Vajillas

Esta tetera de Vista Alegre está realizada en porcelana y los detalles de color se han pintado a mano. El juego de 15 piezas cuesta 589 €.  

¿Quieres darle color y un toque desenfadado a tu mesa? Alíate con las rayas, sobre todo si estas son asimétricas, como esta propuesta de lino de Catalina House. 

 El azul nunca pasa de moda, sobre todo en sus matices más candy, como este. Este camino de lino de Fronda viste la mesa de manera casual. 

Los individuales son una opción muy práctica y cómoda para comidas rápidas –como el desayuno o la merienda– y cuando los metros son escasos, porque ocupan lo justo, sobre todo si apuestas por un diseño redondo como este, de India & Pacific. 

Es un dúo que nunca falla, sobre todo si quieres que la mesa respire un look más casual sin renunciar al mantel. Y es que la mantelería no solo viste la mesa, sino que también la protege. Si optas por combinarlos, puedes elegir una base blanca o cruda, y darle color con los caminos de mesa. El mantel con ribete y los caminos en azul son de Zara Home. 

 Esta mantelería de Teklassic tiene unos diseños geométricos y florales de inspiración retro de lo más actuales. Una gran elección para dar un toque descarado y fresco a la mesa. 

De lino y aspecto muy natural, este mantel de Natura Casa es perfecto para acompañar una merienda informal en el jardín. 

 Si quieres darle más chispa a tu mesa, ¿por qué no combinas un mantel con un individual? La apuesta segura es elegir la mantelería lisa y reservar para los individuales los motivos, como se ha hecho aquí. El mantel se ha confeccionado con la tela Delight y los individuales con la Valentina, ambas de Coordonné. 

Esta propuesta de Zara Home dará un toque delicado y elegante a la mesa. Para añadirle color y, a la vez, proteger el camino, se ha completado con un individual, también de Zara Home, del mismo color que las copas. 

Si te van las flores, ¿por qué no llenar la mesa de ellas? Esta vistosa propuesta de El Corte Inglés convertirá a la mesa en el foco de todas las miradas. Por eso es importante que elijas una vajilla en blanco o en tonos neutros que no compita con el mantel. 

Gracias a los tintes, podemos jugar con diversas técnicas y materiales. Una de las ventajas es que el tinte deja que se vea la veta de la madera, no como la pintura, que la elimina. En este comedor, la estructura de vigas de abeto y machihembrado de pinos de flandes se ha teñido de nogal. El pavimento de la tarima es de roble, de Solguer, instalado por Era Carrola. Mesa de comedor, en Leiro. Sillas enfundadas y lámpara de techo, en Cado. Mantel de lino y servilletas, en Filocolore. Vajilla y copas, en Carmen Caubet. Aparador metálico, en Leiro. Lámpara de sobremesa, en Carmen Caubet. Jarrón y portavelas, en Becaras.

Madera reflotada También conocida como driftwood (en inglés) o bois flotté (en francés) es la madera que llega a las playas, desgastada y blanqueada, muy utilizada en la decoración costera o de estilo Hamptons.

Las cortinas vaporosas y la lámpara de techo junto con la pérgola tapizada por las enredaderas dan un ambiente romántico que contrasta con las sillas de diseño Panton, de Casa y Campo.

Di sí a una mesa otoñal llena de flores y vida. Aquí pusimos el mantel Lauren Hielo de Filocolore (136 €). El plato de postre con flores (5,99 €), el plato llano de loza con flor (7,99 €) y la servilleta (19,99 €) son de Zara Home. El plato llano verde es de Azul Tierra (8,50 €).

Busca tonos suaves y luminosos, acordes a la estación: ocres, verdosos, anaranjados, violeta... ¡El otoño no tiene por qué ser gris! 

 Una vajilla de herencia, cuberterías de plata, mantelerías bordadas.. Una decoración de estilo Provenzal sin sus detalles antiguos es impensable. Si en mobiliario no puede faltar alguna pieza recuperada, a la hora de buscar los complementos, no te olvides del toque vintage. Pero ojo, no te pases, que tu casa no es un museo. 

No dejes que se apilen o que necesites algo de la vajilla para darte cuenta que necesitas fregar los platos. Hoffman te recuerda que un pequeño esfuerzo ahora, te ahorra mucho trabajo que tarde o temprano deberás hacer luego. 

Al preparar la mesa para estas fiestas, ¿por qué no prestar una especial atención a los más pequeños? Elige una vajilla –puede ser desechable– que les sorprenda y les divierta, personaliza los detalles –aquí se han empleado unas bolas de Ikea para dibujarles una cara sonriente– y si al resto de invitados les obsequias con un regalo, haz lo mismo con lo más pequeños, por ejemplo, un adorno de fieltro para el árbol. 

Si tienes curiosidad por el mundo de los muebles y la restauración, o ya eres una experta en la materia, nada mejor que dar tú misma el acabado Shabby Chic a una pieza recuperada o antigua pintándola con efecto decapado.

Menos paredes siempre es igual a más sensación de espacio. Si puedes tirar un tabique (o dejarlo a media altura) o abrir un pasaplatos dejarás que circule la luz y con ella la sensación de espacio. Si amplías tus ventanas -con perfilerías más finas o cortinas más ligeras– también conseguirás que la luz tenga paso libre. ¡Verás que cambio!

Cuantas menos divisiones, más grande parecerá tu casa. Prescinde de puertas y tabiques y haz que las zonas tengan elementos comunes, como el suelo. A abrirse las estancias ganan polivalencia. “Los recibidores al uso desaparecen y se convierten en vestidor, planchador...”, explica la decoradora Laura Masiques. Se lleva el 2 x 1: la mesa es comedor de día y despacho de noche.

No es necesario contar con una cubertería antigua de plata para que esta luzca como si lo fuera. Las cuberterías de inspiración retro visten de elegancia y singularidad la mesa y, en función de la vajilla o la cristalería con las que las acompañes, la mise en place será más o menos festiva. Esta es de Azul Tierra. 

Se llama Napoleón y destaca por su mango de ABS de formas suaves, acabado en color marfil con cierto trasluz y rematado con ornamentación de efecto envejecido. Se vende por piezas y cada una vale desde 4,95 €. 

Poco importa que la comida sea de fiesta o informal, este juego de cubiertos dorados darán una nota de color, elegancia y descaro a la mesa. Además, el acabado oro, igual que el cobrizo, es tendencia. Estos, bañados en oro, son de Zara Home y cuestan desde 4,50 €/u.

 Con el mango tallado, parecen antiguos sin serlo, lo que dará un toque vintage y a la vez muy personal a la puesta escena de la mesa. Proceden de Cado.

Esta cubertería es un diseño que dará un toque elegante y distinguido a cualquier comida. Procede de Luzio. 

"Cuando visto una mesa con flores, siempre prefiero colocar varios jarrones pequeños con una flor o un bol con flores en agua, en vez de un gran ramo, ya que puede entorpecer en la mesa". Monica Klamburg. En este comedor la mesa y las sillas son de Borgia Conti y el mantel de Zara Home.

"En la mesa del comedor puedes combinar sillas con distintos tapizados en tonos “empolvados” que engamen entre sí. Una idea para combinarlas es poner las de un color en los laterales y las de otro en las puntas". Thais Andreu y Carmen Figueras

 "En lugar de usar una balda para cada cosa, me gusta más combinar platos con copas y tazas. Da más riqueza. Al fondo levanto una fuente o un plato blanco para que reflejen la luz". Mónica Garrido. Esta alacena procede de Federica&Co. 

 "Si pones la mesa para una ocasión especial, utiliza un mantel de lino crudo o blanco hasta los pies. Puedes añadir un sobremantel o individuales para dar un toque de color. Al cubrir toda la mesa, queda más redondeada, las esquinas desaparecen y dulcificas su aspecto". Monica Klamburg. En este comedor, las sillas son de India & Pacific y el espejo de Cottage Little House. 

"Personaliza tus celebraciones con detalles creativos: confecciona individuales con papel, originales servillereros con telas o cintas, pon el nombre de tus invitados en etiquetas realizadas a mano... Las posibilidades son casi infinitas. Lo más importante es que hagas lo que hagas, la mesa refleje el cariño que le has puesto. Esta máxima la extrapolaría a la decoración de toda la casa. Monica Klamburg

Puedes tener un juego para cada estación, adaptando la decoración que procura su estampado a la época del año en que estés. En primavera, uno de flores como este de Coton et Bois, resulta ideal. En otoño, uno de lino destacará los colores tierra propios de esta estación, que reclama mayor calidez. En invierno, alegra tu mesa para las festividades navideñas con manteles con un toque glitter, lisos pero con un aire sofisticado. Para verano, un mantel de algodón aportará frescura a tu mesa. 

Desde platos hasta juegos de café o té, la mezcla de un estilo clásico y elegante, pero con un look antiguo, es un imprescindible de la decoración Shabby Chic.

No necesitas ver el vídeo de Marie Kondo para saber que lo que no has usado en seis meses es probable que no lo vuelvas a utilizar jamás. Y no nos referimos a la vajilla de tu abuela, la que sí que has de recuperar y valorar con cariño. El vajillero de madera es de Becara y la vajilla blanca, en Sandra Marques.

Sí a los caminos de mesa

Fíjate en los caminos de mesa: son un detalle delicado y elegante. Y con estampado floral quedan alegres. Completa el look con una vajilla antigua (esta es de Catalina House).

Se convierte en el más listo de la casa sin perder de vista su objetivo: dejar la vajilla perfecta. Los modelos de Míele, por ejemplo, se ponen en marcha a la hora que la tarifa eléctrica es más económica. Los de Bosch lavan a la perfección y solo gastan 7,5 litros de agua con niveles sonoros de 39 decibelios. Además, los puedes controlar desde el móvil. 

 ¡Que no falte el color! En manteles, platos y flores. Decora con ramos, cuanto más coloristas, más alegre. Mantel de lino azul oscuro, de La Maison; el claro, de Zara Home. La vajilla, de Carolina Blue. Copas de cristal, de Catalina House y cubiertos, cafetera y tazas, de Zara Home. 

Fíjate qué buena idea. Unas sencillas hojas verdes decoran cada servicio e incluso sirven para dar un toque a la mesa y como bandeja de los panecillos. 

Rosa, verde y beige. Y los mismos tonos, aplicados en distintos elementos de la mesa, como retales que decoran las botellas o los jarrones de flores. 

No es problema. Se lleva dejar parte de la mesa al descubierto, sobre todo si es tan especial como esta, de Maisons du Monde y sillas, de Kenay Home. Lámparas, de mimbre, en Hanbel. De Santayana Home.

Seguro que este detalle te da una idea maravillosa: un bol de madera vestido por un paño ocre... qué delicado y decorativo.