Electrodomésticos

Si hablamos en cuestión de limpieza, tanto da cuando se trata de dejar la placa reluciente. Sin embargo, tienen características diferentes. ¿Sabes cuáles? Ambas son cocinas eléctricas pero tienen muchas diferencias en cuanto a la transmisión del calor y su composición.  

Para que la ropa blanca se mantenga como tal, es importante que en la lavadora solo introduzcas prendas del mismo color. Solo así no se pierde luminosidad con los lavados y el agua que puedan soltar los tintes, por suaves que sean, no "matarán" el blanco.

La ausencia de ruido visual y desorden mantiene tu mente y tu estado de ánimo en positivo por lo que ayuda a reducir tu ansiedad. ¡Ah! Y picarás menos entre horas. 

El desorden dificulta la concentración, por ello trabajar en un entorno limpio y ordenado aumentará tu productividad.

Si tienes una cocina pequeña no descartes esta opción: cajones de nevera gigantes.

Cuando ya tienes la zona marcada y los muebles tapados, como hemos indicado anteriormente, empieza a pintar. Cubre primero las esquinas y las zonas donde no llega el rodillo. Repasa el perímetro y, a continuación, respetando la dirección de las pasadas, el resto del techo con el rodillo. Debes procurar que las franjas se solapen ligeramente. Aplica una mano y deja secar antes de empezar con la segunda capa de pintura.

Aunque es un pequeño electrodoméstico que no se ensucia demasiado, es importante que tenga un cierto mantenimiento, pues las resistencias corren el peligro de llenarse de cal. Para limpiarlo basta con llenar la jarra con agua y vinagre y ponerla a hervir. Después vaciamos la tetera y repetimos el proceso con agua para aclarar. Es recomendable hacerlo cada dos meses, dependiendo del uso que le demos y lo dura que sea el agua de nuestra zona.

Hemos encontrado dos motivos para no abusar de ellos. Por un lado, Yolanda concreta que “la gente que tira de alimentos light o desnatados, generalmente, sigue un dieta insana y los consume para compensar los alimentos no saludables". Por otro, según un estudio publicado en el Scandinavian Journal of Primary Health Care, los productos con toda la grasa son más saciantes.

Como en todos los electrodomésticos debes realizar un mantenimiento periódico para que su funcionamiento sea óptimo. Mantén limpio el interior del lavavajillas y una vez al mes pon un programa sin carga con un producto limpia máquinas específico. También puedes usar vinagre o bicarbonato para su limpieza. Mantén reluciente el marco interior de la puerta, pasando una bayeta con detergente.

Para conseguir un lavado reluciente, debes colocar platos, vasos y demás en el lugar y de la forma correctas. La cara de cada plato debe mirar hacia el centro para que reciba el agua directamente. Copas, vasos y tazones en la parte superior (como los tuppers) y cubiertos en la cesta (con el mango hacia abajo) o bandeja destinada a ello.

La primera recomendación: pon el lavavajillas siempre lo más lleno posible. Un programa de lavado a máquina gasta bastante menos agua que lavar los platos a mano. Pero aprovecha el espacio. Eso sí, tan malo es esto como llenarlo demasiado sin respetar huecos para que se laven los platos bien.

Cada lavavajillas es un mundo. Y aunque hay aspectos comunes de aplicación a todos los electrodomésticos de lavado, conviene leer las instrucciones concretas de cada modelo y marca. Le sacarás más partido.

Con que dejes una pequeña rendija abierta, ayudarás a que no se generen malos olores dentro del electrodoméstico y el interior se mantendrá siempre seco, evitando la creación de moho en conductos y piezas internas. Un buen consejo.

Ya lo anuncie con un pitido, se apague la luz o se encienda, deje de sonar… Cuando tu lavavajillas muestre síntomas de que ha terminado su ciclo de lavado, ábrelo. Así dejarás que salga el vapor y los vasos se terminen de secar correctamente.

Tu lavavajillas tiene varios programas. ¿Por qué no los usas? Algunos son específicos para mucha suciedad, otros para poca, para ollas… Investígalos en el manual, están para facilitarte la tarea. Incluso puede que descubras que el tuyo tiene ciclo de media carga. Conocer los programas de tu lavavajillas te ayudará a ahorrar.

Si escoges modelos de diseño formarán parte de la decoración de tu cocina. Es el caso de los electrodomésticos de estética retro, como los del fabricante Smeg o cocinas de hierro forjado, que imprimen mucha personalidad al conjunto. 

La tendencia en el diseño de cocinas gira, cada vez más, hacia espacios con líneas limpias y rectas, creando un ambiente armónico a la vista. Y ahí juegan un papel importante los electrodomésticos integrados, que se esconden tras los frentes del mobiliario. La mejor opción si tu cocina es abierta y comparte escenario con el salón. 

Otro caso en el que los electrodomésticos independientes adquieren un carácter decorativo es el de las colecciones con frentes en acero inoxidable. Además de brillo y luminosidad, hacen que la cocina tenga un toque más profesional.

Por sus características de uso, estos electrodomésticos están siempre a la vista. Las formas más decorativas de exhibirlos son en columna o bien bajo la placa de cocción, en una zona baja menos accesible y ergonómica pero más disimulada a simple vista. 

Los electrodomésticos panelados están cada vez más en desuso. Normalmente, se instalaba un panel del mismo material que el resto de los muebles de la cocina dejando al descubierto solo los mandos del aparato. Ya no es habitual este tipo de electrodoméstico, pero en el caso de que tengas este tipo de instalación y quieras reformar la cocina, una buena opción es darle más fondo a una columna o encimera para poder instalarlos dentro y que queden ocultos tras la puerta del mueble.

El lavavajillas integrado, que conviene instalarlo al lado del fregadero para una mayor comodidad, parecerá un armario más debajo de la encimera. Como el panel de mandos quedará oculto a la vista, sabremos que el lavavajillas ha terminado su lavado cuando emita un pitido, al igual que pasa con la lavadora o la secadora integradas.

También conocidos como electrodomésticos independientes. Son los que están a la vista y se ubican en un lugar adecuado para su perfecta utilización. Suelen colocarse bajo la encimera (como la lavadora, el lavavajillas o la secadora), en columnas (como el frigorífico, el horno o el microondas) o de forma independiente (como la cafetera o el tostador). Cada vez se cuida más el diseño de los diferentes electrodomésticos para que sean decorativos a la par de funcionales. Si los escoges del mismo tono que el mobiliario, pasan más inadvertidos. 

Los electrodomésticos de integración total son aquellos que están fabricados para quedar ocultos tras una puerta de los muebles de cocina y pasan desapercibidos. Así, lavadoras, lavavajillas, secadoras o frigoríficos se esconden tras las puertas de los muebles de cocina siendo camuflados y pasando desapercibidos.

Como la marca de las pilas, que duran y duran y duran. Las amas de casa saben de la importancia de limpiar a fondo los electrodomésticos para alargarles su vida y de ese modo ahorrar. 

Al tener la nevera en orden, encuentran a la primera lo que buscan cada vez que abren la puerta. De ese modo, como lo hacen de manera rauda y veloz, no se rompe la cadena de frío ni suena la alarma que te avisa de que cierres de una vez por todas la nevera. 

En los pisos antiguos, este tipo de cocinas encajan a la perfección. Bastan algunas pinceladas de estilo clásico que refuercen el efecto del ambiente y ya está.

La riqueza de texturas es un clásico del estilo clásico, valga la redundancia. Los toques dorados de esta cocina, junto con los de madera natural, ofrecen una imagen glamourosa.

Este verde Celadón es lo primero que llama la atención de esta cocina, pero no lo único. Su gran alacena, su zona de cocción retro y su gran campana de obra marcan la personalidad de una cocina clásica con sabor vintage. 

Y sin gastar demasiado. Cambia de manera rápida el look de tu cocina pintando los electrodomésticos o incluso el mobiliario. Es fácil, es barato y además aporta tu propio estilo a la cocina.

No hay cansancio que valga. Mete los platos y cubiertos en el lavavajillas y recoge la cocina. Dormirás a pierna suelta, con el deber cumplido y tu mesa y cocina lucirán sin trastos, ni malos olores. 

Si te marcas este día para hacer la lavadora de la ropa blanca, no se acumulará. Así, el viernes ya se habrá secado y podrás poner la de color. Marcando este par de días para hacer las coladas, lo podrás convertir en una rutina que pondrá orden secuencial a tu vida cotidiana. 

Pon una lavadora y tiéndela. Lo agradecerás al día siguiente. Si bien es cierto que es la hora de máximo consumo eléctrico en la mayoría de hogares y que la tarifa en esa franja horaria sube por la demanda, es el único momento que se tiene si trabajas la típica jornada de 8 horas. No lo dejes para después de cenar, porque se te pueden hacer las tantas y el cansancio te podrá.

Recoge la mesa y, al menos, lleva al fregadero o al lavavajillas las tazas y los platos que hayas utilizado. Cuando vuelvas a casa te gustará encontrar el office, la cocina o el comedor recogido, ¿verdad? Y no tendrás la sensación de que el caos se apodera de tu casa.

 Es otra clave para lograr orden visual y armonía en la cocina. Electrodomésticos como la nevera o la lavadora ocupan mucho visualmente. Si las panelas con puertas de los mismos frentes que el resto del mobiliario, el ambiente se verá más armónico. 

 Distribuye y ordena bien tu nevera con la ayuda de unos cubos transparentes, para que los productos no se muevan y puedas ver todo lo que hay fácilmente. En este video te contamos las claves para un frigorífico impecable. 

Primero, plantéate lo siguiente: si haces gofres una vez al año, ¿es necesaria esa gofrera que ocupa un estante o espacio en tu encimera? Pues va a ser que no. Quédate solo con el pequeño electrodoméstico que utilices y agrúpalo en un rincón como este, en columna. 

Este tipo de acabado para el mobiliario transmitirá sencillez, funcionalidad y estilo moderno a tu cocina. ¿A qué esperas para imitar esta cocina contemporánea y de diseño? 

Esta cocina es moderna por naturaleza. Sus muebles en lacado beige combinan a la perfección con los brillos del cromado de griferías y electrodomésticos como la campana. 

Check list para una cocina moderna: suelo de microcemento, mobiliario blanco -sin tiradores-, electrodomésticos en acero inoxidable, detalles en fibras naturales y abierta al comedor. ¡Y listo!

En esta moderna cocina se combinan tres básicos de tendencia actual: la madera natural, el mármol y los tiradores en dorado. Todo ello aderezado con el color grafito. 

Si colocas la secadora y la lavadora de manera horizontal, es decir una junto a la otra, pon una encimera sobre ellas. Es una gran opción no sólo a nivel estético sino también a nivel funcional ya que te permitirá tener los productos de limpieza a mano o por ejemplo dejar una cesta para colocar la ropa ya limpia y seca y luego guardarla.

Cuando hay que compartir espacios lo mejor es que el lavadero se vea lo mínimo. Panela la lavadora y la secadora para que se integren con el mobiliario de dicha estancia y de ese modo no romperán con la estética decorativa. 

 Lo ideal es utilizar pintura en spray. Un esmalte acrílico de alta calidad como "el Esmalte Blanco Electrodomésticos de Titán –sigue Joan–. De secado rápido para reparación de rayadas y pequeños golpes en superficies esmaltadas. Aguanta humedades, cambios de temperatura, humos, grasas, etc". 

Lo primero de todo es buscar un lugar que te sea cómodo para pintar. Si puede ser, busca un espacio aireado. Protege todo lo que tengas alrededor con telas, plástico o papel y cinta de carrocero, ya que la pintura la aplicarás con spray y es muy fácil ensuciar el resto. 

Desconecta el electrodoméstico y fíjate el primer objetivo: homogeneizar la superficie. "Hay que eliminar todo lo que no esté bien adherido lijándolo y luego se debe limpiar bien para dejar la superficie libre de polvo", nos comenta Joan Montava, de Industrias Titán.

Hay que eliminarlo del todo si no el óxido irá deteriorando más y más el electrodoméstico. ¿Cómo se hace? Hay que lijar la zona oxidada con cuidado de no estropear el resto de la pintura sin hacer demasiada presión.