Check list de una casa perfecta en cuarentena

Ya sabes que el abastecimiento está asegurado, por eso no hace falta que compres cantidades ingentes de comida. Según se vayan acabando productos, apúntalos en una lista o en el móvil y sal una vez a la semana a comprar. Procura que no falten legumbres (aliadas estrellas durante la cuarentena), cereales, frutos secos y conservas de pescado, en el grupo de alimentos no perecederos. Y verduras de colores distintos, frutas (3 tipos distintos), lácteos (leche y yogures) y huevos dentro del grupo de alimentos perecederos. ¡Y conseguirás llenar el carro con cabeza!

Son días con menos actividad de lo normal para ti y los tuyos, por eso a la hora de las comidas preparad menús sanos basados en la dieta mediterránea, en los que no falten la fruta y la verdura. Procurad no caer en el picoteo, y si os asalta la tentación, inclinaos por tomar un puñado de frutos secos que sacían y os llenarán de energía. ¡Ojo con las chuches y la bollería industrial en los niños! Chuches sí, en ocasiones y controladas, y en cuanto a la bollería, un bizcocho casero hecho entre todos os sabrá mucho mejor.

¿Echas de menos tu sesión de cardio en el gimnasio, montar en bici o tu hora de running? Por la mañana nada más levantaros o por la tarde para hacerla más amena, convoca a toda la familia en el salón, la terraza o el jardín y practicar en grupo unas tablas de ejercicios de estiramientos de pie y sentados, pequeños saltos y alguna carrera por el pasillo. Cada uno, a su ritmo. Otra buena opción es subir y bajar las escaleras de casa, sin tocar la barandilla, varias veces al día y de uno en uno. Por la noche, antes de acostaros, os vendrán bien unos ejercicios de yoga y meditación para relajaros y dormir a pierna suelta.

Hacer entre todos los miembros de la casa una playlist con esas canciones marchosas que con solo escucharlas os suben el ánimo a tope. ¿Una ayuda? I'm Survive, de Gloria Gaynor; Vivir sin miedo, de Rosana; Viva la vida, de Coldplay; Better days, de Bruce Springsteen; We will rock you y We are the Champions, de Queen; Mamma Mia, de Abba; Dramas y comedias, de Fangoria y, por supuesto, para finalizar la nueva versión del Resistiré, del Dúo Dinámico que han hecho varios artistas. Poneroslas una vez al día, mientras limpiáis, cocináis o tras vuestros aplausos de las 20h. ¡Será un chute de energía!

Si siempre te has quejado de no tener tiempo para leer, ahora es el momento. Elige novelas clásicas de gran envergadura como Ulises, de James Joyce, El Quijote, de Cervantes o En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust. O redescubre los ensayos, de Saramago y la poesía, de la mano de Benedetti o del artista cubano Alexis Valdés y su poema Esperanza. Para niños y adolescentes, las sagas de Harry Potter, Los juegos del hambre o El señor de los anillos les entretendrán de lo lindo. ¡Y para las amantes del orden y el Feng shui también hay!

Aprovecha estos días para ir organizando armarios, trasteros, hacer el cambio de tu ropa y la de los niños, ordenar papeles... pero sin volverte loca. Con tranquilidad, poco a poco, eligiendo días alternos para no cansarte demasiado. Implica a todos los miembros de la casa a que ordenen sus cosas. Trabajar en equipo os ayudará a mantener la casa limpia y ordenada fácilmente.

La limpieza que antes hacías semanal ahora se ha convertido en diaria porque además de ordenar la casa debes de prestar mayor atención a estancias como la cocina y el baño que más que nunca exigen una limpieza y desinfección exhaustiva con lejía o vinagre rebajado en agua. No te olvides de desinfectar bien aquellas zonas de contacto común, como pomos, tiradores, interruptores de luz...

Te habrás dado cuenta de que pones la lavadora con menos asiduidad que antes. ¡Es normal! Con el chándal puesto todo el día y sin salir de casa apenas, la ropa se ensucia menos. Para ahorrar agua y luz, procura llenar la lavadora antes de ponerla. Y si, por desgracia, hay algún miembro en cuarentena porque ha pasado la enfermedad o cree que puede tener el virus al presentar síntomas leves, acuérdate de lavar su ropa aparte a 60 ºC.

Sí, es verdad que durante mucho tiempo nos han recomendado que no hacía falta usar mascarillas si estábamos sanos pero como es algo que no sabemos porque podemos tener el virus y ser asintomáticos, lo mejor es que si sales a la calle a comprar o a pasear al perro, vayas con mascarilla. Como en las farmacias las que hay las reservan para personal sanitario y enfermos que realmente las necesitan más, háztela en casa o simplemente cúbrete la nariz y la boca con una bufanda, pañuelo o braga hasta que haya existencias para todos. ¡Por tu bien y el de los demás!

Tu casa se ha convertido durante estos días en un centro de trabajo o de estudio donde todos los miembros de la casa realizáis alguna actividad profesional. Si los niños son mayores, buscar diferentes espacios para que la concentración sea máxima. Si son pequeños, quedaos un adulto con ellos podéis ser uno de vosotros o un hermano más mayor. Elegir una zona con buena iluminación, poner un horario de comienzo y finalización de jornada y ventilar la zona a diario, antes y después de terminar vuestras tareas. ¡Ahhhh y dejarlo todo ordenado! Al día siguiente, lo agradeceréis.

Mira tú por dónde te vas a poner al día de tus series favoritas durante estos días de confinamiento: La casa de papel, Sucession, Euphoria, Jane the Virgin, Día a día... O requetemirar las distintas temporadas de Friends, Arriba y abajo, Retorno a Brideshead, Los Roper... Pero si lo que queréis en sentaros frente al televisor en familia entonces anota estos títulos: Perdidos en el espacio, Stranger Things, Enredados, El Príncipe de Bel Air o El Ministerio del tiempo os harán pasar momentos inolvidables.

Si tus hijos te han dejado caer alguna vez el poco tiempo que compartís juntos, ahora es momento de resarcirse. Aprovechar para pasar con ellos el mayor tiempo posible, sacando esos juegos de mesa que hace tanto tiempo reposan en el salón, enseñadles cómo os divertíais vosotros cuando erais pequeños, con las chapas, las canicas o los recortables. O pintando en una hoja de papel unos rectángulos que semejaban barcos, ¿te acuerdas de lo de tocado y hundido? O aquello de apuntar en un folio una comida, un país, un nombre, un animal… Pensar una letra ¡y a ver quién es el primero que termina! O, si quieres, también los puedes iniciar en el orden...

Además de pensar en nosotros y en nuestra familia, si de algo está sirviendo esta cuarentena es para volvernos más solidarios, para conocer mejor al vecino de abajo con el que nos hemos cruzado mil veces en la escalera y no hemos pasado del buenos días o buenas tardes. Pregunta a tus vecinos mayores o enfermos si necesitan algo, dales tu teléfono para charlar con ellos un rato si viven solos, acuérdate de tus padres que estarán aburridos en su casa sin poder ver a los nietos, ponles una videoconferencia para que puedan charlar con ellos y verlos, sal a las 20h a la ventana a aplaudir a todos los que están trabajando por y para nosotros y agradece al dependiente del mercado o a la cajera del supermercado su sacrificio. Todos te lo agradecerán. Y tú te sentirás bien contigo misma.