El recibidor de este dúplex en Alcoy es toda una declaración de intenciones. Es pequeñito, pero la decoración se ha mimado al detalle. Empezando por la escalera: "Era de mármol y resultaba bastante pesada. Así que decidimos forrar los peldaños con un parquet de madera natural de roble aceitado, muy bonito, y lo llevamos al resto de la casa. Con eso y la barandilla negra, que le da un puntito especial, la escalera se transformó", explican desde Ni2 Estudio de Interiores.
Además, aprovecharon el hueco bajo la escalera con un armario a medida para tener un plus de almacenaje y para integrarlo en el ambiente lo revistieron de fibras. Mención aparte merecen las baldosas porcelánicas, que son de estilo desgastado de diferentes tonos en la gama de grises y negros, y que enmarcan el recibidor. "Dan un efecto impactante y, además, son más sufridas que el parquet", apuntan.