Paredes

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Cuadro de Fernando Alday en la parte superior de la cama.

Banqueta en Coton et Bois.

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¡Quién necesita un cabecero!

Lo más normal es colocar un cabecero con 3 o 4 cuadros sobre él, pero quién lo necesita teniendo este precioso cuadro. No es fácil encontrar una pieza que se ajuste a la medida de nuestra cama, pero la estilista Carmen Figueras lo consiguió con este cuadro de Fernando Alday. Un juego de cojines extra hacen el resto.

Cabecero original construido a través de un zócalo.

El papel pintado es de La Maison y la ropa de cama de Lexington.

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¿Un zócalo es un cabecero?

Sí, porque protege la pared. Y más si se combina con un papel pintado estampado. Darle un tratamiento especial a la pared del cabecero es un recurso cada vez más usado y los papeles pintados nos permiten dar color y combinar con la ropa de cama.

Cabecero de cama con un gran mural pintado.

La mesa auxiliar a modo de mesilla de noche es de Gervasoni y la lámpara suspendida de &Tradition.

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Todo es un cuadro

Échale imaginación y visualiza la pared del cabecero como un gran mural. Esto es lo que ha hecho la artista Joana Santamans en este dormitorio de inspiración marinera. También pueden funcionar los famosos vinilos.

Cabecero de cama pintado en blanco bajo una pared de piedra.

Esta reforma la realizó Lupe Rebollar. La roma de cama y las cortinas son de Filocolore.

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Nos quedamos de piedra

Porque no necesitamos nada más. Las piedras llenan la pared de sutiles cambios de tono, de ricas texturas y de grandes historias. Si tienes la suerte de tenerla, no la desperdicies, puedes enmarcarla con pared blanca. También puedes lucir las paredes de obra vista. 

Cabecero de cama extragrande realizado en madera.

Los apliques y la mesita de noche son de Maisons du Monde.

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Para subirse por las paredes

La madera no se queda solo por el suelo, continuar con el mismo revestimiento es una solución que se empieza a imponer. Y más cuando estamos hablando de una madera con tanta personalidad. En este caso, las lámparas flexo de estilo industrial se convierten en las otras protagonistas.

Cabecero de cama con molduras.

Dormitorio principal con lámpara en Cado. Espejo en Sacum.

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Molduras que decoran solas

Pueden convertirse en un marco para los cojines de nuestra cama o limitar un cambio de color o rematar un zócalo. Lo que está claro es que las molduras visten por sí solas y aumentan el nivel decorativo de las paredes, dándole un toque clásico. Las posibilidades, infinitas.

Cabecero original con lamas de madera en dos tonos diferentes.

Dormitorio principal con la pared del cabecero forrada en listones de madera pintados en dos tonos distintos.

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Amamos las tallas grandes

Los cabeceros también se apuntan a la moda oversize y llegan hasta el techo. Así decoramos toda la pared de un tirón. Y más si utilizamos, como en este caso, unas lamas de madera en dos tonos diferentes. Las rayas son un clásico en la pared del dormitorio, puedes pintarlas o usar papeles pintados.

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Paso al frente

Aplica en la zona de entrepaño (entre la encierra y los muebles superiores) baldosas hidráulicas. Mobiliario de cocina y encimera, de Cocinas Cobo, mesa de Maisons du Monde,  sillas, en kenay Home y lámparas de techo de mimbre, en Hanbel.

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Al color más intenso

¿Dónde está escrito que un salón no puede tener las paredes azules? Es un color que transmite calma y que junto con blanco y madera gana la dosis justa de claridad y calidez. La decoradora Júlia Casals lo eligió para darle al salón un toque personal.

Si te gusta es similar al Lake View de Jotun. 

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Aires de campo

  Esta cocina blanca de inspiración inglesa tiene un aire retro gracias a su mobiliario de frentes alistonados, su gran fregadero o sus tiradores y se ha suavizado con las paredes en verde mint. ¡Queda genial con los elementos en blanco! Es un diseño de Lourdes Adell, de Deulonder Arquitectura Domèstica.

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No te rindas, oscurece la pared

En el caso de que ya hubieses recurrido a esa solución y, de nuevo, la pared luzca estropeada, pinta la madera de un color más oscuro que llame la atención y disimule las imperfecciones. Una manera muy práctica de arreglar la pared.

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Disimula las imperfecciones

¿Has escogido un color oscuro y no eres capaz de que las paredes queden homogéneas? No desesperes, existen rodillos con relieves con los que podrás hacer dibujos y texturas que taparán las diferencias de color y poder arreglar así la pared.

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La solución es pintar las paredes

Necesitarás cinta de pintor, plástico protector, masilla, lija, espátula, rodillo grande y pequeño, cubeta y pintura. Cubre rodapiés, muebles y el suelo y comienza por tapar con la masilla los pequeños desperfectos de la pared. Cuando hayan secado aplica una primera mano y a las seis horas otra. 

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Cuando limpiar es suficiente

Evalúa los daños. Si simplemente son manchas en la pared y la pintura es acrílica, pásale un paño con agua y jabón, pero, eso sí, hazlo de lado a lado para que no queden cercos. También sirve frotar las marcas con una patata cortada.

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Trabajo creativo

Lo mismo podrías hacer en las paredes de la cocina. Aunque también es sencillo cambiar su aspecto con pintura esmaltada para azulejos y un poco de paciencia: pinta uno a uno hasta la mitad como en la foto (si no tienes tiempo ni maña, pasa sin miramientos un rodillo por encima). Termina el trabajo blanqueando las juntas. 

El mobiliario es diseño de Eduardo Dorissa y los azulejos son de Triana. 

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Forrar para mejorar

Cuando consideres que las paredes están tan manchadas, desconchadas o agrietadas que ya no tienen solución, arréglalas revistiéndolas de tablones de madera o de vinilo. En este recibidor las molduras a modo de arrimadero se han colocado sólo hasta la mitad de la pared, que suele ser la zona más perjudicada.

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De piedra natural

Los suelos de granito, pizarra y mármol son atemporales, por lo que se integran en cualquier tipo de cocina dándole una nota de elegancia natural. Además, envejecen bien y son muy duraderos.

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Con mucho arte

Las molduras no solo decoran sino que también están al servicio de la decoración, como aquí, donde crean un marco para un cuadro XL. Comedor decorado por Rocío Montesino-Espartero. 

Mesa y sillas, de Art&Co. Lámpara, en Azul-Tierra y cuadro, de Cristina Batllori.

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¿Demasiado estrecho para decorarlo?

Pues dibuja formas en las paredes con distintas molduras. Como aquí, creando un arrimadero. No necesitas nada más para dar estilo. Eso sí, elige las molduras estilizadas para no abigarrar el espacio. 

Alfombra de yute y cestos, de Matèria.

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P de Paredes

Elige materiales que decoren y protejan las paredes más allá del antepecho. Los revestimientos cerámicos son auténticos camaleones de la decoración, imitan mármol, madera... o se muestran tal cual, como en estos azulejos tipo metro. La solución más rápida y económica es la pintura. Opta por una plástica que sea impermeable y antimoho. 

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Un salón marinero para disfrutar del verano

Este salón respira frescor y verano por los cuatro costados. ¿Cómo? Pintando el techo y el suelo en blanco, las paredes en azul, y los textiles y complementos en una equilibrada combinación de ambos colores. 

Cuelga las jardineras en la pared.

Jardineras colgadas de la pared de madera de la terraza.

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Cuelga las jardineras en la pared

Las jardineras colgadas de las ranuras del panelado de madera ayudan a dar color y alegría a la terraza. En blanco, como estas de Ikea (14,99 E), destacan más los colores de las flores.

¿Cuánto cuesta?

Plano del banco de obra de la terraza revestida de madera.

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¿Cuánto cuesta?

El proyecto era crear la pared y un banco al detalle para así poder conseguir un salón exterior para disfrutarlo durante el buen tiempo. Usaron madera tropical, que es la que mejor resiste a la intemperie. Con unas medidas de 250 x 40 x 220 cm y usando madera de ipe (110 € /m2), el precio fue de 1.809€ aproximadamente.

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Un office de estilo inglés

 Papel similar al Surrenden, de Colefax And Fowler. Banco y vajillero diseñado por las decoradoras. 

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Baño de inspiración más que clásica

 Espejo de Leroy Merlin. Papel, similar de Jane Churchill - Ver Gastón Y Daniela. Grifería de Gunni & Trentino. 

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Un pequeño y cuco office

 Mesa y sillas de Country Corner, en Lola Geijo. Alacena a juego con el mobiliario.

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De corte clásico

El cabecero tapizado con lino y en capitoné está a la venta en Triggo. La lámpara de sobremesa, en la misma tienda. La mesilla de noche es de Adaleya y los cuadrantes son de Zara Home.

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Blanco recibidor

El color blanco está presente en las paredes, en las escaleras, en los muebles y en las telas, y arropa con su luminosidad esta privilegiada entrada.

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¿Quién es quién?

Si te has enamorado de estas hojas te ayudamos a identificarlas: 1. Pico de cigüeña. 2. Ficus. 3. Helecho. 4. Geranio común. 5 y 6. Culantrillo y culantrillo negro. 7. Ranúnculo. 8. Diente de león

Salón con molduras y sofá y butacas blancas.

Salón con lámpara de techo, diseño de Isabel Arrieta.

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Pon molduras en paredes y techos

"Poner molduras es una manera muy fácil y efectiva de dar movimiento a paredes y techos. En este caso echa una mirada al techo y renueva con ellas bien con molduras lienales en el encuentro entre pared y techo, con rosetosnes o molduras que creen cuarterones ", dice Olga López de Vera.

Pasillo con puertas blancas y alfombra de fibras.

Pasillo con puertas blancas y alfombra de fibras.

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Funde puertas con paredes

"Me gusta pintar las puertas del mismo color que las paredes. De este modo puedes disimular unas puertas de poca calidad y el conjunto se ve más ordenado. Además, así destacan más los muebles", Mª Lluïsa Malagarriga

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Espejito, espejito

A Marcela le encanta mirarse al espejo para peinarse o probarse vestidos. Por eso su papi, que es el arquitecto Lucas Gómez, decidió ponerle un espejo a su altura. ¡Bien pensado!

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¡Arriba, arriba!

 La parte superior de la pared se ha pintado con motivos vegetales usando un rodillo de Roller Paint de Auténtico Chalk Paint. Una gran manera de darle un toque muy original a las paredes en tiempo récord. 

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Inspiración francesa

Si esta casa es una pieza rústica, la decoración es actualísima. Y digo actualísima no solo porque estén presentes piezas modernas como la chimenea de casete, muy operativa y limpísima, sino porque apuesta por el eclecticismo delicado y hermoso, un estilo que rinde homenaje al buen gusto y que se atreve a mezclar muebles rústicos (como la mesa de centro del salón) con una pareja de butacas afrancesadas. 

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Entre piedras

Entre tanta piedra, la casa respira amabilidad y discreción, porque en ningún momento se ha intentado deslumbrar, sino hacer de esta construcción de piedra una casa cautivadora y cálida.

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Entorno familiar

 Los niños de esta casa disfrutan del entorno familiar que se vive en el Molino del Tesorillo. El campo de los alrededores es maravilloso para jugar.

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Alrededor de la chimenea

Sofás blancos –“y desenfundables, porque tengo tres niños pequeños”, aclara la propietaria– y mesas bajas de teca bastan para completar el ambiente cómodo y despejado que la familia deseaba.

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¡A la mesa!

Para el comedor se eligió una mesa de pino melis y una consola de zinc.

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Blanco y radiante.

Si eres novato en esto de pintar los colores claros son la mejor elección: disimulan las imperfecciones de la aplicación y, además, te dan mucha luz y sensación de espacio. 

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Prueba, prueba, prueba...

Por mucho que te guste un color para tu casa debes ver in situ como queda porque en función de la luz que reciba durante todo el día su intensidad puede variar. Si te gusta un tono, prueba también el anterior y posterior de su misma gama. Ten en cuenta que los colores, una vez pintados, tienden a subir. 

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No te atrevas con todo.

Si quieres hacer algún tipo de pintura decorativa, franjas o combinaciones de colores, lo mejor es que avises a un profesional. Aunque sea más caro, te puedes ahorrar disgustos. 

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Los detalles te delantan

. Si tienes molduras en casa tendrás que dedicarles tiempo y cariño a la hora de pintarlas. Mejor en blanco para que no se vean tanto las pinceladas. Tómate tu tiempo. 

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Protege antes de pintar

. La cinta de carrocero te ayuda a proteger enchufes, zócalos y los marcos de puertas y ventanas. La tendrás que arrancar antes de que la pintura se seque porque sino puede llevarse parte de lo recién pintado. ¡Acuérdate!

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Mira la previsión del tiempo

. No pintes un día que llueva ni uno que haga mucho calor. Mejor un día seco con una temperatura media, para que la pintura se seque mejor. Acuérdate de dejar abiertas las ventanas mientras pintas para que no se concentre demasiado olor. 

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Colores oscuros sí, pero con luz.

Pintar en tonos intensos no está prohibido pero solo es recomendable hacerlo en estancias con mucha luz natural, ya que de lo contrario puede parecer una cueva. Si pintas el techo de un tono más claro, lo elevas visualmente. 

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Madrid, Tokio, Londres...

Decora con relojes y no te conformes con tener uno solitario colgado en la pared. Mejor si tienen la misma forma -estos son redondos, como no– y un estilo similar, para que puedas jugar con sus tamaños y colores. Si eres un viajero empedernido puedes poner la hora de una ciudad distinta en cada reloj. 

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Sueños en rosa

En el dormitorio de dos princesas lo del rosa es una cosa sería. Por eso está en la ropa de cama y el dosel y, también, en las paredes. Como un zócalo alto, pero con una franja blanca y un ribete final, el rosa lo envuelve todo, incluso, el radiador que se encuentra por el camino. Es un tono similar al Butterfly de Jotun. 

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En el lugar preciso

En el dormitorio infantil o juvenil las paredes half painted son una gran idea, sobre todo en zonas con mucho "roce" como alrededor de la cama. En este proyecto de Estudio Miriam Marin, la pared combina gris con una franja en rosa, similar al New Blush de Valentine. 

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Sube la marea

Como un mar con marejada, es lo que parece la mitad de pared pintada en gris de la habitación de Sofia. El equipo de Kenay lo ha combinado con un rosa muy lavado que da al dormitorio un aspecto distinto y muy actual. El gris es similar al Natura de Bruguer. 

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Como una colmena

Si juntas varias estanterías Hexagon de Bloomingville en la pared de casa, parecerá un pañal de rica miel...mmm. Además, su acabado en color cobre pondrá un toque de luz a cualquier estancia. La encuentras en Scandinavian Design Center por 139 €.