Los pisos heredados tienen un aura especial, tal y como vemos en esta vivienda de Pasajes (Guipúzcoa). Ahora pertenece a una joven pareja que soñaba con reformar esta casa ¡y salir en El Mueble! “La clienta y su madre coleccionaban la revista de toda la vida, incluso guardaban ejemplares amarillentos. Es una auténtica fan de El Mueble y fue realmente bonito trabajar para ellos”, revela Natalia Zubizarreta, la interiorista que llevó a cabo esta espectacular reforma.

Confiaron al 200% en el criterio de esta profesional, que les entregó la vivienda por sorpresa. “Para ellos, este hogar era cumplir un sueño y recoger el esfuerzo de muchos años de trabajo”, explica. Y es que pasaron de vivir en un cuarto piso muy pequeño y sin ascensor a disfrutar de un hogar de 67 metros cuadrados con vistas al mar, cómodo y muy bien aprovechado. “A pesar de ser un piso pequeño tiene mucho encanto, porque tiene mucha luz y unas vistas espectaculares”, asegura Zubizarreta, que nos cuenta todos los detalles de esta bonita reforma.

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1.

Antes: un salón oscuro y mal distribuido

Salón con chimenea, sofá, butaca tapizada y butaca de mimbre.

En el antiguo salón, la chimenea impedía una distribución correcta.

Natalia Zubizarreta Interiorismo

La diferencia es abismal. Antes, en el salón existía una chimenea que no permitía una correcta distribución del mobiliario ni una adecuada circulación entre los espacios. Al suprimirla, se abrió un mundo de posibilidades. Los muebles y los textiles eran oscuros y anticuados, por lo que se buscó la luz en los tonos neutros y un ambiente menos recargado con muebles más ligeros, como un sofá con patas que no estuviera a ras de suelo y unas butacas más modernas.

2.

Después: un salón cálido y acogedor en tonos neutros

Salón con sofá tapizado en beige, dos butacas de madera y canage y librería de madera en tonos neutros.

Un salón muy luminoso con varios ambientes.

Felipe Scheffel

La casa entera se fundió en una gama de tonos beige cálidos y muy luminosos que aportan uniformidad, armonía, orden y sensación de mayor amplitud, tal y como podemos ver en el salón. Esta estancia rectangular tiene varios ambientes bien diferenciados con soluciones ingeniosas. “Lo primordial en un piso tan pequeño era aprovechar al máximo es espacio. Hicimos un profundo estudio de distribución y adaptamos la vivienda a la distribución que necesitaba”, puntualiza la interiorista.

La zona de estar, por ejemplo, está presidida por un sofá tapizado en beige y dos butacas enfrentadas con estructura de madera y canage. Enfrente, una librería a medida con zona de almacenaje y espacio para la televisión que da paso a diferentes ambientes.

3.

Después: una correcta distribución (más amplia y luminosa)

Sofá beige, butaca y mesita de centro de madera y lámpara de pie negra.

Una pared liberada para hacer más confortable la zona de estar.

Felipe Scheffel

Como vemos, en la pared donde antes había una chimenea, ahora reposa un sofá tapizado en beige con capacidad para tres personas, una moderna lámpara de pie y un cuadro que sigue las mismas tonalidades del resto de la estancia. Pensando en sacar el mayor partido a cada rincón y a cada solución, la mesita de centro también dispone de almacenaje y, a pesar de ser contundente y de madera, se ha elegido de color blanco para aligerar el peso visual.

4.

Antes: un pasillo largo y angosto muy mal iluminado

Pasillo con suelos de madera y paredes de gotelé.

Los tonos del suelo y la pared, junto con la mala iluminación, daban sensación de penumbra.

Natalia Zubizarreta Interiorismo

En esta imagen vemos el largo pasillo con paredes de gotelé a través del cual se llegaba a las distintas estancias, con el salón al fondo del todo. Como vemos, tenía una iluminación incorrecta que producía sombras nada uniformes y un suelo de madera oscura que potenciaba esa sensación de penumbra.

5.

Después: un pasillo más claro y luminoso

Un pasillo con suelos de madera clara y paredes blancas.

Un pasillo con suelos de madera clara y paredes blancas.

Felipe Scheffel

Aunque no lo creas, esta imagen es el final del pasillo que veíamos anteriormente y que desemboca en el salón. Las fotografías hablan por sí solas y podemos ver que cada estancia es prácticamente una continuación de la otra. La uniformidad en tonos y materiales ha sido una de las claves de esta reforma. También se han cambiado los marcos de las puertas por un diseño mucho más liso y minimalista.

6.

Antes: un comedor que hubo que suprimir

Comedor con mesa redonda, sillas de madera y mueble oscuro con baldas y almacenaje

El comedor de la casa era una zona oscura y anticuada.

Natalia Zubizarreta Interiorismo

“Lo único que los propietarios no querían era sacrificar un espacio de comedor para el día a día, ya que no lo usaban”, explica Natalia. En su lugar, decidieron convertir este ambiente de comedor oscuro y anticuado que forma parte del salón en un rincón de lectura. ¿Quieres ver el resultado? ¡Atento a la siguiente imagen!

7.

Después: una acogedora zona de lectura

Zona de lectura con butaca, puff, alacena y mesita.

Una zona de lectura con una mesa de comedor extensible.

Felipe Scheffel

¡El cambio es impresionante! Como vemos, se ha creado un apacible rincón de lectura presidido por una alacena de madera y una butaca retapizada con valor emocional que conservaron de la antigua casa. La mesa negra que se sitúa debajo de la ventana es extensible, por lo que, si fuera necesario, puede dar servicio de comedor. Sin embargo, para el día a día está recogida y no ocupa espacio, tal y como querían sus propietarios.

8.

Antes: una cocina anticuada y sin aprovechar

Una cocina con azulejos antiguos y muebles de color blanco.

La cocina tenía una estética muy antigua y se le dio un completo lavado de cara.

Natalia Zubizarreta Interiorismo

Esta cocina tiene una estética típica de los años 70 y nunca había sufrido ninguna remodelación, por lo que había que darle un lavado de cara completo, modernizarla, adaptarla a las necesidades de esta familia e igualar el diseño al resto de la casa para crear esa continuidad que estaban buscando con el salón. ¡Atención al cambio! (siguiente imagen).

9.

Después: una cocina coqueta abierta al salón

Una cocina separada del salón por una puerta corredera de cristal y aluminio

La cocina y el salón se separan por una puerta corredera de cristal y aluminio.

Felipe Scheffel

"La cocina se divide del salón con un cerramiento de cristal y aluminio, a medida, que aporta amplitud y entrada de luz natural y a la vez aísla de ruidos y de olores", nos explica Natalia Zubizarreta. Desde este ángulo, se puede apreciar mejor la distribución completa del salón, con la zona de lectura al fondo, seguida de la zona de descanso y, por último, la cocina.

10.

Después: una cocina cómoda y funcional

Una cocina en tonos neutros cómoda y funcional.

La cocina en tonos neutros es una continuidad del salón.

Felipe Scheffel

“En la cocina optamos por muebles blancos para aportar luz, amplitud y líneas rectas que fueran modernas y no cansaran”, asegura la interiorista. La encimera y el entrepaño es de porcelánico efecto madera natural, lo que equilibra la frialdad de unos muebles tan asépticos, pero con las ventajas del porcelánico resistente a manchas, cortes y calor.

11.

Después: un office monísimo para uso diario

Office con mesa redonda con sillas y banco.

El espacio se aprovecha de tal manera que se pudo sacar una pequeña mesa.

Felipe Scheffel

La cocina era pequeña, pero se consiguió “estirar” para que cupiera una pequeña mesa de uso diario que hace de office. En esta estancia, a diferencia del resto que han utilizado un suelo laminado, se ha puesto un pavimento porcelánico efecto piedra natural porque los clientes eran muy cuidadosos con el tema de la limpieza. “Nada como una baldosa para poder fregarlo mucho”, reconoce.

12.

Antes: un dormitorio doble sin gracia

Un dormitorio con dos camas y cabecero de madera oscuro.

De dormitorio sin gracia a habitación de ensueño.

Natalia Zubizarreta Interiorismo

En esta imagen vemos un dormitorio con dos camas que comparten un escueto cabecero de madera oscura y aspecto anticuado. Es una habitación sin una decoración rebuscada y con soluciones de distribución y almacenaje muy básicas y escasas. ¿Cómo consiguió Natalia Zubizarreta darle un giro de 180 grados? ¡Lo vemos!

13.

Después: un dormitorio cálido de revista

Dormitorio con cama grande, armario empotrado y papel pintado.

El dormitorio es cálido y acogedor.

Felipe Scheffel

El dormitorio es sencillo y no se ha cambiado la distribución inicial, respetando la zona donde iba el cabecero de cama y el armario de almacenaje que está junto a la ventana, al que también se le ha hecho un lavado de cara.

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Después: la importancia de los detalles

Cama con cabecero a medida y papel pintado de espiga.

Un dormitorio con cabecero hecho a medida y papel pintado de espiga en uno de los frentes

Felipe Scheffel

El punto decorativo del dormitorio está en la pared del cabecero, donde se ha elegido un atemporal papel pintado de espiga en uno de los frentes. El cabecero, por su parte, está hecho a medida con unos tonos coordinados con los textiles y con los apliques.

15.

Antes: un baño sin personalidad

Baño con mueble de lavabo, ducha y azulejos en tonos tierra.

Le faltaba cáracter y soluciones de almacenaje.

Cortesía Natalia Zubizarreta

Inicialmente, Natalia Zubizarreta se encontró un baño que no estaba en malas condiciones, pero que necesitaba un toque de personalidad y algo más de almacenaje. A base de detalles y buenas ideas se puede conseguir un cambio radical.

16.

Después: un baño cálido con mucho almacenaje

Un baño con plato de ducha y zona de lavabo en madera y papel vinílico.

En el baño se utilizó papel vinílico y materiales que aportaban calidez.

Felipe Scheffel

“Como solo era necesario un baño, lo hicimos amplio, cómodo y con un buen tamaño de ducha. Trabajamos hasta el último detalle, combinando varios materiales que aportaban carácter y calidez”, explica Natalia. En la zona de lavabo se optó por un azulejo blanco de estilo rústico, rematado con una moldura de roble a medida y papel vinílico resistente a la humedad y a la limpieza.

“En el resto del baño instalamos un azulejo porcelánico con efecto piedra natural muy neutro y sin muchas juntas”, puntualiza. Las pantallas de los apliques se hicieron a medida y se instaló una columna de almacenamiento extra en madera de roble, el mismo material del que está hecho el mueble del lavabo.

17.

Después: una habitación multiusos práctica y atemporal

Habitación con sofá cama y zona de trabajo.

Habitación con sofá cama y zona de trabajo.

Felipe Scheffel

Uno de los cambios más prácticos que logró Natalia Zubizarreta fue sacar una habitación multiusos que lo mismo sirviera para teletrabajar que como dormitorio de invitados, ya que cuenta con un sofá cama y un armario. Era una estancia que estaba pegada al salón, por lo que “para que no quedara totalmente aislada del resto de la vivienda, instalamos una ventana fija con un marco acristalado y una cortina veneciana que permite la entrada de luz y visibilidad cuando está abierta y da privacidad cuando está cerrada. Además, es muy decorativa”, asegura.

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