Sillas desparejadas Puede que sea una de las tendencias, pero lo de tener cada silla de su padre y de su madre no va contigo. Ponla a la venta en una plataforma de compraventa de muebles de segunda mano o llévala al punto limpio. Lo que seguro que ofrece una estética más limpia es tu casa. Verás cómo tu comedor gana en elegancia. El mítico verdulero blanco Sí, sí, ese del chino que hemos tenido todos en algún momento. Bien porque el piso era del alquiler o bien porque necesitabas algo para ya. Sea como sea, ahí sigue, desmontándose día sí, día también. Llévalo al punto limpio y hazte con algo más estable y resistente. El carrito Räskog de IKEA es una opción, pero hay muchos carritos para las verduras que también son monísimos. Sillas, mesas o cualquier otro mueble que cojee No sabemos qué pasa con algunos muebles que, después de unos años, empiezan a cojear. Tienes varias opciones: si eres manitas puedes intentar igualar las otras 3 patas o colocar una cuña, pero si no le tienes mucho cariño al mueble tal vez haya llegado el momento de que pase a mejor vida. Muebles "hechos a mano" ¿Te dio por la fiebre de hacer tus propios muebles con palés ? ¿Y qué tal el resultado? Seguro que, con el tiempo, lo has observado con calma y has visto sus defectos. Si no te quedó como esperabas, ¡no pasa nada! No todos tenemos dotes de bricolador. Lleve 'tu creación' a un punto limpio y hazte con unos buenos (y cómodos) muebles de jardín. Sillas plegables En serio, ¿cuántas tienes? Las has ido juntando y ahora casi tienes más sillas plegables que normales. Piensa en cuántos comensales caben en tu mesa de comedor, las sillas que tienes alrededor de la casa y quédate tan solo con las que necesites para cubrir cada sitio. Armarios de tela Poco presupuesto en un momento determinado, intención de no quedarse demasiado en una casa... Hay muchas circunstancias en las que un armario ropero de tela te puede ayudar, pero por un tiempo limitado. Trasládalo al trastero o la buhardilla y hazte con uno como Dios manda. El cambio en tu dormitorio será radical. El galán de noche Cuando lo viste en la tienda, pensaste, "¡qué elegante y señorial!, necesito uno ya". Y, aunque son muy útiles para personas organizadas que se preparan la ropa por la noche y la cuelgan cuando llegan después del trabajo, tú aún no has alcanzado la excelencia en esto del orden. Y ahí está, muerto de la risa en un rincón del dormitorio (o más bien robándote un preciado rincón del dormitorio). Otro mueble que se va. Sofás o butacas en los que te hundes Además de incómodos, son muy perjudiciales para tu espalda y tu salud postural. Si cuando te sientas en él, más bien parece que te come, ha llegado el momento de cambiarlo por uno nuevo. Hay muchos sofás baratos a precios muy competitivos que seguro que cubren tus necesidades. Ese mueble que odias Bien porque te lo regaló alguien especial, porque es heredado o porque tus gustos, simplemente, han evolucionado. Si cada vez que lo miras, te duelen los ojos, es hora de sacarlo de tu casa. Seguro que a otra persona le encanta. El nido de la cama nido ¿Tus hijos ya han abandonado el nido? Si es que sí, ¿para qué quieres una cama nido en cada dormitorio? Quítala y, en su lugar, coloca cajones para el almacenaje. Una mecedora que ya no usas Y es que solo ocupa sitio. Y piensas en la de horas que has pasado sentada, meciéndote a ti y a tu peque en ella. ¡Son incontables! Pero tus hijos ya son mayores y el espacio está caro. Piensa en una mamá primeriza a la que puedas regalársela y verás cómo lo agradece. Mueble de salón del año catapún Sí, esos que van de pared a pared, con acabados de maderas nobles y una presencia que se come el salón. Puedes pintarlo con chalk paint (los resultados son alucinantes) o cambiarlo por otro. Piensa que esas maderas tan oscuras absorben toda la luz y hacen que tu salón sea mucho más sombrío. Muebles de jardín estropeados u oxidados Con el tiempo y si no se les aplican los tratamientos adecuados, los muebles de jardín terminan estropeándose. Los de madera se cuartean y les salen grietas, mientras que los de metal se van oxidando y pierden resistencia. Valora si alguno tiene remedio y lo puedes arreglar, si no es así, otros que se van al punto limpio. Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter .