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1.

Madrid, Tokio, Londres...

Decora con relojes y no te conformes con tener uno solitario colgado en la pared. Mejor si tienen la misma forma -estos son redondos, como no– y un estilo similar, para que puedas jugar con sus tamaños y colores. Si eres un viajero empedernido puedes poner la hora de una ciudad distinta en cada reloj. 

2.

El primero de la clase, el almendro

. Sus flores blancas con toques rosas son las primeras que florecen en invierno. Por eso se dice que significan "el despertar" de la primavera. Es un espectáculo ver los almendros en flor a los que después siguen los cerezos. Y en casa, sus ramas pondrán un toque delicado a cualquier arreglo.

3.

¡A todo color!

Rosa, frambuesa y verde y un manto de flores envuelven con su color y vitalidad la ropa de cama de este dormitorio. Los cojines son de Filocolore y La Maison. La manta verde de Matèria y la colcha de flores de Filocolore. 

4.

Un curioso pasado

. Cuenta la leyenda que las damajuanas reciben su nombre de una reina de Francia damme-jeanne que intentó hacer su propia botella. Su uso original era almacenar vino o aceite, ahora son originales y luminosos jarrones. 

5.

El dúo dinámico

. Las damajuanas son el típico objeto que queda mejor en pareja o trío que solo. En la mesa de centro o la auxiliar, atrapan la luz y la expanden. Damajuanas similares en Mercantic.

6.

Dar en el blanco

. Esta alacena ha acertado al apostar por el blanco sobre blanco. Las soperas y jarrones lucen y comparten espacio con la luz. Si no tienes espacio para una alacena, unas baldas de 60 x 30 cm son suficientes para exponer lo más bonito. ¿Sabías que el blanco es la suma de todos los colores?

7.

Un cabecero ¡Tres en uno!

Da color al dormitorio, hace de cabecero y, además, protege las paredes (como buen arrimadero que es). Y todo, sin restar espacio. Es un diseño de lnteriorismo AC de madera pintada en verde y azul con acabado envejecido.

8.

Ocre, verde y blanco

. De arriba a abajo son los colores que llenan de energía y de sabor rústico esta cocina. Los muebles de Estudi Blanco Interiors con cuarterones recuerdan a los de siempre. El antepecho esmaltado verde da brillo a la cocina y la campana, de obra y en ocre, cocina a fuego lento. 

9.

En pocos metros: piezas redondas

. Estas mesas y el puf ocupan menos que sus tocayas cuadradas y, al no tener ángulos, son menos peligrosas si hay peques en casa. ¡Que vivan las curvas!

Como cada año, la primavera irrumpe de golpe. Un día hace frío y, al día siguiente, todo es distinto: el sol brilla con más fuerza, la naturaleza está en su máximo esplendor y tu casa quiere contagiarse de toda esa energía positiva y su color. Te damos un poco de inspiración para que veas la luz y la llenes de vida.

Dormir entre flores

No, no es como en la película American beauty. No hay que dormir rodeado de pétalos de rosas. Basta con una ropa de cama donde las flores sean protagonistas. Nuestras favoritas son las florecillas mini, tipo liberty, que nunca pasan de moda.

Puedes combinar una funda estampada y repetir sus colores en el resto de elementos, como aquí los cojines y sábanas rosa, frambuesa y verde. El secreto para acertar es saber encontrar el equilibrio justo tanto de colores como de lisos y estampados. Hazlo bien y tu cama se llenará de buenas vibraciones y mucha vida.

Vienen curvas

Lo curvy se lleva mucho en moda y, también, en decoración. Los muebles y objetos sin ángulos son mucho más amables a la vista y, en pocos metros, ocupan menos que sus tocayos cuadrados o rectangulares. En forma de mesa auxiliar, reloj de pared, espejos... decorar con formas redondeadas y curvas es más fácil de lo que parece. Y en casas con niños, además, es más seguro.

El pasado llama a tu puerta

Hace un tiempo fueron las maletas de piel, después los sifones y, ahora, le ha tocado el turno a las damajuanas. Cada cierto tiempo un objeto llegado directamente del pasado se convierte en indispensable en cualquier decoración que se precie.

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De ellas enamora su grueso cristal, verde o azul, su forma redondeada y su capacidad de adaptarse a todo tipo de estilos. Antes se usaban para almacenar aceite o vino y ahora como jarrones o detalles decorativos.

Mejor en pareja o trío: la fuerza del grupo les favorece y quedan muy bien combinadas con otras semejantes de distinto tamaño

Que no falte el color

Este año se llevan amarillos y verdes, como ecos de la belleza exterior, pero también el rosa y los azules intensos, capaces de poner feminidad y sofisticación, respectivamente, a todo lo que tocan. Y ojo que el color está por toda la casa.

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¿Quién dijo que el color está vetado en la cocina? Aquí, los muebles y la encimera en blanco contrastan con el antepecho esmaltado en verde. ¿Y el ocre? Pone el punto de calidez final. Además, tiene todo lo que se espera de una cocina campestre: suelos de cerámica artesanal y techos de madera, una campana de obra, muebles con cuarterones... Aquí huele a receta de la abuela.

Y un poco de sabiduría nórdica

¿Te acuerdas del hygge? Es el término que usan los daneses para referirse a las cosas que te hacen sentir bien en casa. Te refrescamos todos los puntos en Practica el hygge. Si quieres más información puedes leerte los libros: Hygge. La felicidad en las pequeñas cosas. Meik Wiking. Libros Cúpula (17 €) y Hygge. El arte de disfrutar de las cosas sencillas. Louisa Thomsen Brits. Zenith (16,10 €).

Pero ahora los suecos les siguen a la zaga con un nuevo concepto de lifestyle: el lagom. Un término que, literalmente, significa en su justa medida. Es una filosofía que apuesta por ser feliz con lo que tienes, con buscar momentos para ti y disfrutar de la vida tal y como se presenta.

Notas de color, piezas redondas, presente y pasado, flores... Esta primavera tu casa se llena de vida y de muchas historias que contar. Tienes alguna más en la galería.