Cómo usar papel pintado (también) en espacios pequeños

¡Pues claro! Un buen plan es precisamente este de Pia Capdevila: alicatar en blanco dos tercios de la pared y empapelar la zona más alta con un vinílico, que resiste la humedad. Su dibujo a franjas verticales hace crecer visualmente el espacio a lo alto. 

Una gran idea en espacios pequeños en los que las distintas zonas de una misma estancia están demasiado juntas. 

Y no importa lo pequeñas que sean. En este dormitorio abuhardillado el papel pintado de cuadros crea una sensación muy envolvente. Además, los cuadros están de moda y quedan genial con un look rústico.

Opta por papeles en colores claros, incluso si son estampados. En un office como este, la pared empapelada da personalidad a la pared y la protege de los roces.

La forma geométrica de la espiga apuntando hacia el techo hace que percibamos el espacio con más altura de la que tiene. Una buena solución para ambientes abuhardillados.

Un papel pintado como fondo en la pared en la que los niños estudian es perfecto. Da color a la estancia decorada en blanco y disimula los posibles desperfectos que tenga. Si el papel es lavable, más perfecto todavía. 

Ganarás unos pocos centímetros de profundidad que en una habitación pequeña son oro. Y además, decorarás pudiendo mantener el resto de paredes en blanco, que siempre amplía.

Como esta galería sin apenas espacio para decorar. Sobre todo si utilizas uno tan personal como este, de Jumanji Wallpapers.

No hablamos de cubrir toda la pared de papel pintado. No. Hablamos de crear un cabecero de solo unos milímetros de grosor. Este papel de lamas de As Creation consigue el efecto de tener un mueble que no ocupa. Genial.

El papel sirve para todo, sí. Para zonificar pero también para unificar, como aquí. Y a pesar de tener un color algo oscuro para un espacio pequeño, funciona. El listón en blanco por debajo le da elegancia y lo hace más ligero.

Es inevitable, los niños rozan las paredes y acaban manchadas en poco tiempo. Un papel pintado no solo las protege y disimula las manchas sino que también les da más abrigo.

Busca un color en común entre el suelo y la pared, y elige un papel pintado que lo tenga y sea suave para que no abigarrar el espacio. En ambientes pequeños, podemos poner color, claro, pero sin abusar.

Si quieres diferenciarlas, utiliza papel pintado. ¿Que es muy pequeño el espacio? Apuesta por las rayas finas y verticales. Te ayudarán a percibir el rincón con más aire.

Si el papel que te gusta es muy intenso, utilízalo en la pared en la que esté la ventana y deja el resto, liso y de color más claro. ¿Por qué? Porque la luz rebota en las paredes frontales. De esta forma, conseguirás multiplicar la claridad y a la vez, darle un toque personal a la estancia. 

¿Buscas crear un espacio recogido? El pack perfecto es el papel pintado y el zócalo (o en este caso, el respaldo de un banco corrido).