En estas 20 casas es primavera todo el año, ¿nos inspiramos en ellas para copiarlas?

El porche de esta planta baja es (casi) inmune a las estaciones. Al estar techado, está protegido de las inclemencias climatológicas, y el blanco que lo envuelve lo hace fresquito durante los meses calurosos y muy luminoso y acogedor durante los más fríos del año. La apuesta por las fibras, en mobiliario, alfombra y complementos, le dan un plus de confort visual.  

Con esta impresionante alfombra, en este salón ¡la primavera es eterna! La decoradora Marta Prats optó por una decoración de base neutra, dominada por los blancos, las maderas y las fibras, para que nada compitiera con la alfombra, una pieza de herencia. Los cojines decorativos se eligieron en sintonía con los colores de la alfombra, creando un salón primaveral y alegre. No te pierdas el resto de la casa.  

¿Cómo se hace eso en Madrid? Con una casa en las afueras, con jardín (claro está), pero también con papeles pintados con temas campestres y tonos verdosos, azulados y blancos, textiles coloridos y cómo no, ¡muchas flores! ¿Quieres ver el resto de espacios de esta casa? 

Viendo esta casa podríamos pensar que está en las afueras, y nada más lejos de la realidad. Situada en Barcelona, es un oasis urbano, con un porche que es a partir de la primavera cuando se le empieza a sacar partido hasta bien entrado el invierno. Mucho verde y alfombras, para matizar la frialdad del suelo cerámico, y esas divertidas sillas colgantes "crean una estampa muy mediterránea y bucólica", recuerda la decoradora y estilista de El Mueble Sol van Dorssen, responsable del proyecto de interiorismo.  

Viendo este salón bien podríamos pensar que estamos en una casa de vacaciones en pleno campo. ¡Y nada más lejos de la realidad! El look relajado, fresquito, ligero y con un matiz campestre convierten a esta vivienda en un oasis de paz. 

Esta es la casa de la decoradora Marta Tobella y toda ella es una invitación al relax y al dolce far niente. Muy blanquita, con un suelo de toba y un exterior con vocación de patio marroquí, es durante la primavera y el verano cuando se disfruta más y mejor de ella. 

Barbara y su familia vivían en Holanda. ¡Estaban hartos del clima! Fueron de pueblo en pueblo en busca de materiales, hasta dar con las puertas, los suelos de barro, las baldosas hidráulicas y los muebles que pusieran la alegría y la calidez ¡los 365 días en sus vidas! ¡Descúbrela mejor!

Si hay una estación que le sienta de maravilla a este ático barcelonés esta es la primavera. Y es que es entonces cuando sus dos terrazas, una a cada lado del salón, se convierten en protagonistas de la zona de día, inundando de color, aromas y mucho verde el salón.

Esta casa parece sacada de la campiña británica y no es casual, ya que la propietaria quería su casita de campo sin ser rústica. La presencia de mucho verde, en las abundantes plantas naturales, y los textiles, como los puffs, la alfombra del estar o los cojines decorativos, junto con los estampados florales crean una estampa muy natural y primaveral.  

Gracias a una reforma integral llevada a cabo por el arquitecto Javier de la Colina y las decoradoras Isabel Flores y Nuria Almansa, este dúplex madrileño que era pequeñito y donde la luz parecía darle esquinazo se transformó en una caja de luz. De hecho, las decoradores apostaron por una decoración fresca y ligera, con tonos claros y mucho "verde", ya sea con plantas naturales o a modo de motivos en los cuadros. Un guiño a esa primavera que parece haberse instalado eternamente en este pequeño pero bien resuelto piso.

De todas las estancias de este piso barcelonés, el salón es, sin duda, la que respira un look más primaveral. Por la luz, que entra a raudales por la galería, y por la decoración. ¿Te has fijado en la alfombra? Nos recuerda la hierba recién cortada. Si a este "efecto campo" le sumamos los cuadros con motivos vegetales, los cojines y las plantas naturales, el conjunto no podría ser más primaveral.  

Ni es una casa, ni está en el campo. Sino un dúplex y en plena ciudad de Barcelona. Y aunque todo el piso respira un aire muy mediterráneo, es la terraza la que parece una estampa primaveral. Sus toldos de esparto y las vistas de los árboles lo convierten en un disfrute cuando llega la primavera.  

Unas tristes oficinas dieron paso a este piso amplio y luminoso, que mira a un jardín, pintado de blanco y con muebles muy sencillos. ¿Su rincón más primaveral? La cocina comecor, llena de plantas, materiales naturales y el parque vecino colándose por las ventanas...

Carmen Tarazona es pintora, madre, mujer, ¡y lectora de El Mueble! Entramos en su casa, un hogar muy femenino lleno de telas, tapices, floreros... trucos que había encontrado en nuestra revista, y un coqueto balcón lleno de plantas que deja ver los árboles que rodean la vivienda.

Arancha puso papeles pintados e hizo que el color verde agua esté presente en toda la casa, como un discreto hilo conductor. Apunta la lección: cojines y papel pintado, dos aliados primaverales para todo el año. Mira el resto de la casa.

Esta no es una casa de campo de manual. No está llena de muebles rústicos oscuros, ¡ni siquiera de cestos! ¿Su clave? Colores suaves (las telas son verdes, azules y rosas, primaverales pero no chillonas) y esa dosis de alegría que ponen las flores, las plantas, el jardín, y los textiles naturales...

En el que fue el hogar de Tom Sharpe no falta el color todo el año. Está en los detalles frescos de madera y lino, en esas delicadas telas antiguas florales, en los muebles de mimbre, y en los toques de papel pintado. ¡No te pierdas la casa al detalle!

¿Las claves de una casa clásica que lograron que sin embargo quedara fresquita? La terraza y los espacios abiertos ayudan, pero el toque especial lo ponen los textiles, florales y alegres, las plantas y flores ¡por todas partes! y los colores, vitales. Descubre toda la casa. 

Aquí vive una familia con seis hijos, con un gran porche para disfrutar todos juntos. Las ramitas de olivo, las flores, las cestas, ese olor a lavanda... hacen que nos preguntemos si esto es la Provenza. Pero no, es L'Empordà, y en sus paredes es siempre primavera. ¿No nos crees? Paséate por la casa y descúbrelo. 

Un viejo almacén es ahora estel encantador hogar. Espacios abiertos y luminosos (que parecen más grandes), la terraza donde Marta cuida sus plantas todo el año y una buena dosis de flores, materiales naturales, cestos y jarrones, claro, muchos jarrones..