Tu dormitorio es tu refugio. El lugar de la casa en el que descansas cada noche, por lo que es importante cuidar su decoración, no solo para convertirlo en un espacio a tu gusto, sino también para lograr un ambiente sereno que favorezca el relax. Sin embargo, a veces resulta fácil caer en errores decorativos que empobrecen el espacio, haciendo que se vea barato y con poco estilo. Elegir muebles y elementos de tamaño inadecuado, apostar por paletas cromáticas mal escogidas o comprar gangas que no son tales y que al final nos cuestan caras son algunas de las equivocaciones que solemos cometer. Aquí tienes 9 errores que conviene evitar en el dormitorio. ¡Toma nota y no caigas en ellos!

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1.

Usar colores estridentes y chillones

Dormitorio con pared verde y cabecero de madera.

Dormitorio principal con cabecero, con espacio de almacenaje, diseño de Meritxell Ribé. Apliques, de Vibia.

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El dormitorio es un espacio de descanso y, como tal, ha de decorarse con colores serenos y neutros, capaces de favorecer la relajación. Optar por pintar las paredes de un tono demasiado fuerte y estridente no solamente hará que te cueste más dormir, sino que devaluará la decoración del espacio, que se verá mucho menos estiloso. Esto no quiere decir que optemos siempre por el blanco para las paredes. En el dormitorio de la foto se ha pintado la pared del cabecero de color verde oscuro y el resultado no puede ser más elegante. La clave está en elegir tonalidades tranquilas y neutras, y mejor frías, aunque las usemos en sus versiones más oscuras.

2.

Elegir estampados grandes y utilizarlos sin medida

Dormitorio con papel pintado en paredes y techos azul.

Cómoda y papel pintado de Laura Ashley, en Federica&Co.

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Elegir estampados con patrones de tamaño XXL para las superficies amplias del dormitorio, como son paredes, techos, cortinas, etc., solo está justificado en casos contados. La mayoría de las ocasiones termina por hacer que el espacio se vea barato y sin estilo. Si te gusta el papel pintado, por ejemplo, y quieres elegir un modelo estampado, prioriza los tonos neutros y suaves para lograr un efecto menos estridente.

3.

No diseñar la iluminación

Dormitorio con cabecero de obra y apliques.

Dormitorio con aplique modelo Tolomeo, de Artemide.

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O diseñarla mal, que es aún peor. Este es uno de los fallos que puede hacer que nuestro dormitorio se vea barato y poco acogedor. Hay un abanico completo de errores que deberías evitar, desde elegir luminarias demasiado frías y blancas, hasta poner únicamente una lámpara de techo. Las luces intensas y muy frías hacen que el dormitorio parezca desangelado y poco acogedor. Es conveniente optar por luces cálidas, de entre 2.800 y 3.500 °K. Tampoco es conveniente contar solamente con una lámpara de techo. Es mejor contar con varios puntos de luz, como lámparas de sobremesa para las mesillas o apliques en la pared, e instalar reguladores de intensidad para poder bajar o subir las luces según el momento.

4.

Los mejores dormitorios para inspirarte

Los mejores dormitorios para inspirarte

Si te falta inspiración para renovar el dormitorio -más allá del cabecero- esta selección de dormitorios te encantará. Los tienes de todos los estilos: urbanos, rústicos, modernos, minimalistas... ¡Ideales!

5.

Poner muebles demasiado grandes

Dormitorio con cabecero de madera.

Dormitorio principal con butaca, de La Maison. Taburete de cuerda y lámpara de flexo, en Sacum.

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En ocasiones cometemos errores de bulto, por no mantener la cabeza fría y ser razonables. Puede que te hayas enamorado de ese conjunto de muebles de dormitorio que has visto en la tienda, pero si tomas medidas y compruebas que son demasiado grandes para tu habitación, no los compres. Cabecero, mesillas de noche, cómoda, armario... ¡Todo no cabe! El resultado es un dormitorio abarrotado, hostil y con muy poco estilo.

6.

Optar por ropa de cama de dudosa calidad

Dormitorio con ropa de cama amarilla.

Dormitorio principal con cama y mesita de noche, en Muebles Palafurgell. Papel pintado, de Cole & Son.

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No hay nada como deslizarse entre las sábanas de una cama fresca y recién hecha... si estas son de calidad. La ropa de cama es uno de esos elementos en los que merece la pena invertir. Es cierto que el mercado ofrece opciones muy económicas y con diseño, pero por lo general no tienen buena calidad y eso se nota. Es preferible tener dos juegos de sábanas buenos, que muchos malos. A la hora de elegir las sábanas procura que sean de 100% algodón egipcio y que tengan, como mínimo 300 hilos. O pueden ser de lino. La clave está en optar por tejidos naturales, ya que transpiran mejor y son más frescas en verano.

7.

Poner una alfombra muy pequeña

Dormitorio con cabecero capitoné.

Dormitorio, diseño de Calamita. Mesita, de Crisal. Banco de madera antiguo. Alfombra, de Salgueiro. Cortinas, de Lizzo. Colcha, de Zara Home.

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Las alfombras son elementos muy recomendables en el dormitorio, ya que aportan confort en un espacio en el que solemos andar descalzos, amortiguan el sonido de los pasos y, además, añaden estilo a la decoración. Pero para lograr este último punto y no caer en un error debemos saber elegir el tamaño adecuado. Una alfombra de tamaño XXL es una buena idea decorativa, si sobresale un poco por ambos lados y también por la parte de los pies de la cama. Si queda raquítica, mejor no la pongas porque hará que tu dormitorio se vea poco estiloso.

8.

Decorar las paredes con láminas sin personalidad

Dormitorio con ropa de cama blanca y verde.

Dormitorio con cabecero, banqueta tapizada, estor de lino blanco, lámparas de aplique, diseño de Coton et Bois. Láminas, en Carolina Blue. Alfombra, de Papiol. Pintura de las paredes, de MC Pinturas.

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Colgar algún cuadro en las paredes del dormitorio puede ser una buena idea, siempre que no recurras a las típicas láminas sin personalidad que encuentras en cualquier tienda de decoración. No hace falta gastar un dineral y, aunque no seamos dueños de ninguna obra de arte cotizada, existen algunas ideas para decorar las paredes con cuadros que reflejen nuestra forma de ser. Aquí van algunas sugerencias que pueden ayudarte: los dibujos de tus hijos, fotos de familia en color o en blanco y negro (seguro que tienes miles que te encantan), composiciones elegantes, ese póster que tanto te gusta y que encontraste en el mercadillo, un grabado o una lámina especial que esté bien escogida, etc.

9.

Elegir todos los muebles a juego

Dormitorio con muchos elementos antiguos.

Dormitorio principal con cómoda, butaca, espejo y maniquí, antiguos.

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¿Qué necesidad hay de acompañar al cabecero de la cama de las mesillas, la cómoda y  el armario, todo a juego? Ninguna en absoluto. Al final, nuestro dormitorio se parecerá a cualquier otro en el que hayan instalado la misma serie de muebles. No caigas en este error que hará que el espacio parezca barato y le restará todo atisbo de gracia. Mejor combina piezas distintas, de orígenes, acabados y estilos diferentes, siempre siguiendo tu propio instinto decorativo para no caer en mezclas imposibles.

10.

¡Ojo con el desorden!

Dormitorio con banco bajo ventana.

Dormitorio con cabecero, de Interiorismo AC. Espejo, taburete, cesto y cojín a rayas, de Sacum. Lámpara de pie, de Muy Mucho.

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Este es uno de los errores que más se suelen cometer, debido a la dificultad de mantener los espacios ordenados. Sin embargo, por muy estiloso que hayas decorado el dormitorio, si en él reina el caos, se verá muy poco acogedor y cero elegante. Así que, una vez hecho el trabajo decorativo, revisa el equipamiento de los muebles para poder organizar todo lo que tienes que guardar, establece una rutina de limpieza y orden y no te la saltes nunca. Solamente así podrás disfrutar de tu dormitorio soñado.

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