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1.

Despeja el espacio

 El truco está en colocar los muebles de modo que aprovechen al máximo los metros y estorben lo mínimo. En este salón nuestra arquitecta de cabecera, Liliana Milllán, recomienda arrimar los sofás, que es el elemento más voluminoso, a las paredes y colocarlos en perpendicular al gran ventanal. Así no tapan la luz y el salón crece hacia la terraza. ¡Bien hecho!

2.

En blanco y beige

Son la base perfecta para agrandar el salón visualmente y dar más protagonismo a los colores del exterior. Para crear mayor sensación de unidad puedes elegir muebles de madera de tono miel y piezas y complementos de fibras, que también tienen vocación In&Out.

3.

Bienvenida luz

Unos estores vaporosos y translúcidos son perfectos en pocos metros. Regulan la entrada de claridad, son cálidos y no quitan tanto espacio como las cortinas. La típica forma de los tipo paquete da a las ventanas un aspecto más vestido. 

4.

Todo al blanco

Es la mejor elección para ganar amplitud y potenciar la luz en esta cocina decorada por Pia Capdevila. Los toques de acero le dan un aire profesional y la madera la llena de calidez para que no resulte fría. Además, tiene un golpe de efecto que la hace crecer: una ventana abierta al salón.

5.

Bye bye paredes

Al convertir en ventana el tabique que comunica salón y comedor ambas estancias han ganado metros y claridad, además de conexión visual y personalidad (gracias a los perfiles metálicos). Desde el comedor, la pared del ventana sirve de base para el sofá y, desde la cocina, se aprovecha con una barra para colgar y tener a mano todos los utensilios. 

6.

Nada llena

En una cocina mini prescindir de armario altos hace que se vea más grande. La placa y el fregadero más estrechos le hacen sumar encimera, mientras que el antepecho de patchwork cerámico pone el toque de color y estilo a una cocina en blanco.

7.

Mini, pero completo

Así es este baño reformado por Van Castro, de Vivestudio. Con ducha es siempre la opción más práctica en pocos metros, lo mismo que optar por un mueble bajolavabo volado. En blanco y con tirador tipo uñero, todavía más. El espejo sin marco y los revestimientos de gran formato, casi sin juntas, también agrandan este baño que lo tiene todo en el mínimo espacio. 

8.

Menos es más

Sobretodo cuando los metros son un lujo que no te puedes permitir. Por eso, en este dormitorio el equipo de Dröm Living ha optado por volver invisibles los armarios. ¿Cómo? Con frentes en blanco y un diseño de líneas puras que los funde con las paredes. Su decoración en tonos claros y la distribución en perpendicular a la luz también hacen crecer el dormitorio.

9.

Suma metros

De dónde sea y puedas. En este dormitorio se ha integrado la galería contigua como zona de vestidor y relax. De este modo, el dormitorio no sola ha ganado metros útiles, también raudales de luz. Para crear una zona de lectura en un rincón solo necesitas un butaca cómoda, una mesita de apoyo y una buena luz. 

10.

Sin límite

Se ha revestido la pared del cabecero con las mismas lamas de madera del parquet. De este modo se gana sensación de unidad, mucha calidez y se ensancha el dormitorio gracias a la colocación en horizontal de las lamas. La cama juega al minimalismo al prescindir del cabecero y con una mesita para lo justo.

Mueve tus muebles, sin miedo

¿Has visto todo lo que una buena decoración y distribución puede hacer por tu casa? Aunque parezca complicado todo se base en 5 sencillas reglas que no puedes saltarte si quieres convertir una caja de cerillas en un pequeño palacete.
La primera, y más importante, es que te cuestiones si tienes la distribución más adecuada para cada espacio. Ya sabes que para que sea eficiente debes arrimar lo más voluminoso a las paredes para despejar el espacio central; no tapar la entrada de luz por nada del mundo y, si puedes, crecer hacia el exterior y buscar que haya pasos cómodos. A veces, prescindir de algún auxiliar que no necesitas es un acierto.

Blanco y radiante

El color es el otro elemento que puede hacer que tu casa crezca. Ya sabes que no hay nadie como el blanco para conseguirlo y, en general, los colores claros. Para que la decoración no te quede fría como un laboratorio, debes combinar estos tonos con elementos de madera (no hay nada como un buen parquet), y jugar con las telas y los complementos para dar vida y que la decoración no quede plana.
Pero ojo, a veces un pared de color más intensa por aquí y por allá pueden ayudarte a elevar un techo, ensanchar un espacio estrecho o ganar profundidad. Tenlo en cuenta.

Abre paso a la luz

La luz es otro básico que debe campar a sus anchas en una casa que quiere crecer más allá de la media. Para conseguirla no se te ocurra tapar las ventanas, ni con muebles ni pesados cortinajes y, después, debes propiciar el paso de la claridad por toda la casa: ¿Que cómo? Pues con un suelo colocado en perpendicular a la entrada de luz, con una pared convertida en ventana para acercarla dónde más se necesita o espejos estratégicamente colocados. Pero ojo, no al tuntún. Mejor si reflejan una ventana o una pared interesante y están colocados a la altura de los ojos.

Una buena base

¿Y qué más? Pues unos buenos materiales, una base que no defrauda que te ayuda a que los metros se multipliquen como el milagro de los panes y los peces. Materiales continuos y sin juntas, como el microcemento, hacen que tu casa no tenga límites, al menos visualmente. También piezas de gran formato en baños pequeños o el mismo parquet de lamas largas y claras en toda la casa.

Hazlos, a tu medida

Y la guinda del pastel, pero no por ello menos importante. Cada rincón, cada cm cuenta (y mucho). Mira tu casa con lupa y mira donde puedes ganar. Si aprovechas el espacio bajo la ventana o la escalera para hacer un banco o un armario, ese rincón extraño para crear una zona de trabajo o los techos altos con baldas hasta arriba, tu casa no solo crecerá también ganará practicidad y almacenaje (y eso sí que es un tesoro). Tu arma secreta para conseguir todo eso son los muebles a medida, quien sino, capaces de aprovechar hasta el último recoveco.