¿No sabes qué plantas poner en un recibidor sin luz natural? Estas 14 plantas aguantan en espacios poco luminosos

La dieffenbachia es la planta de interior por excelencia para un recibidor oscuro. Tolera muy bien la falta de luz, siendo ideal para dar un vistoso toque de verde en espacios apagados. Se caracteriza por sus carnosas hojas verdes "decoradas" con manchas en tonos verdes, blancos, cremas y amarillentos. Ojo si hay mascotas en casa, porque es una planta "venenosa" si se muerde. 

Elegante e idónea para recibidores con poca luz natural, la zamioculca es una planta muy apreciada por su belleza escultural y sus fáciles cuidados. Además, su crecimiento es comedido, por lo que no debes temer que acabe colonizando el recibidor. Encuentras en un ejemplar de 35-50 cm en Colvin. La maceta no está incluida. 

Sus características y coloristas brácteas (que no flores) son la mejor carta de presentación del anthurium, una planta originaria de las selvas colombianas que aúna belleza, vistosidad, fáciles cuidados y pocas necesidades lumínicas.  Su follaje abundante, espectacular y sus hojas en forma de corazón, le confieren un punto exótico muy apreciado. Aunque el color tradicional de sus brácteas es el rojo, el surtido de colores del anthurium es muy amplio, desde el rosa, como en esta propuesta de Colvin, hasta el naranja, pasando por el blanco. Encuentras la especie Anthurium Andreanum Lila en Colvin. 

También llamada lengua de tigre por sus hojas afiladas, la sanseviera es una planta todoterreno oriunda de Sudáfrica que dará color a cualquier rincón de casa, incluso un recibidor poco luminoso. Y es que, a pesar de ser una planta amante del sol, aunque nunca directo porque podría dañar sus hojas, su rusticidad la hace idónea para espacios pobres de luz. El único "pero" es que su crecimiento será más lento y las diferentes tonalidades de sus hojas se volverán monocolor.

El photos es una planta de la que quizás no conozcas el nombre, pero seguro que la tienes más que vista. Y es que todo son ventajas: es fácil de cuidar, de propagar –se reproduce por esquejes– y crecerá rápidamente incluso cuando las condiciones de iluminación no sean las ideales, siendo una opción idónea para recibidores poco luminoso. A la belleza de sus hojas en forma de "corazón" se suma su brillo en diferentes tonos de verde. Además, es muy apreciada como planta colgante. 

La pilea es conocida también como la planta china del dinero. De hecho, las hojas redondeadas de esta planta parecen monedas, siendo por ello una planta muy adecuada según el Feng Shui. Además de sus características hojas redondas, la pilea destaca por su verde intenso y brillante. Además de necesitar poca luz natural, es fácil de cuidar y ayuda a oxigenar el aire. 

Originaria de América Central y de América del Sur, la yuca es una planta muy resistente que puede crecer perfectamente con muy poca luz natural. Aunque hay más de 50 variedades diferentes, la más indicada para cultivar en interior es la yucca elephantipes. Es una planta de crecimiento lento, pero tiene a su favor que es muy fácil de cuidar. Se caracteriza por sus troncos leñosos, erectos y poco ramificados y sus largas hojas lanceoladas, de color verde. Encuentras un ejemplar de 24 cm en IKEA. 

Belleza, exhuberante follaje, un bajo aporte de luz... ¡y sin apenas cuidados! Estas son algunas de las propiedades de la aspidistra, una planta que llegó a Europa procedente de China y Japón a principios del siglo XIX. Es una planta de gran tamaño, pero esbelta, que ayuda a reducir la contaminación acústica.

El filodendro de hoja de corazón es una de las plantas de interior más comunes por su fácil cultivo y sus pocas necesidades de luz, aunque su crecimiento se verá afectado ralentizándose. Es una opción perfecta para decorar una balda en un recibidor, ya que su crecimiento en cascada vestirá el espacio por sí solo. 

La Begonia Maculata es una planta ornamental originaria de las regiones tropicales. Sus hojas son de color verde con puntos blancos, lo que le da un aspecto llamativo. Es importante mantenerla en un ambiente cálido, ya que no tolera las bajas temperaturas. Para cuidarla adecuadamente, es necesario regarla de manera moderada, asegurándose de que el sustrato se haya secado ligeramente antes de volver a regarla. Aunque es de origen tropical, es importante evitar la pulverización de agua sobre sus hojas, puesto que puede provocarle daños o enfermedades.

Si estás buscando una planta llamativa para tu recibidor que necesite poca iluminación, existen varias opciones de Calathea que te servirán, como la Triostar o la Rufibarba. Sin embargo, este subtipo de Calathea presenta hojas impresionantes que captan todas las miradas. Sus hojas son alargadas, con ondulaciones y en verde y púrpura. Una característica fascinante de la Calathea es que sus hojas se mueven a lo largo del día. Esto se debe a un fenómeno conocido como movimiento nyctinástico, donde las hojas se abren y cierran en respuesta a los cambios de luz y oscuridad. ¡Nunca verás dos veces la misma posición de las hojas!

Sin duda, esta planta curiosa y fascinante te encantará tenerla en casa. Cada noche, sus hojas se repliegan y durante el día vuelven a su posición original, creando un espectáculo visual único. Además, las hojas de la Maranta Leuconeura presentan colores llamativos con un toque retro, lo que le agrega un encanto adicional. Puedes colocarla como planta colgante en tu recibidor sobre la consola donde pueda lucir sus hermosas hojas. Sin embargo, es importante mantenerla alejada de la luz directa del sol, ya que esto podría provocar quemaduras en las hojas. En cuanto al riego, esta planta aprecia la humedad, pero es importante no excederse.

Introducir una planta de pequeño tamaño en tu recibidor con poca luz natural es una excelente manera de comenzar a familiarizarte con el cuidado de las plantas. El Ctenanthe Amagris podría ser una opción encantadora. Esta planta tiene hojas de tono verde grisáceo con un reverso en tonos granate, lo que le da un aspecto distintivo y atractivo. Aprecia los ambientes húmedos, por lo que es recomendable pulverizar sus hojas con frecuencia, sin excederse.