Sofás

Rayas y más rayas, anchas o finas, blancas o azules... ¿Qué te parece un cambio de fundas para recibir como se merece a la primavera? La interiorista  Verónica Mimoun se ha inspirado en el mar de fondo y lo ha trasladado al interior de este salón fresco y jovial. Cojines, tapicerías, jarrones, lámparas... ¡todo se rinde al paisaje marinero!

¿Otro color que nos encanta para vestir nuestro salón de primavera? El rosa, desde el suave empolvado hasta el intenso fucsia. En este salón, el Estudio Egue y Seta lo ha escogido en un tono medio para el plaid y las fundas de los cojines. Combinado con verde y beige, la combinación cromática resulta perfecta.

En esta ocasión, Rocío Vega, de The New Home Concept, se ha decantado por un tono coral en contraste con el negro de los cuadros y la mesa auxiliar. Lo ha utilizado en la tapicería de la butaca, los cojines, el plaid y la alfombra logrando una buena armonía con el beige del sofá, la madera clara y los pufs de fibra.

Adara Molinero se relaja en un bonito sofá beige colocado en mitad de un amplio salón que se abre a la cocina.

La luz es imprescindible a la hora de potenciar el estilo de cualquier estancia, y es algo que Natalia sabe de primera mano. ''El proyecto de iluminación supone casi un 60% o más del resultado de cualquier interiorismo. Siempre abogo por una iluminación cálida y acogedora, que en las zonas más altas se vuelva más práctica'', afirma.

En cuanto a los colores, Natalia Zubizarreta es una fan declarada de los neutros, y no nos extraña, porque son tonos que transmiten luminosidad y que se pueden combinar con todo tipo de acentos en textiles y detalles decorativos. ''Tonos beiges, piedras, topos, blancos… siempre elijo colores poco saturados'', dice.

Nuestro espíritu es cada vez más ecofriendly, por eso, ya no nos gustan ni los diseños, ni el tacto ni los colores brillantes de los textiles sintéticos. Preferimos los tejidos reciclados o de fibras naturales: lino, algodón, terciopelo... Son más respetuosos con el medio ambiente.

Puede que hace algunos años los suelos de roble en madera oscura fueran tendencia. Lo cierto es que, hoy por hoy, se llevan más los suelos claros, sean de madera o de otro material. ¡Ahhh y otra cosa, olvídate de los acabados brillantes! Lo mate está de moda.

Como bien sabes, los complementos ponen el toque final a la decoración de un espacio. Por eso, es importante elegirlos a conciencia: bien en línea con la estética del espacio, bien para romper con tanto equilibrio y añadir dinamismo. ¿Con qué opción de las dos te quedas? Si no lo tienes muy claro, acertarás seguro con un espejo que potencie el estilo de la decoración. En este caso, para un salón con un look 100% natural, se escogió un espejo con marco de madera en el mismo acabado que la mesa de centro.

¿Quién ha dicho que las consolas son solo muebles para el recibidor? La interiorista Dafne Vijande  demuestra aquí lo bien que puede quedar este mueble de madera en el salón, por ejemplo, detrás del sofá. Pintada de verde, a juego con la carpintería, la actualiza y le da a la estancia un toque súper fresco, muy veraniego.

Atenta, porque puedes sumarte a otra tendencia de esta primavera 2023: los modelos con el sobre de piedra. Ya sean naturales o sinterizadas, las piedras ya no se limitan a revestir suelos y paredes, sino que también dan forma a todo tipo de piezas de gran personalidad y belleza. ¡Cada vez más!

Y no solo porque la primavera pida color y alegría, sino también porque se lleva romper con los colores neutros. Parece que los ambientes monocromáticos están perdiendo adeptos y que cada vez nos gusta más añadir pinceladas de contraste a través de detalles y complementos: desde una alfombra hasta los cojines, las cortinas o los accesorios decorativos.

Con el paso del tiempo, es normal que la tapicería del sofá o las butacas se desgaste y que haya manchas imposibles de eliminar. Pero no hace falta que renueves la pieza por completo. Lo más económico es colocar una funda de lino que, además de dar un nuevo look a tu salón, si no que le dará un aspecto más natural. 

Un consejo: mide bien cómo es tu sofá o butaca antes de hacerte con la funda. Y si no encuentras ninguna que encaje con lo que tienes en mente, encarga una a medida. Será más cara, pero el resultado merecerá la pena. 

Lo ideal es que las piezas más voluminosas, como el sofá o el mueble del salón, vayan pegadas a las paredes. Procura colocar el sofá siempre donde reciba más luz natural. Y, si debes situarlo en medio de la estancia, evita que dé la espalda a la entrada, porque visualmente empequeñecería el espacio. Coloca las mesas de centro a una distancia cómoda del sofá y siempre que te permitan un buen paso. "En salones pequeños no soy muy partidaria de las grandes librerías, porque recargan mucho. Prefiero colgar la tele, como si fuera un cuadro, y complementarla con un mueble bajo", apunta la decoradora Patricia Báez. 

Sin duda, es mejor poner los muebles básicos, y de tamaño mediano o grande, que muchos pequeños. "Es mejor un sofá grande y lineal de tonos claros, con una butaca, y dejar el espacio entre ellos para una mesita, que no dos sofás pequeños. El salón respirará más", aconseja la interiorista. En cuanto a las mesas de centro, quedan mejor en parejas y no muy grandes, para que se puedan mover con facilidad. Un puf también puede servir como asiento extra y reposapiés. "Una alfombra, en materiales naturales y claros, decora y es un buen aliado para ampliar. Siempre y cuando ocupe prácticamente todo el perímetro de la estancia", añade.

"Una balda de lado a lado de la pared sobre el sofá –con unos 25 cm de fondo basta– te permitirá colocar cuadros, objetos decorativos o espejos, que darán profundidad a la pared. Para darle más solidez, apuesta por una balda de al menos 3,5 cm de grosor. De lo contrario, acabaría pasando inadvertida. Pintándola como las paredes se integrará bien con la decoración".

Una mesita auxiliar es un buen aliado para aprovechar el rincón del estar. "Elígela ligera y decórala: flores frescas, algún libro que te sirva de apoyo, una bandeja donde dejar los objetos más pequeños, y una lámpara con gran pantalla, que dé presencia", recomienda Patricia. Puedes aprovechar la parte inferior para guardar cestas. 

Unas cortinas de lino en tonos naturales son un infalible en una decoración slow. Aquí, los grandes ventanales que abren la zona de día al jardín se han vestido con caídas de lino. Si te gusta que tengan movimiento, elígelas de un lino poco tupido y de trama abierta. 

Otra opción para añadir un mueble antiguo en una decoración moderna es darle color a un mueble con pintura. Así, puedes pintar en negro un mueble con un acabado en madera que no te guste y que no combine con el resto de tu decoración. 

''Si no son recargadas, un salón siempre adquiere caché con molduras. A no ser que se trate de un proyecto muy moderno, aprovechar cualquier elemento que haya en los techos me encanta. Incluso con un look moderno, unas molduras originales pueden combinar bien y aportar categoría'', expone Natalia Zubizarreta.

''Se ha pagado mucho por alfombras con diseños muy complicados de encajar en el estilo que a mí me enamora: suavidad, armonía, calma, paz… Una alfombra de estilo persa, aunque costara un dineral en su día, posiblemente no tenga ningún valor especial de diseño o antigüedad y ahora solo va a hacerte una faena a la hora encajarla, te va a condicionar un montón'', afirma la interiorista. En su lugar, puedes apostar por alfombras de estilo shaggy o kilim, ¡siempre funcionan!

De igual manera que derribar un tabique concede amplitud en un piso pequeño, cuando se trata de una escalera también es posible integrarla más, de manera que resulte más decorativa y más abierta e integrada. Desde el estudio Mac 3 Studio & Design, abrir un hueco en la escalera, con la demolición de tabiquería en esa zona, igualado y pintura, tiene un precio de 1.098 €. La barandilla de tubo 275 €. Si prefieres una moderna barandilla de cristal, el precio sería de 392,50 €.

Y tomando como referencia esta obra, la arquitecta Marta Sánchez nos indica que abrir un hueco de 2,5 m de ancho x máximo 3 m de altura, con el fijo de vidrio, costaría 2.250 €. Todo en precio aproximados.

¿Te gusta el estilo clásico porque no pasa de moda? Apuesta entonces por la madera en su versión natural. El equipo de Interior Facelift ha decorado este salón con unas butacas con estructura de madera y una cómoda en el rincón que derrochan clasicismo. Las mesas de centro, aunque son de jardín, quedan fenomenal en el interior.

Para dar calidez a un salón dominado por un suelo oscuro, nada mejor que amueblarlo de tonos claros, madera natural y detalles dorados.

Fue lo que hicieron en este  espectacular salón las interioristas Mausha Marsá y Tanana Montero. Una mesa de centro ligera y una cómoda junto a la chimenea, ambas en roble claro, equilibran la estancia y la hacen atemporal. ¡Por algo fue portada de El Mueble!

Los espacios, diáfanos y frescos pintados de blanco, se conectan a veces con arcos, otras a través de puertas de madera, y presumen de elementos tan originales como la gran chimenea en la zona de estar. "En general hay mucha armonía. Me encanta cómo se combinan los suelos y esa mezcla de mobiliario de estilo clásico con toques españoles", continúa la propietaria.

En la fachada exterior, los porches no son menos y disfrutan de unas vistas al paisaje maravillosas. "Toda la zona pertenecía a un lord escocés que poco a poco fue vendiendo el terreno. Es una reserva natural protegida espectacular", apunta Leija. 

El sabor a cortijo se palpa inmediatamente cuando entramos en la casa. Los techos son altísimos, a dos aguas con vigas de madera, y la balaustrada de hierro que se asoma por el falso techo del salón es tan andaluza como la parcela llena de buganvillas y vegetación local. 

Otra opción de estantería blanca y súper ligera para el salón es esta que sugiere Mercedes Pérez. Está formada por tres baldas amplias y un aparador bajo con cajones. Al ser volado y no llegar al suelo, no recarga la estancia. 

Toda la inspiración salió de El Mueble y de sus propias ideas, y el Studio Peláez-Campomanes las llevó a cabo. "Por cierto, antes de construirla, desde el estudio nos la mostraron con unas gafas de realidad virtual. Así pudimos ver algunos errores, como que el salón era muy alargado y el porche muy estrecho, y eso sobre plano no se apreciaba", relata Paloma. La casa se construyó en el confinamiento y tuvieron que tomar decisiones a distancia y por teléfono. No obstante, están muy contentos con el resultado.

Y entre los mejores salones de noviembre se ha colado este a medida, diseñado por Anna Vendrell. Se trata de una zona de estar pequeña, pero con todas las comodidades de una grande: mesa de centro en madera para dar calidez, sofá que se ajusta al espacio como un guante, librería detrás para libros y objetos y dos pufs para estirar las piernas. ¡Estar sentada en el sofá dándote el solecito por la ventana debe ser una gozada!

Este salón amueblado por Emma Arenzana nos encanta por sus techos altos, sus vistas a la piscina con jardín, la presencia de plantas en el interior y por su porte recogido en torno a la chimenea. Las maderas brutas de las mesas y la butaca y la fibra en la amplia alfombra le dan ese toque de calidez atemporal tan de El Mueble.

La interiorista Eva Baena firma la decoración de este salón elegante, luminoso y sereno. Y todo gracias a las molduras, las amplias ventanas y la elección de tonos tierra en los textiles con textura.