Antes y después: de piso cerrado a piso con salón cocina abiertos y trucos de almacenaje (con plano)

Iba a ser la primera vivienda de una pareja joven de Bizkaia que se encontró con un gran problema: su distribución, no se adaptaba a sus necesidades. Soñaban con una casa más amplia, cálida, espaciosa... Y, gracias a las ideas de IN56 interiorismo, ¡la consiguieron! ¿Por dónde empezaron?

Una de las prioridades fue ganar espacio de almacenaje. Así que aprovecharon la entrada al salón para integrar armarios empotrados y "esconder" la puerta de acceso a la zona de noche. ¿Otro truco? "El banco que hace de mueble de TV da sentido a la mesa de centro extensible, ya que se puede elevar y abrir para crear un comedor extra para invitados", explican desde el estudio. 

Al lado de la entrada principal, se encontraba la cocina. Era un espacio cerrado y el mobiliario pedía a gritos un cambio. De modo que optaron por renovarla e integrarla en una sola zona común más amplia y funcional. ¿Adivinas qué hicieron?

Abrieron la cocina al salón y crearon una gran isla alargada para separar los espacios. Adaptaron uno de los extremos para que funcionara como mesa y completaron el diseño con cuatro taburetes de Inclass, ¡súper estilosos!

Según cuentan, "la combinación de los colores naranjas, burdeos y amarillos recuerdan al valle de Butrón, presente en todas las estancias" y que da nombre al proyecto, bautizado como "casa Valle". 

Los dormitorios eran sosos y estaban desaprovechados. Tenían mucha luz, pero les faltaba vidilla. ¡Había que ponerles solución ya!

En el dormitorio principal, aprovecharon la pared de la cama con "un diseño de listones de roble, que integra el cabecero con los apliques y las mesitas de noche", cuentan desde IN56 interiorismo. Esto ya es otra cosa, ¿verdad? Todo un acierto.

¿Su apuesta? "Optamos por colocar una cerámica imitación madera en la pared principal y escogimos otra, más neutra, para el resto de paredes y suelo", añaden los interioristas. ¡Vaya cambio!

La distribución original no se adaptaba a las necesidades de sus nuevos habitantes. Las zonas comunes eran poco amplias y luminosas y faltaba una conexión más funcional entre ellas. 

Se remodeló por completo para adaptarse a sus requisitos del día a día. Al abrir algunas de las estancias principales, como el salón con la cocina, se ganó luz y coherencia en el diseño. ¡Ahora todo encaja!