Las cocinas en tendencia del verano 2025: azulejos verdes, electrodomésticos panelado y armarios sin tiradores

La gran cantidad de luz natural que entra por los grandes ventanales de esta casa no podía quedar interrumpida por tabiques y separaciones entre estancias. En un único espacio, diáfano y luminoso, se organizan las distintas zonas, entre ellas esta cocina abierta al salón. 

Para delimitar el espacio de la cocina, se optado por una gran isla con barra de desayunos. Para que la barra resulte cómoda debe dejarse la encimera volada unos 30 cm, para poder poner las piernas con comodidad.

La cocina también cuenta con un office situado junto a un gran ventanal, para disfrutar de las vistas y de la luz natural. 

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Esta cocina se ha diseñado con una gran isla central que reúne las zonas de cocción y de aguas, y que dispone de una gran capacidad de almacenaje. 

En los frentes de suelo a techo se han ubicado los electrodomésticos, que siempre que ha sido posible se han panelado. Los hornos, que se han de dejar a la vista, se han situado en los frentes menos visibles desde el salón. 

Si colocas la zona de cocción y la de aguas en la isla, deberás dejar unos 60 cm entre ellas por seguridad. Piensa que también deberás planificar algunos enchufes en la isla para conectar los pequeños electrodomésticos que vayas a utilizar. 

Esta cocina se organiza alrededor de una isla que incluye una práctica barra de desayunos. El mobiliario, la encimera y los azulejos se han elegido de color blanco. Incluso la campana de obra es de este mismo color. Para evitar que el ambiente se viese muy frío, se ha optado por una isla de madera, que aporta la calidez que el espacio necesitaba.

Al ser una cocina abierta, el suelo es el mismo que el del resto de la casa. Así se gana amplitud visual. Se trata de un porcelánico, de gran resistencia, que imita muy bien la madera.

Abrir una cocina pequeña es la mejor solución para ganar metros útiles,  amplitud y más luz natural. Aquí tenemos un buen ejemplo. En este caso, para delimitar el espacio y hacer que la cocina quede más recogida, se ha optado por una barra de desayuno de madera. 

La cocina se ha equipado al detalle, con frentes de armarios y módulos altos. Se ha elegido el color blanco para no recargar el espacio y potenciar la luminosidad. Las paredes se han revestido con un papel pintado de color beige que, junto a la madera, aporta calidez. 

La mezcla de estilos es el sello personal de esta cocina. El mobiliario blanco, de líneas muy depuradas, se ha combinado con unos azulejos verdes de apariencia artesanal con los que se ha querido dar un toque rústico a la cocina. 

En el office, destaca la elección de un largo banco de madera en lugar de unas sillas. Es una manera de dar estilo al comedor y ganar más plazas de asiento. Las lámparas industriales vuelven a poner el contrapunto moderno en una cocina que busca ser única. 

Derribar tabiques permite disfrutar de una cocina más amplia y luminosa. En este caso, se ha optado por organizarla en paralelo, con un frente para cocinar y otro que incluye la zona de aguas y una amplia superficie para preparar los alimentos.

Si optas por esta distribución, ten en cuenta que entre ambos frentes deberás dejar una distancia de entre 90-120 cm para poder abrir los cajones y moverte con comodidad. En un extremo, se ha dejado la barra volada para ganar una barra de desayunos. 

En esta cocina no falta detalle. Se ha organizado alrededor de una gran isla central que concentra la zona de aguas y que ofrece una buena capacidad de almacenaje. Todas las paredes se han aprovechado con frentes de suelo a techo, excepto la que cuenta con una ventana. Allí se ha realizado un banco a medida con almacenaje.

Al ser una cocina abierta al comedor, se ha prescindido de office. El frente de armarios más cercano a la mesa es un práctico desayunador, mientras una vitrina sirve para guardar la vajilla y la cristalería. 

Para marcar un contraste con los muebles blancos, la isla es de color gris. Una combinación muy elegante que se repite en las fundas de las sillas del comedor. 

El espacio que ocupa esta cocina era una antigua bodega para almacenar vino. Se reformó por completo pero sin olvidar su pasado. Por ello, se conservaron los muros de piedra originales, se eligieron unas picas antiguas y se optó por una encimera de madera de roble.

Los frentes de los armarios se realizaron de nuevo, pero imitando el estilo de los antiguos, que estaban muy deteriorados. Se prescindió de módulos altos, y en su lugar se eligió una estantería industrial que encaja muy bien con las lámparas, del mismo estilo. Para el suelo se optó por microcemento, para darle un estilo más fresco y actual a la cocina.