Asun Antó, interiorista, sobre dormitorios rústicos pero modernos: "El cabecero con un estampado floral a juego de las cortinas puede ser el toque perfecto"

En los dormitorios rústicos de montaña, es común encontrar maderas oscuras que, aunque tienen su encanto, pueden hacer que el ambiente se sienta más pesado y anticuado. Asun Antó lo tiene claro: “Lo primero que hay que hacer es cambiar tonos”. ¿Cómo? Si los muebles son de pino, las vigas muy apagadas o los suelos de madera oscura, la clave está en conseguir un tono más claro. Esto se puede lograr lijando la superficie, blanqueándola con agua oxigenada o aplicando un tinte más claro, siempre respetando la veta natural para no perder ese toque rústico.

Una regla de oro para Asun es la siguiente. “Una manera muy fácil de actualizar y dar un giro radical a un dormitorio rústico y mantener siempre techos blancos”, afirma con rotundidad. Este recurso sencillo aporta luminosidad y frescura, además de crear un contraste elegante con la madera natural, creando un lienzo neutro sobre el que trabajar. La clave está en usar un blanco roto suave, evitando acabados satinados o brillantes para mantener el carácter rústico

Si el cabezal es de madera y queremos darle un aire más actual, Asun nos cuenta que una opción efectiva es tapizarlo. "Un textil en tonos neutros o con un estampado floral a juego de las cortinas puede ser el toque perfecto para suavizarlo sin perder su carácter rústico", explica.

Si las mesitas de noche son de madera oscura o han quedado desfasadas, Asun recomienda darles una nueva vida con pintura: “Yo últimamente lo que hago mucho es pintar el mobiliario igual que la pared. Si hemos optado por un tono arena, por ejemplo, podemos dar una segunda vida a esas mesitas pintándolas en el mismo tono, logrando un conjunto armonioso y sin estridencias, focalizando la atención en otros elementos como la cama o el cabezal", explica.

En cuanto a los textiles, Asun apuesta por tejidos frescos y ligeros: “Lo ideal es huir de mantas y edredones de asco grueso y pesado y apostar por textiles frescos. En cuanto a la paleta de color, se pueden combinar lisos sutiles y visualmente acogedores con flores, cuadros o rayas, pero sin pasarnos ni caer en el exceso con estos estampados”. Esta combinación aporta un aire renovado sin perder el encanto rústico.

Si los cortinajes son antiguos y pesados estarán restando luz y modernidad al dormitorio. De ahí que la solución sea clara (y facilísima): “Cámbialos por linos y cortinas ligeras. ¿El toque estiloso? que lleguen hasta el suelo”. Esta elección es mágica, como una bocanada de aire que refresca el ambiente en cuestión de segundos y permite que la luz natural inunde la estancia.

La alfombra es el último toque y puede marcar la diferencia. “Un dormitorio campestre se puede actualizar con una alfombra que no sea la típica rústica. Hay muchísimas opciones”, sugiere Asun. Un modelo tipo kilim para meter color, una alfombra gruesa de lana, una de nudos, de pelo largo... el caso es aportar textura sin recargar.

Asun incide en la importancia de actualizar la iluminación del dormitorio rústico, ya que es probable que se haya quedado obsoleta y, además de notarlo en la factura de la luz, seguramente nos esté dando una sensación tenebrosa y abigarrada. "Podemos optar por cambiar bombillas amarillas por otras de luz cálida o más neutra. Incluso, añadir algún punto de luz extra para destacar zonas concretas del dormitorio, como el cabecero o una butaca de lectura", explica.

Otro recurso sencillo para actualizar el dormitorio es sustituir las lámparas de sobremesa por apliques. “Colgar apliques sobre las mesitas de noche también le puede dar un toque actual”, comenta Asun. "Además, liberamos espacio en las mesitas, descargamos el ambiente y le damos un punto actual optando por modelos minimalistas o con acabados en negro mate o dorado envejecido".