Duchas

Si piensas en qué diseño escoger para destacar la pared de la ducha y el lavabo, como aquí, contempla cualquiera que aporte textura, los que imitan madera con un efecto palillería, las baldosas hidráulicas o imitación, mosaicos y teselas y aquellos azulejos que permiten una instalación original en formas poco convencionales como zigzag o espiga.

Paredes en tono claro y suelo oscuro, incluido el plato de ducha. Los platos de piedra y resinas ofrecen posibilidades interesantes para escoger colores que no sean solo en blanco. Así, se puede jugar con un plato en gris, como en este baño, que tenga continuidad en el revestimiento del resto del espacio y paredes en color claro. El efecto marmolado rompe el blanco liso con una discreta veta que resulta elegante. Fíjate que aquí el azulejo no llega al techo y se usa también en el murete que delimita la ducha.

Cuando el plato de ducha no es un modelo en resina -los que más se instalan hoy- ni porcelana, se crea con un revestimiento de obra y aquí las opciones para darle protagonismo al suelo de la ducha son infinitas. Opta por un revestimiento marcado y paredes en tono neutro que compensen la fuerza del plato. En este espacio todo juega con el blanco y el negro, usado en diferentes elementos y proporciones.

Sin que destaquen las paredes especialmente, puedes combinar un azulejo en color blanco en la zona de la ducha con continuación en el frente del mueble del lavabo con pintura en blanco en el resto de las paredes. La idea es aplicable a azulejos de otra tonalidad con pintura idéntica. De esta manera el suelo puede tener más protagonismo.

Esta idea para combinar azulejos en la ducha es aplicable tanto a una ducha abierta e integrada en el resto del baño como a las que se organizan en una cabina, como aquí. Escoge azulejos diferentes a los del resto del baño para todas las paredes. Se potencia la sensación de ambiente único. Es posible usar ese revestimiento también en el suelo con un plato de obra. En este caso se coloca un desagüe específico y se da inclinación al suelo para favorecer la caída del agua.

Está permitido mezclar azulejos de acabado liso con otros con textura tanto en la misma zona de la ducha como en el resto de paredes del baño. Lo mismo sucede con los acabados brillo o mate. Esta última idea es interesante cuando se quiere elevar el nivel de un espacio con revestimientos brillantes pero sin abusar de ellos. En este baño, la piedra de las paredes se convierte en azulejo en la zona de la ducha para facilitar la limpieza y que no se estropee en contacto con el agua.

Otra forma de combinar los azulejos en la ducha es revestir las tres paredes (la más larga y las dos de los extremos cortos) del mismo material y acabado y prolongarlo en el resto del espacio, al menos en una pared para dar continuidad. Esta solución es práctica cuando no se quiere revestir con azulejos todo el baño, por ejemplo, pero sí proteger zonas en contacto con agua, como aquí la pared de la bañera exenta.

La idea de prolongar los azulejos de la zona de la ducha en otras zonas del baño que pueden estar en contacto con agua (aquí el frente del lavabo) para dejar el resto sin revestir con azulejos, permite ahorrar material en la reforma del baño. Se puede usar pintura o papel pintado en la pared. Pero, además, es una buena idea cuando el espacio cuenta con un techo de altura excepcional. Ese corte, acerca visualmente el techo.

De eso va este artículo, de las ideas que puedes llevar a tu baño para decorar y revestir con azulejos de la ducha. Puede que sea porque vas a reformar el baño por completo y quieres saber si integrar la ducha en el resto del espacio o diferenciarla; o porque vas a afrontar un cambio de bañera por ducha y sí o sí debes optar por elegir un azulejo diferente (a no ser que cuentes con el mismo revestimiento que tienen el resto de las paredes). ¡Veamos las opciones!

A la hora de combinar los azulejos en la ducha puedes optar por elegir el mismo revestimiento para las paredes de la zona que se han usado en el resto del baño, incluso, en el suelo. El efecto es de bloque y continuidad, es decir, no se busca el contraste ni destacar, sino integrar en estética todo el ambiente, como en este baño con un azulejo tan de tendencia en acabado marmolado.

En este otro baño las paredes de la zona de la ducha se han revestido con el mismo azulejo en tono neutro usado en el baño (una idea diez en baño pequeños). Pero el suelo es diferente, más claro para que añada una nota de luminosidad. Los tonos naturales crean una atmósfera neutra y cálida sobre la que encaja cualquier estilo decorativo. Aquí, esa neutralidad deja que el plato de ducha, rodeado de cantos rodados en blanco, adquiera presencia.

¡Qué cambio! Y es que una de las reformas estrella es precisamente cambiar la bañera por una ducha, ya que en el espacio que ocupa una bañera pequeña puedes ganar una súper ducha. Y esto es lo que hizo en este baño la decoradora. Revistió la pared con la misma baldosa blanca tipo adoquín de look vintage de la zona del lavamanos y del murete de los sanitarios, que con su brillo multiplica, además, la luz. 

De ese baño anticuado y desaprovechado no queda absolutamente nada. La decoradora ha planificado un completísimo mueble doble volado que resulta tan capaz como estiloso, con este elegante color café. La ducha, con su mampara con cuarterones en negro, es cómoda y un activo más de la decoración de este baño, tan personal como práctico. 

Para no perder ni un metro el baño se integra en la habitación, con un mueble del baño realizado a medida con unas baldas abiertas y organizadas con unos cestos de fibras. "En un piso pequeño, resulta muy importante mantener el orden", señala Catiana.  ¡Todo encaja! 

Para dar personalidad al ban~o, usaron un original papel pintado de flores y optimizaron los metros con una doble balda, estrecha pero eficaz. "En la de madera apoyamos un lavamanos rectangular y la de abajo, lacada en blanco, sirve para dejar toallas y cestos", apuntan las interioristas.

Es una de las opciones con más personalidad para baños que cuentan con demasiado blanco. Para Natalia Zubizarreta, "los lavamanos en piedra natural o porcelánico efecto piedra" son una de sus opciones favoritas. 

Antes de ir a la cama, tendrás que repasar el baño si acostumbráis a ducharos por la tarde-noche. De esta manera, al día siguiente, estará recogido. La ropa sucia al cesto de la colada, las toallas en su sitio (estiradas para que se sequen), nada de botes por medio o gotas de agua y restregones que hacen que el baño se sienta sucio y desordenado.

Los tonos neutros son únicos para llenar de luz el baño. En este la interiorista Gloria Borrás ha elegido un tono blanco perlado para revestir este baño con un tratamiento especial hormigonado. La encimera se realizó a medida en mortero a la cal y el plato de ducha con textura de pizarra cuenta con un escalón donde depositar los útiles del baño y las toallas.

Aunque la vista te haga creer que este baño cuenta con tres materiales diferentes (madera, porcelánico y papel pintado), en realidad hay solo dos. El revestimiento de la ducha es un cerámico con acabado en madera alistonada mientras que el del lavabo imita al mármol. Ambos dan el pego. El mix de materiales, elegidos por Begoña Susaeta, funciona a las mil maravillas. 

Las vigas de madera, el papel pintado repleto de animales del bosque, el suelo con acabado envejecido y el guiño de los tiradores en forma de ciervo nos trasladan a un baño rústico. El estudio Luderna ha combinado este estilo con detalles más actuales como el mueble suspendido, el lavabo redondo o la mampara casi invisible. ¡Nos gusta este rústico chic!

Si quieres que tu baño esté a la última, instala una ducha con una perfilería mínima, que amplíe el espacio, o negra, más estilosa y decorativa. En este baño con revestimiento amarmolado, la interiorista Mercedes Pérez ha optado por una mampara casi minimalista, con grifería encastrada y toallero radiador en el interior.

Los baños amplios hacen posible la coexistencia de ducha y bañera, con lo que el principal dilema se evapora. En este, decorado por Paula Duarte, se combinan los dos. De la misma manera, conviven los distintos acabados de los revestimientos: madera en la pared de la ducha y porcelánico en el suelo. Las baldosas hexagonales colocadas de forma aleatoria dan dinamismo a la estancia.

Sin meterte en pintar el mueble del baño o los módulos auxiliares de almacenaje que tengas, solo cambia los tiradores y rejuvecene el conjunto. Los más sencillos de cambiar son los de un solo agujero. Para el resto deberás medir y buscar un modelo nuevo que se ajuste a la distancia entre agujeros. Antes de elegir un modelo, retira uno antiguo para ver si ha dejado marca alrededor con el tiempo. Esto te ayudará a elegir nuevo diseño, pensando en cubrir esas marcas. En Zara Home tienes tiradores ideales desde 3,99 €/pack de 2 en cuerda.

Ganarás en amplitud y actualidad. Rejuvenece el baño con un cambio de cortina de ducha por mampara. Tanto en la bañera como en el plato de ducha. La opción más económica es un panel fijo de cristal transparente. En 80 x 190 cm, la tienes en Leroy Merlin por 100 €. Es cierto que si necesitas una medida especial o con puerta, el presupuesto aumenta y ya no será un truco barato para actualizar tu espacio.

El lavabo queda instalado en la trasera del tabique divisorio. En un extremo de la planta se crea una zona que integra bañera exenta y zona de ducha, todo tras una mampara que evita salpicaduras y delimita.

Toma nota de este precio relacionado con los cambios que puedas tener que realizar en el baño al abrirlo al dormitorio. Desplazar las tomas de agua tiene un precio de 560 € aprox. Pero lograrás la distribución de cada zona de aguas donde quieres y mejor encaja en la nueva disposición.

En este otro baño abierto al dormitorio, tras los armarios roperos se encuentra el baño sin puertas. El mueble del lavabo ocupa la zona central y a cada lado de este se organiza el inodoro y la ducha. Instalar u plato de ducha (sin el precio del plato en sí) tiene un coste de 180-200 € aprox. Si el inodoro queda "preservado" tras un murete u otro elemento (como aquí el armario), tendrá más privacidad. Pero siempre puedes delimitarlo en una cabina con puerta.

En este proyecto, tras el murete se instala el mueble del lavabo que quede frente a un gran armario con puertas, que hace las veces de vestidor. El lavabo "sale" del baño en sí. El acierto es que esta zona es de uso abierto mientras que ducha e inodoro quedan en una cabina delimitada con puerta corredera.

Un recurso eficiente para crear conexión visual total pero mantener separaciones físicas reales entre dormitorio y baño. Aquí se ha abierto un vano fijo acristalado que casi ocupa una pared, en el tabique que separa el dormitorio de la zona de la ducha. Y esta a su vez, en el lado del baño, cuenta con una mampara de barrotillo y perfil blanco con vidrio transparente. ¿Sabías que hay cristales que se oscurecen o vuelven opacos gracias a la tecnología con solo tocar un botón? (Tienen un precio de entre 800 y 900 €/m²).

Para solucionar el tema del espacio, Mireia Masdeu colocó un mueble volado a juego con las nuevas baldosas blancas. Aunque no lo parezca, ¡es mucho más amplio! En esta reforma, todo son buenas ideas. 

Un porcelánico blanco de gran formato ayuda a multiplicar la luz y, para que el conjunto no resultara demasiado plano, María revistió la pared frente la ducha con una madera porcelánica. ¿Resultado? Una textura que suma calidez y carácter.

¡Un cambio que puedes hacer ya para disfrutar de una ducha caliente este invierno! Es posible realizar esta reforma en un día y por menos de 2.000 €. Si instalas una ducha con mampara cerrada, se concentra el calor en el interior y resulta muy confortable el momento del baño. El precio es de 1.700-1.800 € (precio en Securibath para un plato de 70 cm de ancho x 180 cm de largo), aunque dependerá el precio final de los azulejos escogidos -más cantidad si cambias las tres paredes de la ducha que si revistes solo la parte que deja al descubierto la bañera al retirarla- y la mampara.

¡Menudo lavado de cara se le ha hecho al cuarto de baño principal! Cualquiera diría ahora que pertenecía a una casa antigua. Los revestimientos en suelo y pared de microcemento lo han traído a la actualidad. De nuevo el color gris marca el paso. Cristina ha ideado un muro que separa el lavabo de la ducha. Esta se ha diseñado con hornacinas a modo de estantes. La calidez lo aportan el mueble de lavabo en madera y los textiles.

Los revestimientos de color blanco son un acierto en el baño. Ahora, tampoco es aconsejable abusar de ellos: el resultado puede terminar por ser frío. Pero si una de las paredes tiene un acabado en piedra, como en este baño, los azulejos blancos harán que el espacio se vea luminoso, mientras que la piedra aportará calidez y un toque rústico. 

Otro recurso para ayudar a que el baño parezca más grande es emplear el mismo tipo de revestimiento o acabado en las paredes que en mueble de baño. Aquí, la interiorista Gloria Borrás ha elegido mortero a la cal para la encimera y estructura del mueble de baño, con el mismo acabado color arena del que presumen las paredes.    

La calidez del suelo de madera, la luminosidad del blanco y pequeños toques de negro en el espejo o la grifería demuestran que estamos ante un baño moderno. Se halla integrado en el dormitorio para más comodidad. ¿Te has fijado? El mueble de baño está revestido del mismo mármol que la cocina y las puertas acristaladas de la ducha recuerdan a las del dormitorio. ¡Todo está conectado!

Si vas a reformar el baño, hazlo con vistas a futuro. Ahora estás bien pero las articulaciones empezarán tarde o temprano a pasar factura. O puede que lo necesites, si tus padres ya mayores pasan temporadas contigo. Duchas sin bordes con suelos antideslizantes que faciliten la entrada, grifos en el lavabo con sensor para evitar olvidos y termoestáticos en la ducha para no quemarte, armarios no demasiado bajos para evitar agacharte, toalleros radiador que mantengan las toallas secas y calentitas... Son detalles que agradecerás a corto, medio y largo plazo. ¡Y en la decoración, velas y plantas te ayudarán a lograr esa atmósfera relajante que tanto te gusta! Este baño fue reformado por Ábag Estudio con revestimiento y pavimento de mármol.

Evita luminarias de pantallas marcadas o de gran tamaño. Mejor lámparas sencillas y minimalistas, pequeños apliques y focos, que no entorpezcan ni corten el espacio. Si las instalas colgantes, preferiblemente en un rincón. Las tiras LED son un gran aliado para iluminar con discreción.

Busca la continuidad en el pavimento del baño y la sensación será de amplitud al no encontrar cortes o límites. Esto implica usar el mismo revestimiento tanto en la zona de la ducha como en el resto de la planta. Si prefieres un plato, opta por una solución enrasada que evite desniveles.

Logra equilibrio y unidad, que se transforman en sensación de amplitud, con una continuidad en los acabados. No mezcles demasiado. Escoge uno o un par, sin demasiadas juntas (de ahí que los revestimientos continuos tipo microcemento o baldosa rectificada jueguen a favor de esta ilusión óptica). Los colores claros amplían, aunque puedes destacar una pared de acento (mejor si recibe directamente luz natural).

A la hora de jugar con la ilusión óptica de espacio en un baño pequeño, los elementos de menor altura deben quedar cerca del acceso y el de mayor volumen al fondo. Así, la ducha, es preferible que se ubica en el extremo contrario a la entrada. La ducha, siempre es más ligera que una bañera, por la continuidad del suelo. Evita muretes y delimita solo con una mampara de cristal transparente con perfilería mínima.

¡Una ilusión óptica de apertura gracias al cerramiento acristalado! Innegable la sensación de amplitud que se logra al sustituir una pared por un tabique de cristal que comunica el baño con el dormitorio. Aquí la ducha se convierte en un elemento de transición entre los ambientes.

En este baño donde la pared y la bañera se revistieron con madera cerámica, la ducha se situó pegada a la bañera. Así, la mampara también protege un lateral de la bañera para evitar parte de las salpicaduras. La entrada a la ducha se realiza a través de una puerta abatible que transforma esta zona en una confortable cabina transparente desde la que se puede contemplar todo el baño.

¿Tienes dudas a la hora de elegir la mampara del baño? Hay varias claves que te ayudarán a decidir cuál es la mejor opción. Si te gustan las mamparas con puertas batientes, debes contar con un espacio libre de unos 45 cm, más o menos, la medida de la puerta. Las mamparas correderas son más prácticas en baños pequeños, al igual que los paneles fijos como el que vemos en la imagen, aunque estos últimos no dejan la zona de la ducha 100% protegida de salpicaduras. Lo mismo ocurre con la altura de la mampara, cuanto más alta, menos salpicaduras tendrás en el suelo. ¿Ya sabes cuál te va más?

Lo ideal en un baño es que la ducha y la bañera se encuentren una junto a la otra, por comodidad y para aprovechar el recurso de los desagües. Una opción que nos gusta mucho es situar la bañera al fondo, como pieza central. Fíjate que en este baño también se ha construido una hornacina que permite dejar los botes de gel y champú para tenerlos siempre a mano. En cuanto a la ducha, se realizó a ras de suelo y se eligió un panel fijo de corte industrial con cuarterones que le da al conjunto un look muy moderno a la vez que delimita el espacio.

En baños grandes, darle protagonismo a la mampara de la ducha puede ser un recurso estilístico top, siempre y cuando recurras a modelos de diseño. En este baño, la mampara con cuarterones y perfilería metálica genera armonía tonal al ser del mismo color que el resto de elementos, como la bañera o el mueble bajo lavabo. Para destacarla y aportar un poco de contraste, los grifos y otras piezas como el espejo o el toallero, se escogieron en negro mate. Mix & match!

Otra idea que te ayudará a separar ambientes y a ganar la privacidad necesaria, es construir un murete que actúe como pared de ducha y que sirva para diferenciar esta zona del lavamanos. Los materiales como el microcemento funcionan muy bien para concebir baños modernos con un toque industrial.

En cuanto a la bañera, lo importante es pensar en el estilo que deseas darle al baño (y en el espacio). Las bañeras clásicas con patas quedan preciosas, pero acaparan todo el protagonismo y requieren de espacios amplios. Si prefieres decantarte por un estilo moderno, las bañeras exentas minimalistas son una buena opción. Por último, las bañeras encastradas son las más habituales, y permiten tener la ducha en el mismo sitio, así que son las más funcionales.