Los mejores 8 salones del mes de julio que cambiarán tu forma de pensar

Este salón es el resultado de una reforma en la que se dio mucha importancia a la entrada de luz natural y a las vistas. Buena prueba de ello, son los originales arcos que rodean el salón y lo abren al exterior.

Para delimitar el espacio, el interiorista Jorge Rincón, de JRW Interiors, ideó un techo muy especial, con una perfilería de roble blanqueado que integra la iluminación. El uso de madera claras y colores serenos, sobre todo el blanco y el beige, multiplican la luminosidad y crean un ambiente fresco y acogedor. 

El salón se equipó con un gran sofá rinconero que recoge el espacio y ofrece más plazas de asiento que si se hubiese optado por dos sofás en L. 

El secreto de este salón son sus grandes ventanales con vistas al espectacular jardín. Este espacio, luminoso y diáfano, es el resultado de una reforma que eliminó tabiques y abrió grandes ventanales que conectan el interior con el exterior. 

El responsable de la reforma, el constructor Josep Curanta, tuvo la idea de reproducir los techos de vigas originales de la casa, muy típicos de la esta zona del Ampurdán, en Gerona, donde está ubicada la casa. 

Los sofás son de lino lavable y se han distribuido en U para aprovechar al máximo la planta cuadrada. "No quise sobrecargar los espacios, por eso decoré en tonos neutros ", afirma la interiorista Eva Riera-Marsà. Todo un acierto, que multiplica la luz natural y da más sensación de amplitud.

Esta zona de lectura, que forma parte del salón, se delimitó con una alfombra de fibra vegetal. Se equipó con una estantería antigua recuperada, muy ligera, que ocupa toda la pared y la aprovecha al máximo. 

En lugar de butacas se optó por dos chaise longues orientadas hacia el gran ventanal, para disfrutar de las vistas al exterior y favorecer la entrada de luz natural. Dos lámparas de pie, a cada lado de las chaise longues, aseguran una buena iluminación para leer también por las noches. 

Este salón está rodeado de grandes ventanales que le proporcionan una luminosidad y unas vistas inigualables. Los espacios están conectados, sin separaciones ni tabiques, de modo que la luz natural entra a raudales.

La interiorista Chone de la Sotilla logró dar al salón un aire clásico, con un punto afrancesado, en el que el gran protagonista es el sofá rinconero. La decoración se construye sobre una base neutra, muy cálida, en la que destaca el gris de la tapicería del sofá y de las sillas del comedor. La alfombra de fibra vegetal aligera el espacio y le da un punto de frescor perfecto para el verano. 

Los muebles a medida son la mejor solución para no desaprovechar ni un cm. En este salón, decorado por Chone de la Sotilla, de Deulonder, se realizó una librería simétrica con baldas de madera y un panel corredero que oculta el televisor. 

La zona de estar se cerró con dos pufs, muy ligeros y polivalentes, que tanto pueden servir de asiento extra como de mesa auxiliar. 

Un luminoso blanco sirve para dar unidad a los distintos espacios abiertos de la casa, y ayuda a crear una mayor sensación de amplitud. 

El techo de este salón tiene más de 5 metros de altura. Para evitar que el espacio si viera frío, se decidió instalar unas cercas de madera que lo hacen mucho más acogedor.

Al ser un salón amplio, era importante elegir muebles que llenaran el espacio, como los dos sofás iguales que se han colocado en L. Uno con chaise longue y el otro sin. También se han elegido dos mesas de centro y un mueble bajo para el televisor. 

El gran ventanal se ha dejado sin cortinas, como si fuera un cuadro que nos regala una preciosas vistas del jardín.

Lo que más nos llama la atención de este salón es su decoración tan personal, ecléctica y divertida, que rebaja el carácter rústico que se espera de una masía como esta. Su propietario es un artista polifacético, amante de la pintura y coleccionista de arte. De ahí el gran cuadro que preside el salón, de una artista coreana, y que adquirió en Nueva York.

El salón se comunica con el exterior a través de un ventanal acristalado pintado de color verde, que destaca sobre la pared blanca. La madera, las fibras y los tejidos de lino crean un ambiente fresco que encaja muy bien en una casa de campo como esta. 

Uno de los grandes aciertos de la reforma de este salón fue subir el techo. Así se ganó altura visual y se logró un espacio más diáfano. Además, se pudo realizar la pieza estrella: una librería, tipo boiserie, diseñada por las interioristas y hecha a medida. Al ser de color blanco queda perfectamente integrada en el ambiente, mientras los pomos y apliques dorados ponen el toque elegante y sofisticado.

Para ocultar el televisor, se ha diseñado un panel en forma de cuadro que resulta original y muy decorativo.

La zona de estar se ha equipado con dos sofás desenfundables en L y un par de butacas retapizadas con una tela a rayas, que crea un ambiente más cálido y acogedor.