Lavadero

En este lavadero se ha encajado un módulo de limpieza, de suelo a techo, que almacena escobas, aspiradora y cubos. Es el modelo Metod con puertas Bodbyn y tiradores Hishult (de 40 x 60 x 200), por 305 € en IKEA. Con una estantería colgada, se aprovecha el espacio vertical que queda entre el armario y la ventana. Debajo se ha reservado un espacio para el carro. Este se pliega y las 4 ruedas se reducen a 2 cuando no se utiliza. 

Orden y limpieza te ayudarán a lograr el objetivo de una casa en armonía. Limpieza que se ve. Tejidos sin manchas, superficies sin estampados, cristales resplandecientes. Hay que limpiar y mantener la casa limpia siguiendo buenos trucos de limpieza. ¡Las manchas no juegan a favor de la armonía!

Si quieres despejar tu cocina de electrodomésticos, aprovecha el pasillo para colocar armarios con puertas correderas. Estas diseñadas en blanco y con frentes de espejo por el Estudio Martínez Elorza Arquitectura Interior no solo hicieron crecer el espacio y multiplicar la luz. También en su interior se dispuso una mini lavandería muy práctica.

Acristalar la cocina y colocar puertas correderas puede darle un giro de 180º a tu piso pequeño. Fue la magnífica idea de Marta Tobella en esta de la imagen: al acristalarla, se tiene visión directa con el salón y gracias a las puertas correderas ha ganado más luz. Marta dispuso correderas blancas, ciegas por abajo y acristaladas por arriba, no solo en la entrada, también al final de la cocina, creando una zona de lavadero con ventanas. ¡Ahora la cocina tiene luz todo el día!

En ocasiones, el ritmo agitado de nuestras vidas puede hacer que descuidemos ciertas tareas domésticas, como el lavado de la ropa. A menudo, nos damos cuenta de la necesidad de hacer la colada cuando nuestro armario se vacía y nos encontramos sin prendas limpias para vestir. Es posible que posterguemos la tarea de lavar la ropa durante semanas, acumulando montones de ropa sucia en nuestro cesto hasta que está completamente lleno.

Nos damos cuenta de la importancia de mantener una rutina de lavado regular para garantizar que siempre tengamos ropa limpia y lista para usar. La gestión eficiente de nuestras responsabilidades domésticas nos permite mantener un equilibrio en nuestras vidas y asegurarnos de que las tareas básicas, como el lavado de la ropa, no se conviertan en una carga abrumadora.

"Me he encontrado con muebles específicos para albergar lavadora y secadora convencionales (no para integrar, que tienen otras medidas) tras una puerta, que no tienen el fondo suficiente. Solo 60 cm justos. Y esto hace que no se pueda cerrar la puerta para ocultar los electrodomésticos. Hay que darle más fondo para cubrir completamente botones y puerta", explican desde Alejandra Duarte Interiorista.

Asun Antó tuvo en cuenta todas las necesidades de esta familia y planificó también un cuarto de lavado muy cómodo. En él se ubican la lavadora y la secadora en columna, así como la tabla de planchar integrada en un mueble con ruedas. 

"Esta es una casa de vacaciones y, claro, al volver de la playa, ¡tardamos muchas horas para estar listos! Por eso hay varios baños y duchas, incluso una exterior", señala Paloma. Dejando atrás el gran lavadero, encontramos dos dormitorios: el de las 5 niñas y el de los 4 niños. Cada habitación cuenta con su baño, en el que están las toallas de cada uno de ellos, con su nombre bordado. 

Casas con encanto

VÍDEO Y FOTOS / Un piso estiloso y lleno de ideas para ampliar el espacio y verse más grande y luminoso. Un proyecto de Natalia Zubizarreta

Este proyecto fue abordado por la interiorista Pia Capdevila. En este caso, se escogieron muebles de melamina gris, un suelo vinílico de Parador y el cerramiento de hierro. 

El importe total del lavadero y la puerta son de 4.500 €.

Un carrito con ruedas sirve para planchar y guardar. Queda recogido bajo la encimera.

La lavadora elevada resulta más ergonómica. El espacio inferior se aprovecha con cajones extraíbles. 

Los armarios se organizan en baldas. Al quedar cerradas, el espacio parece más grande y se ve ordenado. 

Con las baldas podemos hacer diferentes compartimentos y guardar, por ejemplo, todos los productos de limpieza en cestas o cajas. 

El suelo se inspira en los suelos antiguos. Combina dos baldosas de la firma Vives.

El tercero lavadero es un proyecto de Natalia Zubizarreta. La zona de lavado tiene un buscado aire acogedor. "Queríamos darle el mismo trato decorativo que el resto de la casa. Los muebles y el suelo son blancos para darle más luz al espacio, que está en un sótano, y la encimera y el papel textil se encargan de sumar calidez", explica.

Este lavadero cuenta con un truco muy especial. "La casa tiene un sistema de tubos ocultos que permiten hacer llegar la ropa sucia a su cubo correspondiente (ropa clara o de color) desde la planta superior", añade la interiorista. 

La interiorista Marta Prats ha apostado por el color en este último lavadero. "Quería darle alegría y que no pareciera un laboratorio con todo blanco, por eso aposté por los muebles en verde mint combinados con blanco".

En este caso, está distribuido en forma de U. El lavadero tiene 7,6 m² con la zona con fregadero al fondo, un gran frente de armarios a la izquierda, con lavadora y secadora integrados, y una zona con encimera y armarios abiertos a la derecha. 

El espacio disfruta de mucha luz natural gracias al lucernario abierto en el techo. 

Este lavadero cuenta con un gran armario hasta el techo para aprovechar todo el ancho de la planta. También sirve para guardar la tabla de planchar y algunos electrodomésticos.

El resto de armarios aprovechan el espacio bajo la ventana y sus laterales.

Este cuarto de lavado se caracteriza por ser muy luminoso. Este lavadero, contiguo a la cocina, tiene techos altos y mucha luz natural. "Para darle un aire más vestido elegí el papel pintado con estampado de flores y estores de lino que combinan bien con los muebles blancos", explica Raquel, la propietaria de la casa. Diseñó el lavadero con la ayuda de Nuria Sierra, de Enedós. 

Como debe ser, la zona del lavadero es espaciosa y cuenta con una zona propia de fregadero. Aunque en esta imagen no se aprecia, el espacio cuenta también con espacio de almacenaje para la ropa limpia, la tabla de planchar y todos los productos de limpieza. Su diseño en blanco sigue el diseño del resto de la cocina, con el mismo tipo de armarios y tipo de azulejos.  

Otro de los secretos de esta casa es el lavadero, una zona comoda con armarios a medida y empotrados donde, además se ubican la lavadora y la secadora. La estancia cuenta también con estantes para dejar la ropa limpia y una tabla de planchar extraíble que hace que todo esté a mano. 

"Además, aprovechamos el antiguo distribuidor para poner la lavadora y la secadora", detalla. Es precisamente esta zona de lavadero la que queda detrás de algunos de los frentes de esta cocina. El resto se usan como despensa o para guardar otro tipo de utensilios de cocina. 

Como ves, la lavadora y la secadora se han colocado en columna, una manera muy cómoda para pasar la ropa húmeda de un electrodoméstico a otro sin molestias. El armario, además, cuenta con una balda superior y espacio para guardar los productos de lavado, como el detergente, suavizante...

"En la pared de la derecha instalamos una ventana fija que permite que llegue a toda la casa la luz que entra por la ventana de la izquierda", explica Jeanette. Esta ventana es importante porque sirve para tender, de ahí el segundo gran truco de este lavadero: el mueble bajo parece fijo y continuo, pero no lo es. La parte que queda justo bajo la ventana tien ruedas y se puede retirar completamente (encimera incluida) para poder asomarse, o simplemente se puede abrir el cajón para ocultar la ropa sucia.

Y en la cocina o en una zona de lavado y plancha, los armarios pequeños se convierten en un desahogo para organizar productos de limpieza. Botes, pulverizadores, bayetas, escobas y fregonas, no son voluminosos, por lo que entrarán todos junto en poco espacio. Lo ideal es organizar el interior con baldas y cajas en las que agrupar según temática los objetos. Incorpora ganchos para colgar escoba y fregona. Si entra un carro con ruedas en la parte baja del armario, te acompañará durante las tareas de limpieza. Ten en cuenta que si vas a guardar algún aspirador sin cable, sería perfecto que hubiera enchufe en esa zona para cargarlo cuando lo guardes en el armario.

Las puertas correderas empotrables, como al abrirlas se esconden dentro de la pared, tienen la ventaja de que permiten colocar muebles, sanitarios o electrodomésticos a ambos lados del tabique. 

Una pared acristalada de cuarterones con puerta de acceso también puede servir para separar dos zonas dentro de la cocina. En esta de la imagen, propiedad de los arquitectos Ana Blanco y Fran Mengíbar, divide la cocina como tal del lavadero-planchador que ahora luce así de luminoso gracias a su carpintería en blanco. 

Una solución oculta perfecta para espacios pequeños. La tabla de planchar se puede ubicar en un armario o en un cuarto de plancha de manera que quede recogida, sin ocupar espacio, y cuando vayas a usarla la abatas. Aquí, el mueble en el que se apoya se desliza y encaja en el módulo de almacenaje de manera que no sobresale. Se saca para usarla cómodamente y se recoge, quedando integrado.

Como hemos visto, el pasillo está muy bien aprovechado con varios armarios con puertas de espejos. Y detrás de estas puertas se esconden sorpresas, como esta cómoda zona de lavado con lavadora y secadora. Así se ha ahorrado espacio en otras estancias como el baño o la cocina.

Si cuentas con una cocina amplia, como esta, o tienes un pequeño cuarto anexo (una terraza cerrada, desaprovechada, que solo se utilice como tendedero, sería lo ideal) , siempre te puedes montar un estupendo cuarto de lavado y plancha.

Una buena opción para que este nuevo rincón quede integrado en la cocina es independizarlo a través de un cerramiento con cuarterones acristalados en la zona superior de los tabiques, de tal modo que quede visualmente conectado y, además, goce de entrada de luz natural. 

Las puertas correderas pueden tener el mismo acabado que el resto de la carpintería interior o marcar la diferencia con diseños especiales. Pueden ser macizas o huecas y lacadas o laminadas (lisas o con molduras o hendiduras). También de madera. Se puede convertir una puerta antigua en un diseño corredero y entonces merecerá que quede vista y decore por sí sola. Son tendencia las de perfilería de metal o madera y vidrios. Que lleven cristal o no dependerá del nivel de privacidad que se quiera lograr y de si es preciso ganar luz y que se distribuya.

El papel pintado de flores da mucha vida y color al lavadero. Lo mismo que el suelo porcelánico que también dibuja flores. Combinan genial con el blanco. 

Los estores dan intimidad cuando hay ropa tendida. La zona de lavado ocupa un único frente y las paredes se aprovechan con un tendedero extensible. 

"Quise crear un lavadero práctico para la familia que tuviera aspecto de antiguo y que pareciera que llevaba toda la vida allí", nos cuenta la interiorista Paula Duarte. La pared de cristal amplía la sensación de espacio y la luz. 

La pared está revestida con un papel pintado de rayas de Phillip Jeffries y un práctico colgador de madera. 

Supercálido, con suelos de toba y muebles de madera, este lavadero cuenta con un espacio amplio para el cuidado de la ropa. Es un proyecto de Deulonder Arquitectura Domèstica. El espacio bajo la ventana se ha aprovechado como zona de lavado, con encimera y antepecho de Neolith, y grandes cajones extraíbles. Junto ella se encuentran lavadora y secadora, una al lado de la otra para resultar más cómodas. Y debajo, los cestos para la ropa sucia. 

Además, dispone de una zona de armario abierto, con barra y baldas extraíbles, para la ropa lista para guardar. También varios armarios que combinan frentes de madera con doble cristal con malla en medio (de yute y acero) para guardar ropa blanca, productos de limpieza, excedentes... 

El equipo de Coton et Bois quería que este lavadero, de unos 6 m2 y ubicado junto a la cocina, fuera diáfano, polivalente, y con mucha luz natural. "Ubicamos el fregadero bajo la ventana y debajo situamos el almacenaje", explica Javier Baldrich. El mueble planchador queda oculto por las puertas de debajo del colgador. Así solo se saca cuando es necesario. El papel pintado efecto lino da calidez al cuarto de plancha y la corredera acristalada suma luz y lo conectan con la cocina. 

En el otro frente y en paralelo, se ha aprovechado toda la pared con armarios hasta el techo con escobero; lavadora, secadora en columna, y zona para colgar abierta. 

Crear una zona para comer y desayunar era uno de los deseos de la propietaria. Paula ha abierto el office a la luz con este ventanal y lo ha aislado térmicamente. Le ha dado carácter con el suelo porcelánico que imita a la antigua baldosa hidráulica, el papel y un zócalo alto. "He puesto una mesa de 70 cm en la que comen cómodamente hasta 4 personas", nos cuenta.  

Situar la zona de lavado puede convertirse en un problema si no dispones de un espacio específico para ello, pero tiene solución.

La solución. Si tienes sitio en la cocina, Cristina Romero de la Torre (crtarquitectura.com) aconseja encargar un módulo para poner lavadora y secadora en columna y ocultarlas tras una puerta. Añade una balda para los productos de limpieza.

Si no encuentras el sitio ideal para situar la tabla de la plancha, hay soluciones cómodas y que no ocupan nada de espacio. Y es que tener la tabla de planchar a la vista puede ser un incordio, además de un poco antiestético si no está bien escondida. Toma nota.

La solución. Una buena opción es un carrito móvil. Solo necesitas un armario bajo libre de 90 cm de altura, 80 cm de fondo y 40 de ancho para meter un carrito de plancha. Los lados de la tabla se abaten para poderlo guardar.

Uno de los frentes de la cocina incluye zona de lavado. Se disimula muy bien con el panelado en madera.