Vajillas

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Naturalmente

Si tu mesa es tan bella como esta, no la tapes. Unos caminos claros, que no compitan con la madera, y un bajoplato de fibra que sume calidez, serán suficientes. De Catalina Socías.

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Clásicos renovados

¿Vajilla con toques dorados? ¡Se lleva! Dale un toque de color combinándola con otra. En este caso, en verde, le regala frescor. Y la cubertería, también dorada, pero mate, suma sofisticación. 

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Estilazo con historia

"Las maderas con un toque envejecido y patina blanca, las fibras como mimbre y ratán, muy de la zona, y los linos naturales fueron nuestros favoritos para dar un aire suave y con encanto a la casa”, nos cuenta Pía. La alacena es de Antic Rocamora. La vajilla procede de Pomax.

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Suelos y puertas como nuevos

"Sacamos todo el revoco y recuperamos los suelos antiguos. Debajo se puso calefacción radiante. Las puertas antiguas también se recuperaron", nos cuenta Alós. 

Mesa, de Vicenç Gelador. Sillas, de Acomodo. 

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El mar, en casa

Y es que desde este porche mires por donde mires ves el mar. No es de extrañar que su azul, en diferentes matices, haya contagiado la decoración de este comedor de verano. 

Mesa, en Azul-Tierra.  

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Mediterráneamente natural

¡O naturalmente mediterráneo! Tanto monta...Y es que este comedor de verano cumple ambos requisitos. Las lámparas y las sillas de fibras naturales, los textiles en verde y azul, la mesa de madera...  

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En la montaña

Hecho de piedra, madera y barro, este comedor se integra a la perfección en su entorno de montaña. 

Mesa, de Brucs y sillas, de Asitrade.

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Comedor efecto acordeón

Este comedor crece y decrece según las necesidades. Gracias a su banco a medida, puede multiplicar las plazas de asiento como por arte de magia.

 Sillas de mimbre, de Ikea. 
Comedor exterior con cocina y vistas a la piscina

Mesa y butacas, en Azul-Tierra. 

El Mueble

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Con cocina y vistas a la piscina

Más práctico, imposible. Este comedor cuenta con una completa cocina equipada con barbacoa, y disfruta de las refrescantes vistas de la piscina. La cubierta, con lamas móviles, permite frenar el paso del sol cuando el calor aprieta. 

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Sombra centenaria

¿Quién quiere una pérgola cuando tiene un árbol centenario que regala la mejor de las sombras? 

Sillas de madera, de Merc&Cia y la de hierro, de India & Pacific. 

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Protegerse del sol

El techo y el estor de cañizo y la cubierta vegetal garantizan una confortable sombra en este comedor con sabor a campo.  

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A dos niveles

Este comedor se ha planificado en un mirador del jardín, disfrutando de privacidad y, a la vez, de unas vistas privilegiadas de la zona de juegos de los niños. 

Sillas, de Sacum y mesa, de Merc & Cia.
Comedor exterior con estilo veraniego.

Sillas, en Catalina House. 

El Mueble

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Belleza isleña

El blanco de paredes, suelo y techo; los estores de lamas de madera para resguardarse del sol; los detalles de fibras naturales; las plantas aromáticas y la vegetación típicamente mediterránea... Este comedor de verano es Mallorca en esencia. 

Comedor exterior con toques románticos.

Lámpara, de Aquitania. 

El Mueble

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Pátina romántica

La lámpara de araña y el mobiliario de hierro dan un toque romántico a un comedor con sabor a campo.

 

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Elegante y atemporal

La mesa y el banco, de estilo country, dan la nota natural, mientras que las sillas tapizadas aportan el toque elegante a un comedor acogedor y confortable. 

Mesa y banco, de Loani Linen Home y sillas, de Giuliana B. Arte y Decoración.

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Una pérgola en flor

Este comedor de verano se beneficia doblemente de la trepadora en flor: le protege del sol y crea una atmósfera muy especial. 

Sillas plegables, de Ikea. 

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Las mejores vistas

Con un entorno de postal así, ¿quién se resiste a cenar al fresco?

 Banco y mesa auxiliar, de Coton et Bois.
Comedor exterior con mesa de madera y sillas de mimbre.

Sillas con respaldo de rafia, en Ksar.

El Mueble

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Sabor mediterráneo

Paredes encaladas en blanco, muebles de madera, telas naturales, fibras naturales, vajilla en blanco y azul... Este comedor reúne la esencia mediterránea a la perfección.

Comedor exterior bajo un cenador de madera y cañizo.

Banco de madera y base del mismo material para el huerto de Coton et bois. Mantel blanco de lino antiguo y tela de saco de Ribes & Casals. Cojines verdes y blancos de Jardiland.

El Mueble

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Un cenador en el jardín

Esta pérgola exenta ha permitido acoger en el jardín un completo comedor de verano. El techo se ha cubierto de cañizo para regalar una agradable sombra ventilada. 

Comedor exterior con mesa y sillas de madera.

Comedor exterior con mesa y sillas de madera.

El Mueble

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Esencia ibicenca

Este porche está pensado para disfrutar del verano y de sus sobremesas eternas sin importar el tiempo: las cortinas frenan la entrada del sol durante los tardes más calurosas y el techo resguarda de la lluvia. Todo, en una atmósfera bohemia-chic. 

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Verano en buena compañía

Este comedor es perfecto para recibir en casa, ya que su mesa robusta y amplia permite acoger a amigos y familiares. Los sillones garantizan una cómoda sobremesa. 

Sillones Agen y lámpara de techo Leran, de IKEA. 

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Un toque especial

Unas hojas de cola de oso y pimentero decoran la tartera a la vez que aromatizan. Panera y tartera de Pomax, en India & Pacific.

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Dulce afición

 La propietaria es una excelente repostera y el bizcocho nunca falta en su cocina. Tartera, en India& Pacific y el frutero gris, en Vilaclara.

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Un improvisado arreglo

 Una sencilla y bonita composición floral se puede conseguir, como aquí, con un par de flores cortadas del jardín y unos pequeños jarrones.

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Seis en la mesa

 Mesa de nogal antigua, adquirida en Mercantic. Sillas de herencia tapizadas con tela de Gastón Y Daniela. Alfombra de Woodnotes, en Francisco Cumellas. Screens blancos de Bandalux, en Ridox.

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Vajilla con toque tradicional

 Mantel de lino bordado, en Ràfols y salvamanteles, en Azul-Tierra. Copas, en Riera y vajilla, antigua.

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14. Calcula tu espacio de almacenaje

En la cocina tendemos a acumular y mucho. Desde alimentos no perecederos que a veces ni nos acordamos que tenemos hasta cacharros variados. Haz el ejercicio de vaciar todos los armarios, selecciona y después vuelve a colocar solo lo que te quedas. Descubrirás que te han quedado algunas baldas e incluso armarios vacíos. 

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6. Biblioteca en orden

La decoradora Olga-Gil Vernet ha combinado colocar libros en vertical y horizontal para evitar la sensación de biblioteca. Además, crearás distintas alturas para poner fotos y complementos.

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16. Si lo tienes, úsalo

¿Esa vajilla maravillosa que te regalaron cuando estrenaste el piso y que tienes acumulando polvo y comiéndose espacio en el armario? No lo dudes: las cosas están para usarlas y disfrutarlas. Alacena, en Sofía Martín Decoración.

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El comedor y la cocina se comunican

 La vajilla es de Maisons de Monde. Los individuales y la cubertería son de Madame Stoltz. Los vasos azules proceden de Ikea.

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Un sueño muy real

 "Algún día tendremos una casa aquí", se decían, enamorados de esta parte del Alto Ampurdán los propietarios de esta casa. Y como lo que uno desea fuerte a veces se cumple, un día apareció la oportunidad. 

La mesa fue hecha por un carpintero local. La lámpara es de Catalina House. El mantel, la bandeja, la vajilla y los individuales proceden de Sacum.

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Comedor en el jardín

El objetivo principal de esta cara era poder disfrutar de un entorno 100% natural, así que los espacios exteriores, decorados con total naturalidad, así lo reflejan Las sillas son las clásicas de madera y esparto de la zona. Damián Ribas recurrió a una cubierta plana de materiales ligeros y acabados de madera para crear el porche. 

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¿Una limonada?

 Los vasos y la jarra son de Blanc D'ivoire.

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Todo preparado

 Vajilla de Blanc D'ivoire. Jarrón y copa con vela, en Verdecora. El mantel de tela cruda, de Gastón Y Daniela. 

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Con salida al porche

Librería diseñada y realizada por Carmen Álvarez y Mercedes Urquijo. Sillas inglesas de estilo Hepplewhite, de haya lacada y dorada, en el mismo estudio. En el comedor de verano, mesa similar de Verdecora.

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En el comedor todo es luz

La mesa de roble envejecido es de Becara. Las sillas son de Adaleya y el aparador blanco es de la misma firma.

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La naturaleza sobre la mesa

 Un sencillo arreglo de peonias del jardín decora la mesa. La campana de cristal está en Vilmupa.  

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Comedor de atmósfera clásica

Además, su salida directa al jardín es una invitación a que el exterior, con sus mil y una fragancias, acompañe las comidas.

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Con aire romántico

La chimenea y las salidas al exterior dan al dormitorio un aire cálido, romántico y natural.

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Comer bajo las vigas

 También aquí la viguería resulta imponente. Bajo su cobijo, la familia disfruta de los manjares de esta tierra.

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Abrazado por la madera

En el suelo, en las paredes, en los muebles y en el techo: este comedor tiene a la madera, al natural, pintada en blanco y decapada, como protagonista. Sillas, en India & Pacific. 

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Un comedor atemporal

Desde las sillas y la gran mesa blanca hasta las dos librerías gemelas. Todo procede de El Corte Inglés. 

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¡A rayas!

¿Y por qué, no? Un original papel bicolor decora las paredes de este comedor en el que nada parece sobrar ni faltar. La mesa se ha equipado con sillas y un práctico banco muy capaz, y el mueble aparador es superpráctico. Mesa, banco y mueble, diseñados a medida por Gud. 

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Menos es más

Este comedor se ha decorado con lo mínimo dando protagonismo a las vistas a la terraza. Manteles, de Zara Home y cojines, de La Maison y Cado. 

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A lo provenzal

El mobiliario es cálido y a la vez ligero visualmente. La mesa con sobre de madera y estructura en blanco decora por sí sola. Las sillas tapizadas se han elegido a juego. Todo, de Petit Côté Decó. 

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La mesa como protagonista

En este comedor la mesa es imán de todas las miradas. Este diseño, sólido y con un sutil aire campestre, contrasta con una decoración delicada y de tonos suaves. Mesa, de Craquel. 

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Coqueto y con encanto

No es necesario tener un derroche de metros para contar con un comedor especial. Este, abierto al salón y la cocina, es buena prueba de ello. Para sacarle el máximo partido al espacio, se ha planificado un banco a medida en "U" que da cabida a muchos comensales. Banco realizado a medida por Juan Daniel Rama.

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Juntos pero no revueltos

Una gran puerta corredera de hierro y cristal separa el comedor del salón dejando pasar la luz. Da profundidad y a la vez intimidad, según las necesidades. Mesa, de Mercantic. Sillas, de Luzio y vitrina, de India & Pacific.

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Total white

Paredes, muebles, complementos... En este comedor se ha apostado por el blanco en todo, creando una atmósfera luminosa, delicada y muy ligera. Mesa, sillas y aparador, de Oficios de Ayer. 

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En blanco

Paredes, mesa, sillas y el gran mueble de suelo a techo se han elegido en blanco, lo que da ligereza al conjunto. El toque cálido lo pone la madera, presente en el sobre de la mesa y las patas de las sillas. Mesa, de Maisons du Monde y sillas, de Vitra.