PASO 6. Utiliza un sellador o un protector de lechada para poder proteger las juntas de la humedad. Durarán en bien estado y blancas más tiempo.

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