Distribución

"El office es un buen espacio de desayunos, con mesa en madera, para dar el guiño natural que nos gusta”, afirma la interiorista Van Castro. Precio muebles de cocina con electrodomésticos: 26.000 € aprox.

Blanca y lisa, con tirador cromado mate anti-huellas. Es la opción más sobria, apta para todos los gustos. Es un tipo de puerta con la que irás a lo seguro, sin arriesgar. Además, el blanco da luminosidad y amplitud a los interiores, y no pasa de moda. 

Nuestra estilista Dafne Vijande ha cambiado su salón colocando el sofá bajo la ventana. De este modo ha quedado más abierto. Además, la mesa de centro ubicada en paralelo a la ventana contribuye a mejorar la circulación. Con solo una butaca enfrentada, ahora el paso es más fluido. ¡Queda genial!

A este pequeño baño de poco más de 6 m2 no le falta de nada, ni siquiera bañera. Se ha colocado la bañera semiencastrada bajo la ventana y dedicado la pared para el tocador con un lavamanos con dos grifos. La clave -además de la distribución y usar bien el color- está en los muebles a medida que no desaprovechan ni un sólo centímetro.

Si tienes espacio de sobra, es verdaderamente útil. Una de ellas puede destinarse al lavado de los platos y la otra funcionar como apoyo en el área de preparación de alimentos. Esta última se dispone generalmente en posición central para acortar los desplazamientos. Si sois más de uno a la hora de preparar la comida o la cena, lo agradeceréis.

Es básico a la hora de decorar tu salón. Deja siempre 80 cm entre las piezas para poder pasar cómodamente. 

Comunicar cocina y comedor era una prioridad, así que la decoradora Neus Casanova creó esta original ventana de madera y cristal que permite, además, que la luz llegue a todos los rincones. Descubre todos los detalles que es esconde este piso.

Casita parece, piso es. ¡Pero super bien aprovechado! La clave es la librería multiusos que separa la zona de día del dormitorio, a la vez que regala espacio de almacenaje al salón y al dormitorio. 

Además de servirte de muebles para delimitar espacios (o tabiques), usar distintos tipos de suelo pueden ayudar a crear dos ambientes. En este caso, se separó la cocina del comedor a partir de las baldosas del suelo. ¿Te apuntas al housetour?

¿Puede un piso antiguo y oscuro emanar luz y buen rollo? Aquí tienes un claro ejemplo del cambio espectacular de este piso madrileño.

 Para no recargar visualmente el ambiente, un banco atraviesa el salón. Su función: para sentarse, para almacenar, convertirse en una estantería... Lo tiene todo. Mesa, de Ikea. Entra en este piso de Malasaña y enamórate de él. 

Que el espacio sea abierto y todo fluya no significa tener que renunciar a cierta privacidad. Las puertas correderas cumplen su cometido. Descubre las ideas de este piso. 

En lugar de una pared blanca que separase cocina y salón, decidieron crear una ventana de hierro y cristal para ampliar la óptica visual y ganar luz. 

Todos los centímetros cuentan. Así que en esta casa se aprovechó el pasillo para crear un mueble y almacenar los utensilios de la cocina. Buena idea, ¿verdad? Espera a ver el resto de soluciones... 

 Para darle una entidad diferente y destacarla en la cocina, créale un manto de hidráulico, tipo alfombra, muy limpia y decorativa. Fíjate de que manera más bonita se ha destacado aquí, rodeándola con el cambio de suelo con mosaico. Cocina diseñada por Deulonder con mobiliario lacado.

Con esta distribución se ha conseguido crear una suit con 3 zonas independientes pero perfectamente comunicadas: dormitorio, baño e incluso un vestidor. Por cierto, ¿has visto lo bonito que queda con las cortinas en lugar de puertas? 

Desde el dormitorio parece un espejo, pero desde la zona de ducha el cristal es al ácido. Es una solución muy ingeniosa para comunicar los dos espacios, llenar el baño de la luz natural que necesita y dar sensación de amplitud al dormitorio. 

Aunque parezca mentira no siempre es fácil decorar un salón donde los metros no son problema. Este tenía dos espacios contiguos separados por un gran arco a los que debían dar forma. La distribución en "U" de los sofás es perfecta para propiciar las conversaciones. ¡Qué a gusto se está aquí! 

Son la base perfecta para agrandar el salón visualmente y dar más protagonismo a los colores del exterior. Para crear mayor sensación de unidad puedes elegir muebles de madera de tono miel y piezas y complementos de fibras, que también tienen vocación In&Out.

Unos estores vaporosos y translúcidos son perfectos en pocos metros. Regulan la entrada de claridad, son cálidos y no quitan tanto espacio como las cortinas. La típica forma de los tipo paquete da a las ventanas un aspecto más vestido. 

Al convertir en ventana el tabique que comunica salón y comedor ambas estancias han ganado metros y claridad, además de conexión visual y personalidad (gracias a los perfiles metálicos). Desde el comedor, la pared del ventana sirve de base para el sofá y, desde la cocina, se aprovecha con una barra para colgar y tener a mano todos los utensilios. 

En una cocina mini prescindir de armario altos hace que se vea más grande. La placa y el fregadero más estrechos le hacen sumar encimera, mientras que el antepecho de patchwork cerámico pone el toque de color y estilo a una cocina en blanco.

De dónde sea y puedas. En este dormitorio se ha integrado la galería contigua como zona de vestidor y relax. De este modo, el dormitorio no sola ha ganado metros útiles, también raudales de luz. Para crear una zona de lectura en un rincón solo necesitas un butaca cómoda, una mesita de apoyo y una buena luz. 

 El truco está en colocar los muebles de modo que aprovechen al máximo los metros y estorben lo mínimo. En este salón nuestra arquitecta de cabecera, Liliana Milllán, recomienda arrimar los sofás, que es el elemento más voluminoso, a las paredes y colocarlos en perpendicular al gran ventanal. Así no tapan la luz y el salón crece hacia la terraza. ¡Bien hecho!

Es la mejor elección para ganar amplitud y potenciar la luz en esta cocina decorada por Pia Capdevila. Los toques de acero le dan un aire profesional y la madera la llena de calidez para que no resulte fría. Además, tiene un golpe de efecto que la hace crecer: una ventana abierta al salón.

Pues encima del aparador, que se ha arrimado a la pared para disimular su envergadura y no abigarrar el espacio. Elige siempre el tamaño de la tele en función de la distancia que tienes entre esta y el sofá. La de este salón es el modelo The Frame de Samsung: apagada se convierte en un cuadro. 

Necesitas una planta ancha para poderlo hacer, ya que cada asiento mide entre 80 y 100 cm de fondo. Asegúrate de que frente de cada uno tienes 90 cm libres para pasar, abrir los cajones... Aquí como las puertas de la terraza son correderas, te basta con tener 80 cm libres delante para pasar. Ten en cuenta también que, si los módulos se hacen cama, miden 100 cm de fondo cuando están cerrados y 200 cm cuando se hace cama.  

Cada sofá cuenta con una mesa auxiliar que, a un lado, permite dejar los mandos o la merienda y, al otro, tener los libros a mano y una lámpara de sobremesa (esta es de Sacum). Para que sea práctico, coloca las mesas auxiliares a unos 20 cm del sofá. 

Creas una zona de tertulia generosa que propicia la conversación y convierte el salón en un lugar perfecto para recibir. Como ocupas todo el espacio central con los sofás, lo ideal es que prescindas de algún mueble auxiliar. Y juega con sus formas, aquí hemos enfrentado un sofá de dos plazas y otro con módulo chaise longue. 

Es una distribución perfecta en poco metros. Cuando el espacio no es problema, da al estar un aspecto más recogido a la vez que te ayuda a separar visualmente las zonas del salón. Con un sofá modular jugar con la distribución del salón es mucho más sencillo. 

Lo bueno de las mesas auxiliares ligeras es que pueden cambiar de ubicación según dónde haya que apoyar el bol de palomitas. En este salón, además, hemos roto con la típica mesa de centro y dos mesas con asiento trenzado cumplen esta función. Pueden ser punto de apoyo, asientos reposapiés...

¿Por qué elegir su puedes tener ambas y además con vistas? Además, ambos elementos se ven protegidos con una mampara sencilla, con los mínimos perfiles y que se ha planificado de pared a pared para proteger el suelo de salpicaduras.