Las cocinas blancas tienen miles de fans por su luminosidad, su versatilidad y lo bien que combinan con (casi) todo. En cambio, las cocinas de color seducen por su personalidad, su calidez y ese punto de "wow" que tanto nos gusta enseñar en Instagram. Pero claro, ¿cuál es la mejor opción cuando hablamos de metros escasos, manchas traicioneras y tendencias que van y vienen? Para aclarar ideas, la interiorista Paula Duarte nos ayuda a desgranar los pros y contras de cada una.