Distribución Salones Orden Reformar Escaleras Recibidores Espacios pequeños Cajas Marie Kondo 201 /266 201. El plano de la planta baja En esta planta de 30 m la entrada y la escalera estaban cerradas y las abrieron. Separaron con un tabique salón y cocina. 202. Los 30 metros de la planta alta Arriba están las habitaciones de los niños y los padres y un baño. Las camas de los hermanos se han puesto en ‘L’. 203. Sin barreras Deja que fluya la luz natural por toda la casa mediante una distribución basada en espacios abiertos y comunicados. No solo ganarás luminosidad, sino también metros. 204. Lo mejor de dos mundos ¿Quieres que la cocina reciba luz natural pero no te gusta que forme parte del salón comedor? Sustituye la pared divisoria por una de vidrio templado transparente. O por unos paneles correderos de ese material, como en este caso. 205. Atrévete a cambiar ¿Tú salón está en penumbra la mayor parte del día y en tu dormitorio hay que entrar con gafas de sol a cualquier hora? Cambia sus ubicaciones dentro de la casa para sacar el máximo partido a la orientación de las estancias. Esta terraza se forró entera de madera. El Mueble 206. Esta terraza se forró entera de madera En las zonas estrechas del comedor, las plantas trepan por las paredes de madera tropical tratada y aportan cierta calidez a la zona de comedor de exterior con vistas a las estrellas. El plano del chill out. El Mueble 207. El plano del chill out Las colchonetas y cojines se apilan o separan en función de las necesidades: todos juntos regalan siestas mulliditas y, por separado, largas conversaciones de verano a la luz de los farolillos. Y todo ello sobre una base de madera, pero no una madera cualquiera: son travesías de tren recuperadas. El plano de esta terraza alargada. El Mueble 208. El plano de esta terraza alargada El banco volado en la pared separadora suma asientos sin restar metros. Una butaca y una mesita auxiliar completan la zona de estar. ¡No se necesita más! 209. El plano de este piso La distribución casi no se cambió. Se eliminaron tabiques para ganar amplitud. Evitaron pasillos y espacios perdidos. 210. 13. Pequeña, en línea y con barra de desayunos Esta cocina en línea bebe de la luz que entra por el gran ventanal para darle la amplitud visual que no conceden los metros visuales. Para hacerla más práctica, el rincón bajo de la ventana se ha aprovechado con una balda volada del mismo material que la encimera para ganar una zona de desayunos o una superficie extra de trabajo. 211. Un toque de color Para dar más personalidad y color a esta cocina en línea, se colocó una colorista composición de baldosas que imitan el mosaico hidráulico en la zona del antepecho. Y el resultado ayuda a romper con la hegemonía del blanco de esta cocina con muebles de Meine Kutchen. 212. 8. Un espacio común Esta cocina comparte espacio con el salón y el comedor y se integra a la perfección en la decoración gracias a su mobiliario, de madera y una tonalidad común. 213. Juntos pero no revueltos Y es que el pavimento de mosaico delimita la cocina del comedor, que a su vez queda separado del salón gracias a la mesa, que hace de barrera visual. La alfombra, por su parte, delimita el salón. 214. 13. ¿Quién dice imposible? Esta cocina, con muebles de MJ Figueroa, se ha aprovechado al cm, llevando el mobiliario hasta el techo. Para no recargar el espacio, los armarios superiores se han acristalado 215. Un mini office El mueble con cajones y baldas sirve de camarera para guardar la vajilla y así liberar un armario de la cocina, y de improvisada barra de desayunos. 216. Con el menaje a mano El comedor, planificado con una mesa redonda que siempre resulta visualmente más ligera, se ha completado con un armario a juego con el mobiliario de la cocina para tener a mano todo el menaje. 217. 14. Estrecha pero bien aprovechada Esta cocina abierta al comedor aprovecha la planta alargada para distribuir todo el mobiliario en línea y, a la vez, se beneficia de la luz del comedor, que llega hasta la cocina. Mobiliario de The Singular Kitchen. 218. Entre el salón y el comedor En pocos metros, como aquí, prescindir de tabiques es la mejor opción. Gracias a esto, la cocina toma prestado al pasillo entre salón y comedor el espacio necesario para trabajar sin estrecheces. 219. 9. En línea sí o sí La planta alargada y muy estrecha de esta cocina hacía que la distribución en línea de los elementos fuera la única opción. Mobiliario diseño de Era Carrola. 220. A falta de metros, ¡ingenio! La trasera de uno de los frentes de la cocina se ha aprovechado como respaldo del banco del comedor que, a su vez, integra un botellero en su estructura. 221. ¿Quién dice pequeña? Esta cocina, diseñada por la arquitecta Mar Marcos con muebles de Fusteria Jorvi, tiene todo lo necesario pero a escala mini. ¿La clave? Optar solo por lo básico. 222. Abierta al pasillo y al salón Prescindir de tabiques ha sido la clave de la reforma de esta cocina, que ahora disfruta de més espacio y más luz. Mobiliario diseño de la arquitecta Vera Sánchez Guasch y realizado por JJ Fusters. 223. Con barra volada Para ganar una barra de desayuno o de comidas informales se ha prolongado la encimera –basta con unos 20-30 cm– y se ha equipado con un par de taburetes. 224. En blanco y gris La claridad de esta cocina ha permitido apostar por un mobiliario en gris, que crea un contraste muy elegante con el blanco de las paredes. El antepecho, alicatado en acabado brillante, aún refuerza más la luminosidad. Muebles de Ikea. 225. Cocinar en el pasillo En este piso no se ha dado ni un cm por desaprovechado. El pasillo entre la entrada y el comedor se ha aprovechado para completar el almacenaje de la cocina e instalar los electrodomésticos. 226. El triángulo de trabajo La zona de almacenaje y despensa se ha ubicado tras los fuegos y la zona de aguas, lo que facilita el trabajo en la cocina. 227. Hasta el techo En esta cocina se ha aprovechado toda la altura de la cocina con muebles a medida y en blanco, lo que aligera el conjunto. Mobiliario diseño de Nook Architects. 228. Con el comedor, al fondo Integrar el comedor a la cocina es siempre un acierto: ganas metros y, a la vez, comodidad. Mobiliario diseño de la decoradora Marta Prats y Cubic. 229. Con mini office En el acceso a la cocina, entre la puerta y la ventana, se ha habilitado un pequeño office para dos. Los taburetes cuando no se usan se recogen debajo del sobre volado... ¡y desaparecen! 230. Ligera y capaz La decoradora Jeannette Trensig planificó esta cocina para que fuera capaz y ligera a la vez. Para ello, optó por armarios superiores tipo vitrina. 231. Gris, madera y blanco Uno de los frentes de la cocina se ha pintado en blanco, que ilumina el gris, y un original platero de madera da un punto cálido y retro a la cocina. 232. Con personalidad Paredes y mobiliario se han teñido de gris en esta cocina que disfruta de mucha luz natural. En el mobiliario se ha optado por el gris Plummet y en las paredes, por el Down Pipe, ambos de la carta de color de Farrow & Ball. 233. Soluciones magistrales Con mucho espacio de almacén al planificarse uno de los frentes hasta el techo y mucha luz, gracias al cerramiento acristalado que la separa del salón, a esta cocina no le falta de nada. Cocina en L techos y suelos en verde. El Mueble 234. Aligerar en blanco La zona de armarios altos, para aligerarla visualmente, se ha planificado en blanco, creando una cocina tan práctica como original y divertida. Mobiliario diseñado a medida por el arquitecto Albert Pascual. El Mueble 235. 12. ¡A todo color! Pequeña no siempre tiene que significar blanca. Y para prueba, esta cocina, que combina un mobiliario lacado en rojo brillante y un techo verde. Mobiliario, en Maestro Canet. El Mueble 236. 13. Capaz y ligera Para no recargar el espacio, se ha prescindido de armarios altos en el tramo de pared más largo, reservándolos para la zona de los electrodomésticos. Cocina abierta con distribución en L. El Mueble 237. A juego con el comedor Al compartir un espacio común, cocina y comedor han unificado materiales, siendo la madera la opción elegida, que da un plus de calidez a un espacio abierto y en blanco. Cocina rústica y pequeña en L. El Mueble 238. 15. De madera Esta cocina ha rentabilizado cada centímetro disponible con un mobiliario a medida que combina armarios con una zona de baldas para no recargar el espacio. Sillas, en Mercantic. El Mueble 239. Blanco y verde, a dúo En esta cocina se ha jugado con el color para separar visualmente la zona de trabajo, toda en blanco, del rincón de office, con paredes y sillas en verde. Muebles de cocina de Ikea. El Mueble 240. 9. Con un office para dos Esta cocina se ha aprovechado al máximo con una distribución en "L" del mobiliario, situando un pequeño office para dos en un extremo. Cocina en L con office en el medio. El Mueble 241. 10. Aprovechar cada cm Al planificarse hasta el techo, se aprovecha al máximo el espacio. Los electrodomésticos –nevera, horno y microondas– se han reservado para el extremo de la "L". Muebles realizados por Fusteria Guitart. El Mueble 242. Juntos, pero no revueltos En este ático, cocina, comedor y salón comparten un espacio común, con la cocina con muebles blancos para que resulte más ligera y se integre mejor en la decoración. Mobiliario de la cocina de Dismuco. El Mueble 243. 14. En blanco Desde el mobiliario de la cocina hasta la mesa y sillas del office, todo en esta cocina se ha planificado blanco, creando un decorativo contraste con las vigas de madera oscura. Muebles de Cocinas Pinto. El Mueble 244. 11. Con encanto campestre Esta cocina es tan coqueta como bien aprovechada. La grifería y el horno, de estética retro, refuerzan su look campestre y tradicional. Sillas de Muebles Moon. El Mueble 245. Con el comedor contiguo Abierta al comedor, se optimiza cada centímetro de la cocina. Además, la relación entre ambos espacios es más fluida y cómoda. 246. Con comedor Sí, comedor. Y es que en esta cocina se ha prescindido de los armarios inferiores en el lateral de la "U" para ganar una mesa alta para comidas... ¡para hasta cinco! Mobiliario diseño de Abag. 247. Rústica y actual Abierta al comedor contiguo, esta cocina con muebles de roble de Ikea tiene una pátina rústico-chic. Los armarios superiores, con apertura abatible, son de más fácil acceso. 248. Práctica y coqueta Abierta al salón comedor, se ha planificado con el mismo material que envuelve toda la casa: roble. Un sobre de madera apoyado en unos los laterales de la cocina sirve de práctica barra de desayunos. 249. Hasta al techo En esta cocina se ha aprovechado cada centímetro hábil para ganar almacenaje llevando los armarios hasta el techo. En blanco y con acabado brillante, resultan ligeros y multiplican la claridad. Diseño de Meritxell Ribé. 250. Con barra volada Prolongar unos centímetros la barra para disfrutar de un office o zona de comidas informales es una opción muy práctica, sobre todo si, como aquí, la cocina está abierta al comedor. Muebles de Bulthaup. ... 2 3 4 5 6
Distribución Salones Orden Reformar Escaleras Recibidores Espacios pequeños Cajas Marie Kondo 201 /266 201. El plano de la planta baja En esta planta de 30 m la entrada y la escalera estaban cerradas y las abrieron. Separaron con un tabique salón y cocina. 202. Los 30 metros de la planta alta Arriba están las habitaciones de los niños y los padres y un baño. Las camas de los hermanos se han puesto en ‘L’. 203. Sin barreras Deja que fluya la luz natural por toda la casa mediante una distribución basada en espacios abiertos y comunicados. No solo ganarás luminosidad, sino también metros. 204. Lo mejor de dos mundos ¿Quieres que la cocina reciba luz natural pero no te gusta que forme parte del salón comedor? Sustituye la pared divisoria por una de vidrio templado transparente. O por unos paneles correderos de ese material, como en este caso. 205. Atrévete a cambiar ¿Tú salón está en penumbra la mayor parte del día y en tu dormitorio hay que entrar con gafas de sol a cualquier hora? Cambia sus ubicaciones dentro de la casa para sacar el máximo partido a la orientación de las estancias. Esta terraza se forró entera de madera. El Mueble 206. Esta terraza se forró entera de madera En las zonas estrechas del comedor, las plantas trepan por las paredes de madera tropical tratada y aportan cierta calidez a la zona de comedor de exterior con vistas a las estrellas. El plano del chill out. El Mueble 207. El plano del chill out Las colchonetas y cojines se apilan o separan en función de las necesidades: todos juntos regalan siestas mulliditas y, por separado, largas conversaciones de verano a la luz de los farolillos. Y todo ello sobre una base de madera, pero no una madera cualquiera: son travesías de tren recuperadas. El plano de esta terraza alargada. El Mueble 208. El plano de esta terraza alargada El banco volado en la pared separadora suma asientos sin restar metros. Una butaca y una mesita auxiliar completan la zona de estar. ¡No se necesita más! 209. El plano de este piso La distribución casi no se cambió. Se eliminaron tabiques para ganar amplitud. Evitaron pasillos y espacios perdidos. 210. 13. Pequeña, en línea y con barra de desayunos Esta cocina en línea bebe de la luz que entra por el gran ventanal para darle la amplitud visual que no conceden los metros visuales. Para hacerla más práctica, el rincón bajo de la ventana se ha aprovechado con una balda volada del mismo material que la encimera para ganar una zona de desayunos o una superficie extra de trabajo. 211. Un toque de color Para dar más personalidad y color a esta cocina en línea, se colocó una colorista composición de baldosas que imitan el mosaico hidráulico en la zona del antepecho. Y el resultado ayuda a romper con la hegemonía del blanco de esta cocina con muebles de Meine Kutchen. 212. 8. Un espacio común Esta cocina comparte espacio con el salón y el comedor y se integra a la perfección en la decoración gracias a su mobiliario, de madera y una tonalidad común. 213. Juntos pero no revueltos Y es que el pavimento de mosaico delimita la cocina del comedor, que a su vez queda separado del salón gracias a la mesa, que hace de barrera visual. La alfombra, por su parte, delimita el salón. 214. 13. ¿Quién dice imposible? Esta cocina, con muebles de MJ Figueroa, se ha aprovechado al cm, llevando el mobiliario hasta el techo. Para no recargar el espacio, los armarios superiores se han acristalado 215. Un mini office El mueble con cajones y baldas sirve de camarera para guardar la vajilla y así liberar un armario de la cocina, y de improvisada barra de desayunos. 216. Con el menaje a mano El comedor, planificado con una mesa redonda que siempre resulta visualmente más ligera, se ha completado con un armario a juego con el mobiliario de la cocina para tener a mano todo el menaje. 217. 14. Estrecha pero bien aprovechada Esta cocina abierta al comedor aprovecha la planta alargada para distribuir todo el mobiliario en línea y, a la vez, se beneficia de la luz del comedor, que llega hasta la cocina. Mobiliario de The Singular Kitchen. 218. Entre el salón y el comedor En pocos metros, como aquí, prescindir de tabiques es la mejor opción. Gracias a esto, la cocina toma prestado al pasillo entre salón y comedor el espacio necesario para trabajar sin estrecheces. 219. 9. En línea sí o sí La planta alargada y muy estrecha de esta cocina hacía que la distribución en línea de los elementos fuera la única opción. Mobiliario diseño de Era Carrola. 220. A falta de metros, ¡ingenio! La trasera de uno de los frentes de la cocina se ha aprovechado como respaldo del banco del comedor que, a su vez, integra un botellero en su estructura. 221. ¿Quién dice pequeña? Esta cocina, diseñada por la arquitecta Mar Marcos con muebles de Fusteria Jorvi, tiene todo lo necesario pero a escala mini. ¿La clave? Optar solo por lo básico. 222. Abierta al pasillo y al salón Prescindir de tabiques ha sido la clave de la reforma de esta cocina, que ahora disfruta de més espacio y más luz. Mobiliario diseño de la arquitecta Vera Sánchez Guasch y realizado por JJ Fusters. 223. Con barra volada Para ganar una barra de desayuno o de comidas informales se ha prolongado la encimera –basta con unos 20-30 cm– y se ha equipado con un par de taburetes. 224. En blanco y gris La claridad de esta cocina ha permitido apostar por un mobiliario en gris, que crea un contraste muy elegante con el blanco de las paredes. El antepecho, alicatado en acabado brillante, aún refuerza más la luminosidad. Muebles de Ikea. 225. Cocinar en el pasillo En este piso no se ha dado ni un cm por desaprovechado. El pasillo entre la entrada y el comedor se ha aprovechado para completar el almacenaje de la cocina e instalar los electrodomésticos. 226. El triángulo de trabajo La zona de almacenaje y despensa se ha ubicado tras los fuegos y la zona de aguas, lo que facilita el trabajo en la cocina. 227. Hasta el techo En esta cocina se ha aprovechado toda la altura de la cocina con muebles a medida y en blanco, lo que aligera el conjunto. Mobiliario diseño de Nook Architects. 228. Con el comedor, al fondo Integrar el comedor a la cocina es siempre un acierto: ganas metros y, a la vez, comodidad. Mobiliario diseño de la decoradora Marta Prats y Cubic. 229. Con mini office En el acceso a la cocina, entre la puerta y la ventana, se ha habilitado un pequeño office para dos. Los taburetes cuando no se usan se recogen debajo del sobre volado... ¡y desaparecen! 230. Ligera y capaz La decoradora Jeannette Trensig planificó esta cocina para que fuera capaz y ligera a la vez. Para ello, optó por armarios superiores tipo vitrina. 231. Gris, madera y blanco Uno de los frentes de la cocina se ha pintado en blanco, que ilumina el gris, y un original platero de madera da un punto cálido y retro a la cocina. 232. Con personalidad Paredes y mobiliario se han teñido de gris en esta cocina que disfruta de mucha luz natural. En el mobiliario se ha optado por el gris Plummet y en las paredes, por el Down Pipe, ambos de la carta de color de Farrow & Ball. 233. Soluciones magistrales Con mucho espacio de almacén al planificarse uno de los frentes hasta el techo y mucha luz, gracias al cerramiento acristalado que la separa del salón, a esta cocina no le falta de nada. Cocina en L techos y suelos en verde. El Mueble 234. Aligerar en blanco La zona de armarios altos, para aligerarla visualmente, se ha planificado en blanco, creando una cocina tan práctica como original y divertida. Mobiliario diseñado a medida por el arquitecto Albert Pascual. El Mueble 235. 12. ¡A todo color! Pequeña no siempre tiene que significar blanca. Y para prueba, esta cocina, que combina un mobiliario lacado en rojo brillante y un techo verde. Mobiliario, en Maestro Canet. El Mueble 236. 13. Capaz y ligera Para no recargar el espacio, se ha prescindido de armarios altos en el tramo de pared más largo, reservándolos para la zona de los electrodomésticos. Cocina abierta con distribución en L. El Mueble 237. A juego con el comedor Al compartir un espacio común, cocina y comedor han unificado materiales, siendo la madera la opción elegida, que da un plus de calidez a un espacio abierto y en blanco. Cocina rústica y pequeña en L. El Mueble 238. 15. De madera Esta cocina ha rentabilizado cada centímetro disponible con un mobiliario a medida que combina armarios con una zona de baldas para no recargar el espacio. Sillas, en Mercantic. El Mueble 239. Blanco y verde, a dúo En esta cocina se ha jugado con el color para separar visualmente la zona de trabajo, toda en blanco, del rincón de office, con paredes y sillas en verde. Muebles de cocina de Ikea. El Mueble 240. 9. Con un office para dos Esta cocina se ha aprovechado al máximo con una distribución en "L" del mobiliario, situando un pequeño office para dos en un extremo. Cocina en L con office en el medio. El Mueble 241. 10. Aprovechar cada cm Al planificarse hasta el techo, se aprovecha al máximo el espacio. Los electrodomésticos –nevera, horno y microondas– se han reservado para el extremo de la "L". Muebles realizados por Fusteria Guitart. El Mueble 242. Juntos, pero no revueltos En este ático, cocina, comedor y salón comparten un espacio común, con la cocina con muebles blancos para que resulte más ligera y se integre mejor en la decoración. Mobiliario de la cocina de Dismuco. El Mueble 243. 14. En blanco Desde el mobiliario de la cocina hasta la mesa y sillas del office, todo en esta cocina se ha planificado blanco, creando un decorativo contraste con las vigas de madera oscura. Muebles de Cocinas Pinto. El Mueble 244. 11. Con encanto campestre Esta cocina es tan coqueta como bien aprovechada. La grifería y el horno, de estética retro, refuerzan su look campestre y tradicional. Sillas de Muebles Moon. El Mueble 245. Con el comedor contiguo Abierta al comedor, se optimiza cada centímetro de la cocina. Además, la relación entre ambos espacios es más fluida y cómoda. 246. Con comedor Sí, comedor. Y es que en esta cocina se ha prescindido de los armarios inferiores en el lateral de la "U" para ganar una mesa alta para comidas... ¡para hasta cinco! Mobiliario diseño de Abag. 247. Rústica y actual Abierta al comedor contiguo, esta cocina con muebles de roble de Ikea tiene una pátina rústico-chic. Los armarios superiores, con apertura abatible, son de más fácil acceso. 248. Práctica y coqueta Abierta al salón comedor, se ha planificado con el mismo material que envuelve toda la casa: roble. Un sobre de madera apoyado en unos los laterales de la cocina sirve de práctica barra de desayunos. 249. Hasta al techo En esta cocina se ha aprovechado cada centímetro hábil para ganar almacenaje llevando los armarios hasta el techo. En blanco y con acabado brillante, resultan ligeros y multiplican la claridad. Diseño de Meritxell Ribé. 250. Con barra volada Prolongar unos centímetros la barra para disfrutar de un office o zona de comidas informales es una opción muy práctica, sobre todo si, como aquí, la cocina está abierta al comedor. Muebles de Bulthaup. ... 2 3 4 5 6