Vajillas

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Total white

Paredes, muebles, complementos... En este comedor se ha apostado por el blanco en todo, creando una atmósfera luminosa, delicada y muy ligera. Mesa, sillas y aparador, de Oficios de Ayer. 

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En blanco

Paredes, mesa, sillas y el gran mueble de suelo a techo se han elegido en blanco, lo que da ligereza al conjunto. El toque cálido lo pone la madera, presente en el sobre de la mesa y las patas de las sillas. Mesa, de Maisons du Monde y sillas, de Vitra. 

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Todos los detalles cuentan

En este comedor se han cuidado todos los detalles. Desde las paredes, que se han decorado con un original papel pintado que simula recortes de periódico, hasta las lámparas de estética industrial. 

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Muy capaz

Un banco en forma de "L" regala plazas de asiento extra en este comedor con un gran ventanal al jardín. Mesa y butacas de mimbre, de Isabel Ros.

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Funcional y sin estridencias

Este comedor es tan discreto como práctico. Las sillas, decapadas de un tono similar al de las paredes, parecen fundirse en un ambiente dominado por los tonos piedra más suaves. Sillas, de La silla colonial. 

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Vestir el espacio

De techos altísimos y metros generosos, este comedor se ha equipado con una gran mesa rectangular de madera proporcional al espacio. La alacena empotrada, con la carpintería en verde pálido, destaca sobre una base crema. Mesa realizada por Antic Daviu Quera y sillas, en Azul-Tierra. 

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Contiguo a la cocina

Este comedor es tan práctico como capaz. La pared que lo separa de la cocina se ha acristalado en la parte superior para regalar luz a ambos espacios. Un banco con capacidad para guardar multiplica las plazas de asiento. Mesa, de Maisons du Monde y sillas, de Ontario. 

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Paisaje que decora

El porche y las vistas al jardín se convierten en un protagonista de la decoración de este amplio comedor. Mesa, de El Corte Inglés. Sillas, de Mis en Demeure y alacena, de Flamant, a la venta en Casa y Campo.

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Tan natural

Pavimento de barro cocido, paredes de piedra vista, muebles de madera, lámpara de mimbre... En este comedor con sabor a campo todo es tan natural como su privilegiado entorno. Mesa, de La Bòbila y sillas, de Mec Mobiliario.

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Sabor provenzal

Este comedor es tan completo como ligero, gracias a la elección de un mobiliario de madera decapada que aligera su peso visual. La mesa ovalada y extensible es el modelo Provence, de Taller de las Indias. Las sillas son de Oficios de Ayer. 

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Decorado con piezas escogidas

La lámpara tipo chandelier, las sillas tapizadas con estructura de madera envejecida y la alacena recuperada visten con personalidad este comedor. La guinda del pastel es el suave verde de las paredes, que pertenece a la carta, de Farrow & Ball. 

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En sintonía con el espacio

La original planta ovalada de este comedor requería una mesa acorde al espacio, de ahí la elección de una gran pieza redonda. Sillas, de India & Pacific.  

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Actualizar un clásico

Que la arquitectura de este comedor sea clásica no implica que su decoración deba serlo. Las dos grandes lámparas gemelas con pantalla de tela negra dan un look actual que refuerza la mesa, un diseño de estética industrial. Mesa y sillas, en Azul-Tierra y lámparas, de Santa & Cole. 

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Abrazado por las vistas

Nadie sentado a la mesa de este comedor se queda sin vistas, al contar con grandes ventanales enfrentados. Sillas tapizadas, de Crisal para The Outlet Decó.

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Abierto a la cocina

Al estar a un paso de la cocina, este comedor resulta de lo más cómodo para el día a día. Una mesa redonda de madera viste el espacio que se ha completado con un bufé para tener a mano desde la vajilla hasta la mantelería. Mesa, de India & Pacific. Sillas, de La última parada y aparador, de Luzio. 

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Ganado al porche

Donde ahora se ubica el comedor, antes estaba el porche. Grandes ventanales a modo de pared de cristal regalan luz y las mejores vistas del jardín. 

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Ventanales al jardín

Comer aquí es lo más parecido a hacerlo en pleno jardín, y es que mires por donde mires, disfrutas de inmejorables vistas al exterior. Mesa, de Becara. Sillas y aparador, de Adaleya. 

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Calidez natural

El azul celeste de la vajilla y del camino de mesa de lino combinan a la perfección con la madera sin tratar del sobre de la mesa, los muebles en blanco y las fibras naturales. 

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La hora de la merienda

 Vístela con los tonos más pastel de la paleta, seguro que acertarás. Verde, rosa y azul en sus tonalidades más suaves y empolvadas dan una nota de color sin resultar demasiado chillones.  

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Su vajilla

Si los peques de casa tienen su propios vasos, ¿por qué no elegirlos con color? Los tonos pastel, como el rosa en su matiz más chicle o el azul celeste, nunca fallan. 

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Un pequeño lujo: la despensa

Les apetecía mucho hacerse una despensa en la cocina. Cerrada, ayuda a que la cocina se vea más ordenada.

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Desde el comedor

El suelo es de cerámica típica de la zona. Mesas de madera, sillas de mimbre y lámparas de techo procedentes de Sacum. Individuales de lino, vajilla blanca y azul y cubiertos de Catalina House. 

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Cocina abierta

Los muebles de madera decapada son obra de Sacum. No tiene armarios altos pero si unas prácticas baldas. Pizarra redonda y trapo de Matèria.  

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La inspiración de Andrea

 Andrea Zarraluqui se inspira en láminas antiguas, libros de naturaleza, telas, fotos... "¡y en muchas cosas que veo en revistas de decoración!", nos dice.

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Los materiales

 Andrea Zarraluqui pinta con pigmentos de pintura y vajillas que compra en España y también en Francia, o en algunos anticuarios. 

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La hora del té

 A Andrea Zarraluqui le encantan las mesas bien puestas. Cuando imagina una colección, imagina cómo queda en la mesa, aunque hay quien encarga sus platos para colgar.

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Los cactus más animados

 Los cactus están de moda y son uno de los motivos más solicitados para Andrea Zarraluqui.

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En Instragram

 Andrea Zarraluqui vende platos y vajilla de encargo a través de instagram. Puedes escribirle y contarle lo que te gusta.

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Platos únicos

 Las creaciones de Andrea son únicas e irrepetibles: artesanas, no hay dos iguales.

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Platos selváticos

 Los motivos que más le solicitan a Andrea Zarraluqui son los de plantas tropicales y flores.

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¿Para colgar o para usar?

A Andrea le gustan más para usar, pero sé tú mismo y pon sus platos como más te gusten.

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¡Hay una mariposa en mi plato!

A Andrea le gusta pintar algunos insectos y animales (como pájaros), aunque prefiere sólo los más bonitos, claro.

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¿Es una hoja?

¡No, es una fuente! Andrea empezó pintando en sus ratos libres, por las tardes y después del trabajo o los fines de semana. Ahora se dedica completamente a su pasión. 

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Andrea en la red

En su cuenta de instagram, @andreazarraluqui, su principal plataforma para enseñar su trabajo, Andrea ya cuenta con más de 84.000 seguidores.

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La importancia de los detalles

Si no te atreves con una pieza de mobiliario de fibras naturales, siempre puedes apostar por una alfombra o por complementos como pantallas de lámparas, cestos, puffs, estores... Todo cuenta a la hora de recrear una decoración de esencia mediterránea. Lámparas de rafia de AMC Proyectos.

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Detalles marinos

Estrellas de mar, caracolas, peces, corales, botellas con arena de la playa... El mar es la inspiración de este estilo, por eso uno de los recursos para trasladar este look con sabor a salitre al interior de la casa es salpicar (en su justa medida) los diferentes ambientes con detalles de inspiración marina. El plato con pez pintado y los cubiertos con mango bicolor son de Zara Home. 

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Con el mar como telón de fondo

Nada en este porche obstaculiza las vistas al mar, el protagonista de esta estampa veraniega. 

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Mirador al mar

¿Qué sería de la esencia mediterránea sin estar en contacto con el mar? Mesa de Maisons du Mode y sillas a la venta en Casa Paya. Colchonetas y cojines de la zona chill out, en Catalina House. 

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Inspiración marina

 Los motivos marinos no pueden faltar en una decoración en clave mediterránea. Las estrellas de mar, una vajilla en blanco y azul y los bajoplatos de fibras naturales dan un look mediterráneamente veraniego a esta mesa. 

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¡Qué bien se come aquí!

Si en el comedor de exterior tienes todo lo que necesitas ¿para qué vas a entrar dentro? Decóralo con el mismo mimo, con dos alfombras superpuestas, sillas super cómodas (de Catalina House) y una mesa robusta y bonita. 

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Saca la vajilla buena

Y nada de platos y vasos de plástico. En verano el comedor exterior es el titular así que se merece que lo vistas con sus mejores galas. Y aunque ya tengas plantas en la terraza, que no falte un toque de verde también en la mesa. 

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Una mesa relajada

Prescinde de mantel y usa unos caminos de mesa (de Zara Home y Calma House) para vestirla. Y combina vajillas, siempre que tengan los mismos colores. En blanco y negro quedan genial.

Los bajoplatos de madera y los platos hondos son de Zara Home. Los platos llanos son de Id Design. 

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Piedras antiviento

Ponlas en las esquinas de la mesa para que los manteles no se muevan. ¡Y atrévete a decorarlas con letras o dibujos! Si te ayudan los peques se lo pasarán genial. 

Pérgola de madera con comedor exterior.

Mesa, sillas, lámparas de techo y cojines, de Cado. Mantel, de Tessa & Co

El Mueble

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Belleza natural

Las paredes encaladas, la estructura de madera de la pérgola, la cubierta de cañizo, las telas naturales... Envuélvete de lo natural... ¡y relájate!

Pérgola estilo rústico.

Modelo Panton, de Casa y Campo. Mesa de madera y hierro, realizada por el propietario. Lámpara de techo, de DM Interiors.

El Mueble

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De contrastes

La gran pérgola metálica regala un comedor de verano con las mejores vistas al paisaje. Las sillas de diseño crean un atractivo contraste en un espacio con sabor a campo. 

Pergola anclada con comedor exterior.

Sillas de mimbre, de IKEA. Lámpara, en Mercantic.

El Mueble

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En un rincón del jardín

Este comedor se ha planificado en un lateral del jardín, anclando parte de la estructura a la pared. 

Porche con plantas encima de la pérgola.

Porche rehabilitado por el arquitecto Eduardo Campoamor.

El Mueble

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Comer al fresco

Esta pérgola, con estructura metálica, se ha planificado con una zona de sombra, protegida por la cubierta de cañizo, y una zona más descubierta, perfecta para las comidas otoñales. 

Porche con cortinas y pérgola.

Mesa y sillas, de Antic Centre. Lámparas de techo, de Gaudir. Plantas, de Jardiland.

El Mueble

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Con cortinas

Son un complemento muy práctico en zonas soleadas, ya que permiten proteger del sol durante las horas de tarde. Elige telas vaporosas y de colores claros para que no retengan el calor. 

Pérgola con cubierta vegetal.

Sillas de madera, de Jordi Batlle. Cojines, de El meu coixí. Manteles, de la Maison.

El Mueble

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Cubierta vegetal

Un manto verde tapiza esta pérgola con estructura metálica regalando frescor y un comedor a cubierto del sol. 

Terraza con pérgola blanca.

Sillas y mesa de centro, en Catalina House.

El Mueble

400.

Un mirador al mar

Todo se ha pensado para poder vivir casi en el exterior en verano. Unas cortinas enrollables protegen del sol si es necesario y una cubierta regala sombra y protege de la lluvia.