1. Una cocina pequeña de sabor rústico con una isla con zona de barra Una cocina pequeña con isla es posible. Prueba de ello es esta. Se trata de una cocina de obra nueva, pero las decoradoras de LF91 querían que simulara la de una antigua casa de campo. "Por eso optamos por muebles de obra, con frentes de roble envejecido, una encimera de piedra natural y un suelo de barro, que parece recuperado", explica la decoradora Olivia Reina. Para aligerar esta cocina pequeña , se ha prescindido de armarios altos y la isla está aprovechada con una barra y cajones. La nevera y el congelador, en un lateral y panelados, resultan muy discretos. Mobiliario de LF91 y encimera de piedra de Sarti. Taburetes de Let's Pause. Muy bien aprovechada, distribuida en U Para aprovechar al máximo el espacio, el equipo de LF91 organizó la cocina en U, así se aprovecha todo el perímetro. La isla central completa el almacenaje y delimita la cocina del salón. 2. Pequeña pero muy decorativa, con un original antepecho multicolor Esta cocina es, en realidad, muy pequeñita, porque reúne todo lo necesario en un solo frente. Al estar abierta al comedor parece mucho más amplia de lo que en realidad es. Para aligerar el espacio, se prescindió de armarios altos, así espacio no se ve tan 'lleno' visualmente, y en su lugar, se optó por una balda que recorre toda la pared para tazas, plantas... Son pequeños detalles que suman encanto y hacen este espacio más vivido, como el original antepecho con hidráulicos, que da personalidad y un sabor campestre muy acogedor. Sillas de Coton et Bois, lámpara y alfombra de Ikea. Una cocina organizada en línea Es una distribución muy práctica en cocinas pequeñas, porque todo está a mano. La mesa del comedor sirve, a su vez, como isla de trabajo extra si se necesita. 3. Una cocina de unos 10 m2 muy capaz y un mini office Ligereza, luz y capacidad son las claves de esta cocina blanca , que es pequeña pero a la que no le falta de nada. Precisamente, para aprovechar el espacio al máximo, los armarios no llegan hasta el techo. Y en el espacio que quedaba libre junto la cristalera, la decoradora Olga Gil-Vernet ideó un mini office de apenas 2 m 2 en el que caben, cómodamente, 4 personas gracias al banco a medida y a la mesa con pie central, que no molesta a la hora de sentarse. Mobiliario de la cocina, mesa y banco, diseño de Olga Gil-Vernet. De sabor campestre y urbana Este era el look que quería darle a la cocina Olga, por eso apostó por armarios con cuarterones cuadrados, que se replicaron en el cerramiento. "El fregadero es de porcelana y visto y junto a la zona de fuegos y las baldosas de acabado irregular, completan el look algo rústico que queríamos", explica. Baldosas del antepecho y fregadero de Neocerámica. De planta rectangular y organizada en dos frentes Se aprovechó la planta rectangular de esta cocina para organizar el mobiliario en dos frentes y de manera perimetral, liberando un pasillo central cómoda que deja paso a la luz, que fluye de lado a lado. 4. Una cocina pequeña con soluciones magistrales La decoradora Pia Capdevila logró sumar más metros y luz al abrir la cocina a la zona de día: "Para separarla del recibidor, ideé una pared-biombo en gris antracita que tiene ventanas en su parte superior y deja pasar la luz. También me permite apoyar en él los armarios de la cocina y la zona de fuegos, ganando espacio de almacenaje", explica. Mobiliario lacado en blanco de Meine Kutchen. Taburetes y lámparas de DomésticoShop. Trucos para integrarla con el salón En cocinas abiertas al salón, es muy importante que haya armonía entre ambos espacios. En este sentido, Pia optó por colocar las columnas de almacenaje en un extremo y apostó por la madera para la barra, dos decisiones que ayudan a que esta cocina con barra no desentone visualmente desde el salón. Además, la barra tiene un truco extra: cierra visualmente la cocina, integra el sistema de calefacción, y ofrece una zona de desayunos muy práctica. Los electrodomésticos en columna son de Neff. La encimera es de Neolith Calacatta y la grifería de Blanco. Una cocina con el triángulo de trabajo ideal La decoradora Pia Capdevila aprovechó la planta rectangular de esta cocina para organizar la zona de fuegos, aguas y despensa creando el triángulo de trabajo perfecto. 5. Separada del salón por puertas de granero acristalada Gracias a este cerramiento acristalado el espacio se ve más amplio, porque se gana en profundidad visual y las vistas del jardín llegan hasta el salón. Las correderas separan la cocina sin restar ni un cm útil, flexibilizan el espacio y le dan un aire industrial muy actual. Mobiliario de Meine Küchen y alfombra de yute de Coton et Bois. 6. Una cocina más cómoda con una corredera acristalada En esta cocina, obra de las decoradoras Teresa Asensio y Chari Manzano, la corredera juega un papel clave: lleva más luz a la cocina, permite integrarla a la zona de día y preservar de humos y olores el comedor, y suma estilo, ya que resulta decorativa por sí sola. Mobiliario y cristalera diseño de las decoradoras. 7. Una caja de cristal semiabierta a la zona de día "Es una cocina pequeña, pero la preferíamos cerrada y con intimidad. Con el cerramiento de cristal, no renunciamos ni a la luz ni al contacto visual. Para que fuera más liviano y el vidrio quedara más limpio, dejamos una zona central despejada y decoramos la parte superior e inferior con un listón", explica la decoradora Marta Tobella. Mesa de comedor, en Sacum y sillas de Casual Home & Contract. Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter .