Construir algo parecido a este refugio mediterráneo perfecto sería imposible hoy: la Ley de Costas convierte en un verdadero tesoro cada uno de los 51 metros cuadrados de este apartamento en primera línea de playa en la Costa Brava. Si encima viene con otros 31 de terraza y con la posibilidad de ganar una habitación en el altillo (por el hecho de estar en la última planta del edificio), el valor es incalculable. La familia propietaria de esta joya eligió al estudio Xmasarquitectura para reformar este ático de los años 70, que lo llenó de bellas y buenas ideas, como un refrescante suelo de microcemento del suelo.

Estancias
Pérgolas para terraza y jardín: la cubierta perfecta
Pero sin duda nuestra solución favorita es la escalera del salón, que empieza como banco de roble (que sirve para sentarse en el comedor) y continúa en hierro pintado de blanco. "No llega hasta abajo porque queríamos que ocupara lo menos posible”, explica la interiorista Sonia Badia. Era necesaria la escalera porque añadieron una nueva habitación para los niños en el altillo. “Bajo el tejado, instalamos el aislante Airbur para preservar la climatización y cubrimos el techo con un entrevigado cerámico pintado de blanco”, concluye la interiorista.