La llegada de su primer bebé hace 4 años empujó a Nuria y Gabriel a buscar una casa más grande, soleada... ¿Y por qué no? Con jardín y piscina. Hasta que dieron con esta vivienda unifamiliar a 15 km de Barcelona. "Al entrar me quedé aturdida. Tenía un look muy antiguo, con mucha moldura, paredes amarillas, puertas oscuras... Pero vimos que tenía potencial, así que nos animamos a reformarla", cuenta la propietaria. Para el cambio llamaron a la interiorista Marta Prats. "Me gusta su estilo, cálido y atemporal. Más clásico que moderno. Confié plenamente en ella". ¡Y este es el resultado!

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1.

El porche coqueto

Porche con salón con muebles de fibra, alfombra de yute, olivo, plantas, cojines blancos y azul a cuadros.

Cojines, de Natura Casa, Filocolore y Libeco. Alfombra, de Coton et Bois.

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A los propietarios les encantó el porche tan coqueto con sus arcos. Un escenario perfecto para colocar en él un salón exterior. "Lo pintamos en tonos neutros y lo amueblamos con piezas de fibra y textiles de cuadros. En blanco, beige y azul, le dan un toque fresco y desenfadado", cuenta la interiorista.

2.

El recibidor de altura

Recibidor con mueble de madera, lámparas portátiles, lámparas de mesa con pantalla de tela, flores amarillas, escalera blanca.

Consola, de MasB Barcelona. Lámparas, de La Onírica. Mimosas, de FlowerShop.

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Se ha equipado con una consola de madera decorada con cestas y lámparas. Pero lo que realmente llama la atención del recibidor es su altura. "Forramos de DM la pared que abarca las dos plantas y la pintamos en el mismo tono piedra luminoso que recorre toda la casa", cuenta Marta Prats. "También lacamos la escalera y cubrimos con estores de lino la imponente cristalera de pavés", añade.

3.

El salón comparte espacio con el comedor

Salón comedor con sofá esquinero blanco, cojín verde, azul y a cuadros, plantas, mesas de centro redondas de madera, flores, alfombra verde.

Sofá, de Gems. Cojines, de Teixidors, Filocolore y Güell-Lamadrid. Mesas de centro, de Coton et Bois. Alfombra, de Francisco Cumellas.

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Para el salón se eligió un sofá esquinero en un tono claro con textiles en verde y azul. Las dos mesas nido redondas le dan dinamismo. Al fondo, se dispuso el comedor que comparte vistas al jardín con el salón. "Aquí también cambiamos el suelo por uno de madera laminada, cálido y muy práctico cuando hay niños", explica Marta.

4.

Un mueble con chimenea y librería

Salón con chimenea y librería de obra, mesas de centro de madera redondas, alfombra verde, sofá blanco con textil azul y verde, cortinas blancas.

Espejo, en Coton et Bois. Cuadros, de Merc & Cía. Cortinas, de Interestor.

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En la pared frente al sofá había unas molduras muy barrocas que desaparecieron. La interiorista diseñó un mueble con chimenea, aprovechando el tiro, y zonas de almacenaje, a modo de librería.

5.

El comedor con vistas

Comedor con mesa rectangular y sillas tapizadas beige, lámpara de techo, salida al jardín con cortinas blancas.

Mesa, de El Corte Inglés. Sillas modelo Lequeitio, de Becara. Lámparas, de Peralta Vidavi. Mantel, de Filocolore.

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Detrás del sofá se colocó el comedor con una mesa de madera rectangular y sillas tapizadas en beige decoradas con tachuelas. Para iluminar los platos, se suspendieron dos lámparas idénticas de factura artesanal a la altura justa.

6.

Un vano conecta con la cocina

Salón comedor con sofá esquinero blanco, cojín verde, azul y a cuadros, plantas, mesas de centro redondas de madera, vitrina, alfombra verde.

Vajillero, de Crisal. Al fondo, espejo, de Antique Boutique. Planta alta, de Elia Garden. Suelo, de Quick-Step.

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Junto a la mesa del comedor, dejando atrás el espectacular mueble vajillero, se encuentra el paso a la cocina. "Antes había una puertecita, así que abrimos un vano amplio, más cómodo y que deja pasar más luz", apunta Marta.

7.

El office original y muy acogedor

Office con banco y sillas de madera blanca, pared empapelada, ventana con estor y lámpara de techo, suelo de parquet.

Mesa y banco, de Cubic Cuines. Sillas, de Mas B. Barcelona. Papel pintado, de La Maison. Lámpara, de Ineslam.

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Nada más atravesar el vano, se dispuso el office "con arrimadero lacado, un banco bajo la ventana y un original papel pintado botánico". Frente a él la cocina. 

8.

La cocina alargada y con península

Cocina con office, muebles color blanco, alfombra de yute, extractor de obra, pared empapelada, ventana con estor y lámpara de techo, suelo laminado.

Mobiliario, de Cubic Cuines. Apliques, de Ineslam. Alfombra, en Coton et Bois.

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La cocina tiene toques muy personales. Se equipó con muebles blancos alistonados y con cuarterones. "Hicimos una península para evitar esa forma de tubo", explica la interiorista.

9.

El dormitorio principal con cabecero en capitoné

Dormitorio principal con pared empapelada, suelo de madera y alfombra.

Cabecero, de TC Collection. Papel pintado, en La Maison. Banco, de Maisons du Monde. Alfombra, de Benuta.

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Es la estancia que menos cambió. Con un papel pintado gris, un cabecero en capitoné, una alfombra con textura y piezas de toque clásico rejuveneció por completo.

10.

El vestidor y el baño en suite

Dormitorio principal con baño, espejo grande, cómoda de madera envejecida, lámpara de mesa de madera, lámpara de techo clásica, cuadro, suelo de madera y puf tapizado.

Cómoda, de Crisal. Espejo y puf, de Maisons du Monde. Cuadro de Farrés Martí y lámpara, en Coton et Bois.

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A los pies de la cama se colocó en la pared un espejo en la zona de vestidor. Una cómoda completa el mobiliario. "Me hubiera gustado ampliar el vestidor y reformar el baño, pero se quedó pendiente. Ojalá que el bebé que esperamos ahora, venga con más cambios", afirma Nuria, la propietaria. ¡Los esperamos con ganas!

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