Quien tiene un pueblo tiene un tesoro. Sobre todo, cuando llega el verano y se vuelven a llenar de vida. Las casas rústicas toman protagonismo en la temporada estival, con sus vigas de madera y sus muros de piedra, que las convierten en refugio frente a las altas temperaturas. ¡Qué placer dormir al fresquito cada noche!

De ahí que las habitaciones adquieran relevancia durante esta nueva temporada que acabamos de estrenar. Pero, ¿qué encontramos en un dormitorio de pueblo? No falta la ropa de cama mullida, las mantitas “por si acaso” y unas buenas alfombras a ambos lados de la cama. En los dormitorios de pueblo no faltan las sillas de madera, los detalles de forja, los grandes armarios, las ventanas con vistas y alguna que otra chimenea. La luz natural entra por el día y las luces cálidas se encienden al caer la noche. Ahí afuera, solo el canto de las chicharras y el arrullo de la brisa colándose suave entre las cortinas. Estos espacios respiran encanto campestre, invitándonos a parar el reloj y vivir un verano sin prisa.

Desde El Mueble te invitamos a soñar en estos 10 dormitorios muy El Mueble con sabor a pueblo y a casita de campo.