Duchas

En el centro de la habitación, sirve para separar el baño de la cama, al tiempo que la mampara de cristal le regala vistas. No nos extraña que la casa se vendiera en 10 días. ¡Es la casa oasis! 

Sobre el murete de instalación de una cisterna empotrada es frecuente encontrar un armario a medida que aprovecha ese desnivel de la pared. ¿Qué puedes guardar dentro de un armario pequeño de este tipo en el baño? Botes de cremas y perfumes al uso o de repuesto. También papel higiénico, cajas con pinzas y gomas, los pintauñas… Organiza el interior con baldas. 

¿Pensabas que el estilo Shabby Chic solo se podía recrear en ciertas estancias? ¡En absoluto! Con un toallero de estética antigua y madera decapada como este, lo conseguirás en el baño. El taburete en color empolvado también ayuda.

Además, tanto los estores de tejidos técnicos como los estores de lamas permiten ganar privacidad en el baño.

Una tumbona, el sillón Acapulco, un balancín o columpio, una daybed… Todo aquello que invita al dolce far niente.

En las que aparece una piscina o una ducha de exterior, algo refrescante en pleno verano. ¡Incluso una limonada bien fría con hielos!

Si quieres una ducha de exterior resistente al sol y al agua elige un modelo de acero inoxidable o termolacado. En esta de la imagen, ubicada junto al jardín, se dispuso una piedra en el propio muro que hace las veces de repisa para dejar los productos de aseo.

Rociador fijo en la pared para los más altos o alcachofa de mano a media altura para los peques. ¡Aquí se duchan todos! Y para evitar miradas indiscretas, se ha diseñado una mampara con listones de madera de sabina que además sirve para dejar las toallas.

Las duchas de exterior se engloban en dos grandes grupos: las que necesitan instalación y las que no. Las primeras son fijas, se deben colocar cerca de una toma de agua y conectarlas a la tubería o a la manguera enchufada a un grifo. Requieren de un profesional.

Más fáciles son las duchas desmontables portátiles, de quita y pon, que se conectan al agua a través de una manguera flexible. Esta de la imagen de diseño minimalista es fija y se ha empotrado en la pared junto a la piscina, próxima al comedor exterior y la zona de barbacoa.

Las duchas de exterior no son exclusivas de casas con piscina o jardín. En un patio también puedes colocarla. Prueba de ello es este modelo integrado en la fachada de ladrillo. Ha sido diseñado por Gabriela Conde, quien ha dispuesto también un pequeño lavabo, a modo de aseo al aire libre. Así pueden refrescarse tras una exposición solar o quitarse la arena de los pies antes de entrar en casa.

¿Tu casa está rodeada por un muro de piedra vista? En uno de sus rincones puedes instalar tu zona de refresco. Un caño por donde salga el agua y un par de grifos hacen que este tipo de modelo fijo sea imperceptible a la vista. El propio pavimento de baldosa hace de plato de ducha exterior. Una banqueta alta o unas cestas serán buenos lugares para dejar las toallas secas.

Para los que no tienen la fortuna de tener una piscina en casa, ¡bienvenida sea una ducha exterior! Una opción súper actual es optar por una ducha solar. Se trata de un modelo fijo que puedes montar tú misma, sin necesidad de llamar a un instalador profesional.

Esta de la imagen ha sido diseñada por Ábag Studio quien la ha ubicado detrás del sofá de obra. Y para no desperdiciar el agua de la ducha, se rodeó con plantas para regarlas al mismo tiempo. ¡Qué idea tan sostenible!

Un baño moderno y pequeño puede concederse alguna licencia. En este caso se ha elegido un revestimiento en color verde y acabado brillante que no solo le da personalidad, sino que también da profundidad a la pared de la ducha. Una manera original de combinar los azulejos de la ducha con estilo. 

Este baño junto al dormitorio no resulta pequeño debido a la pared de cristal que separa ambos espacios y que permite que la luz viaje sin impedimentos. La mampara en blanco aporta luz y un punto actual y moderno, características que también vemos en los grifos negros. 

Es gracias a la altura de los techos que este baño no parece tan pequeño como en realidad es. Y también hay que agradecerle al color blanco la amplitud y profundidad que regala. El espejo con marco redondeado en color negro es el responsable del punto moderno, que se apoya en las fibras de la lámpara y la banqueta para no resultar demasiado frío.   

Es una de las combinaciones más exitosas en baños pequeños que buscan un toque moderno es el blanco y la madera. En este caso, se colocó un azulejo tipo metro en la zona de la ducha, mientras que el mueble es de madera, al igual que el antepecho con grifería empotrada.  

A este baño no le falta de nada: tiene suficiente almacenaje, una cómoda ducha y mucho espacio. Y todo gracias a los revestimientos, ducha y encimera de color blanco. La única nota de color y que dota al espacio de elegancia y modernidad es el mueble de baño, elegido suspendido para dotar al espacio de más ligereza.

Si buscas un aire más clásico para tu cuarto de baño, puedes elegir revestimientos sencillos con el mismo formato en dos colores, para diferenciar alguna zona. En este cuarto de baño se ha apostado por baldosas más oscuras para el suelo y la zona de los lavabos, y más claros para el interior de la ducha. El resultado es sobrio y elegante. 

Que tu cuarto de baño no disponga de mucho espacio no significa que tengas que renunciar a combinar diferentes azulejos. Sin embargo, en baños pequeños es importante elegir revestimientos en tonos claros y luminosos que aumenten la sensación de amplitud. Como en este caso donde se han utilizado varios modelos de baldosas, aunque todas ellas son blancas con detalles en negro.

Las paredes revestidas de azulejos de efecto mármol en color blanco con vetas en gris contrastan con las piezas oscuras del pavimento, logrando un efecto decorativo muy elegante. ¿Y cuál es el mejor revestimiento para baños?, te preguntarás. Pues es importante elegir un revestimiento con acabado antideslizante para el suelo, sobre todo en la ducha. El gres porcelánico, no poroso e impermeable, es perfecto para zonas de agua.

Especialmente si os estáis haciendo mayores. Y es que un banco en el baño os facilitará la vida para sentaros si lo necesitáis y, si no, puede ser un apoyo perfecto para los geles o colocar la toalla. En este, luce el mismo acabado que las paredes y el mueble de baño, dando mucha unidad a todo el conjunto. 

Las decoradoras Serena Braslasu  y Lorena Torrado de Pampa Estudio apuestan por la continuidad de materiales para decorar aseos pequeños. "Teniendo uno o dos materiales distintos para el acabado de los paramentos verticales, así como horizontales, conseguiremos ampliar el espacio visualmente sin los cortes que proporcionan el cambio de materiales. Por ejemplo, el microcemento es una idea excepcional, ya que con este material te evitas las juntas", matizan.

La distribución de un aseo mini ha de ser ordenada y funcional. Serena Braslasu y Lorena Torrado, fundadoras del estudio Pampa Estudio, creen que con ello "se consigue la mejor fluidez de paso posible. Esta fluidez la podemos conseguir primero por la puerta, ganando espacio con una puerta corredera en el interior del muro antes que una puerta abatible. Los elementos como lavabo, inodoro y ducha (en el caso de que lo haya) es mejor que estén enfrentados cada uno apoyado en su muro y así tener el espacio central para el libre movimiento".

Si hablamos de un baño con ducha, esa mampara que separa el plato puede convertirse en un elemento decorativo con perfiles en colores de tendencia. Siempre mejor con vidrio transparente para no compartimentar un espacio pequeño como es un mini aseo. Lo que se lleva: mamparas con cuarterones. ¡Elevan el nivel!

Los baños sin ventanas se ven obligados a convivir con la oscuridad. Fíjate en la genial idea que ha plasmado en este baño en suite la interiorista Marta Tobella para proporcionarle luz natural: ha convertido el muro que da al dormitorio en una pared de cristal y le ha dado intimidad con una veneciana. La zona de la ducha queda semicerrada con una mampara acristalada de cuarterones finos y blancos.

En este baño, el murete que separa el lavabo de la ducha solo llega a media altura, el resto del espacio queda protegido por una mampara transparente que ofrece mayor visibilidad y que difumina los límites entre los distintos ambientes. Para dar unidad a ambos espacios, la interiorista Paz de Tord eligió el mismo verde grisáceo para el mueble y para los azulejos, colocados en vertical, creando el efecto de subir las paredes. 

En los baños modernos, el microcemento es un must. Fíjate en la uniformidad que otorga a este plato de ducha. La mampara, con una parte fija y otra abatible que se abre hacia afuera, crea una cabina con efecto spa y un montón de espacio.

El área del plato de ducha, revestido con azulejos tipo metro en color blanco, y el resto del baño, con paredes de piedra. Un contraste muy acertado para una estancia donde la ducha (y la ventana) ayudan a que el espacio parezca mayor. A este efecto también contribuyen el techo pintado de blanco y el suelo porcelánico con un acabado de madera de haya, muy clarito, que mantiene la luminosidad. Y todo esto no quita protagonismo a la piedra de las paredes, único responsable del estilo rústico de este baño. 

En este pequeño baño, el espacio se exprimió al máximo instalando un plato de ducha con mampara fija que permite entrar y salir con total libertad, pero al mismo tiempo protege el suelo exterior de salpicaduras. Para dar continuidad al baño, así como amplitud, se eligió el mismo revestimiento en todo el baño.  

Al instalar un plato de ducha en este baño, se pudo añadir un banco de obra que parte del mismo mueble bajolavabo, convirtiendo la ducha en una zona tipo spa. La mampara fija y abierta, además, permite que el acceso sea más fluido. El plato, al ser de textura de pizarra, ofrece seguridad y reduce la posibilidad de resbalones. 

Si buscas ampliar visualmente el espacio de tu baño, apuesta por un plato de ducha en piedra claro. En este caso, la naturalidad del acabado en piedra del plato de ducha aporta mucha luz en este pequeño baño, junto con los azulejos de gran formato en color beige, lo que contribuye a agrandar el espacio. Por cierto, ¿te has fijado en que el resto del baño no está alicatado, sino que sus paredes están pintadas de un beige un poco más oscuro que el de la ducha? 

Dotar de gracia a un baño con plato de ducha es tan fácil como jugar con las tonalidades. En este caso, la interiorista Vera Salvat se decantó por el mismo diseño de azulejos en espiga, pero se colocaron en blanco en una de las paredes, una opción que refuerza la luminosidad. 

Los platos de ducha a ras de suelo consiguen que los baños parezcan más amplios al quedar al mismo nivel que el pavimento general. Además, si eliges el mismo color y acabado del suelo para el plato de ducha, el efecto será todavía mayor gracias a la continuidad visual (y ganarás un look muy moderno).

En este mini baño, el plato de ducha duplica visualmente el espacio gracias al color blanco que también protagonizan los azulejos tipo metro. Con los pocos centímetros que quedan hasta el inodoro, optar por una bañera sería, sin duda, un error. Para darle personalidad, el revestimiento del resto del baño luce un estampado geométrico muy personal, aunque solo hasta media altura para que no resulte recargado. 

Otra opción para ahorrar espacio en un baño pequeño es apostar por una mampara corredera que bordee el plato de la ducha. Ten en cuenta que, para elegir una puerta plegable, tendrás que tener espacio o bien dentro de la ducha o fuera, para que pueda abrirse con comodidad. Respecto al revestimiento, se eligió el mismo modelo con acabado marmolado en toda la superficie de la ducha, pero en el resto del baño solo llega a media altura, dejando la otra parte de la pared de un color blanco, que concede mayor amplitud y luminosidad.  

Al elegir el plato de ducha en color blanco, el baño siempre parecerá mayor de lo que es. Se trata de un truco cromático que funciona en todas las estancias. Pero si las paredes de la ducha también son blancas, es necesario llevar la calidez mediante otros materiales y muebles. En este baño, decorado por la interiorista Paula Duarte, se eligió un suelo hidráulico que aporta movimiento y carácter, así como un llamativo mueble de madera, que recuerda los de oficios, responsable de dar calidez. 

En baños pequeños, esta solución para aprovechar el espacio es de lo más práctica. Al instalar el plato de ducha tras el murete, puedes ahorrar la mampara y usar el otro lado del murete para colocar el lavabo. ¡El perfecto dos en uno!

La decoración de estilo industrial en baños cumple los mismos requisitos que en el resto de estancias, aunque las mamparas de vidrio y aluminio negro con cuarterones son elementos imprescindibles si quieres conseguir el total look. Pero para evitar el efecto frío del metal, asegúrate de elegir un mueble de madera (mejor si es lavada o al natural), así como unos revestimientos y suelos que contribuyan a esa calidez. Es lo que hizo en este baño la interiorista Natalia Zubizarreta, quien se decantó incluso por un espejo con marco de madera, que ayuda a contrarrestar el efecto de la mampara con perfiles negros. 

Puede que el acero, la piedra o el microcemento te resulten demasiado fríos e impersonales, pero hay un modo de emplearlos sin renunciar a la calidez, y es combinándolos con muebles de madera en tonos claros y luminosos. Incluso puedes planificar un mueble de obra, como el que colocó aquí la interiorista Marta Tobella. Ahora, la clave es elegirlo con los frentes de madera. Como ves, la grifería negra y la mampara fija, con perfiles del mismo color, es un homenaje a este estilo que nunca pasa de moda. 

Cuando la zona de la ducha queda en la misma pared que el frente del lavabo, una opción para combinar azulejos es usar el mismo tipo en esa pared, de lado a lado, de manera que integre ambas zonas. Elige un revestimiento llamativo, con presencia y personalidad; y recurre a un azulejo neutro que equilibre para el resto de paredes y suelo.

Con las juntas entre azulejos marcadas o en el mismo tono del revestimiento en sí. Pero la instalación de una baldosa que permita jugar con la orientación de las piezas es una idea que demarca la zona de la ducha. Aquí, al encontrarse en una zona independiente, el suelo en blanco contrasta con el azul de la ducha y, a su vez, también con la madera usada en primer plano en la zona del mueble del lavabo.

Esta idea enlaza con la que acabamos de ver: una ducha con azulejos sencillos en color blanco y plato en el mismo tono que dan luz y equilibran el peso visual de un suelo marcado acabado hidráulico, con motivos que "llenan" y personalizan. Los azulejos pueden ser en color blanco o neutro pero tener relieve y textura (no que reproduzcan un motivo pero sí acabados como de piedra o cemento).

En este baño, toda la zona de la ducha, paredes y murete delimitador, se reviste con el mismo tipo de azulejos en color, que contrastan con el blanco del resto de paredes del baño. Estas se pintan en blanco. Las pinturas esmaltadas soportan mejor las salpicaduras, por si lo quieres tener en cuenta a la hora de pintar la zona del lavabo. Tanto con pintura plástica como con papel puedes elevar el copete de la encimera del mueble del lavabo para crear un zócalo que proteja de salpicaduras.

Este tipo de revestimiento aporta matices decorativos interesantes sin saturar. Se trata de piezas pequeñas que aportan textura. Esta puede ser más o menos marcada según escojas unas juntas más destacadas o del mismo color que el azulejo en sí. Así, decorar con mosaico la zona de la ducha o prolongar su uso al resto de paredes del baño es una opción interesante a nivel estético.

Hoy hay materiales porcelánicos de gran formato que permiten revestir las paredes de la ducha prácticamente sin juntas (algo que se consigue también con el microcemento). Como si fueran planchas que se adaptan a la pared. Jugar con el mismo acabado en el plato y paredes de la ducha, en contraste con el resto, hará que esa zona sea el punto focal de la decoración.

Si quieres otra opción para saber cómo combinar azulejos en la ducha, toma nota: destaca la pared más larga de la ducha con un revestimiento que contraste respecto al resto. La idea de llevar el acabado madera a las paredes de la zona de la ducha logra un interesante efecto de calidez que permite optar por tonos neutros y muebles en blanco en el resto del espacio sin miedo a caer en el efecto "hospital".

Una opción que aporta matices de textura y brillo sin saturar es la de combinar en la zona de la ducha azulejos del mismo tono pero de modelo diferente, como en este baño. Así, la pared más larga de la ducha cuenta con un revestimiento de azulejos rectangulares con instalación contrapeada y acabado esmaltado -aporta cierto brillo- mientras que las cortas juegan con un azulejo más sencillo mate.