La albahaca es una de las plantas aromáticas más vistas en las cocinas ya que sus hojas verdes y brillantes las usamos con mucha frecuencia para preparar pesto y otras salsas para añadir sabor a nuestros platos. Esta especie de albahaca más común es la Ocimum 
basilicum, una planta anual que florece, crece y muere en una sola temporada. Como bien dice el experto en jardinería Felipe Castro: “la albahaca más común es de primavera/verano, con lo cual, cuando viene el frío o cuando da flores es muy normal que termine su ciclo y se termine muriendo”.

Lo bueno es que, gracias a este experto, hemos descubierto que existe otro tipo de albahaca, “la albahaca inmortal”, como Felipe la ha bautizado. Lo que hace diferente a esta albahaca de la común es que no muere ya que es perenne: “que sea perenne significa que dura muchos años y que no se muere ni cuando viene el invierno ni cuando florece. Va a ir rebrotando siempre y va a ir sacando ramas nuevas”, explica el jardinero. Se trata de la Ocimum Kilimandscharicum.

Ocimum Kilimandscharicum, la albahaca perenne

“Sus hojas son un poco más pequeñas que la albahaca común, es ideal para pestos o condimentar todo el año ya que tiene un sabor y un aroma muy fuerte”, cuenta Felipe sobre la albahaca inmortal, la Ocimum Kilimandscharicum. Detrás de este nombre tan difícil de pronunciar está la planta conocida como albahaca africana o albahaca de Kenia, una variedad perenne que puede vivir durante muchos años, rebrotando constantemente y manteniéndose activa incluso en invierno o después de florecer.

La Ocimum Kilimandscharicum es originaria del este de África, especialmente de las regiones altas cercanas al monte Kilimanjaro, de ahí su nombre. Es un híbrido natural entre la albahaca común y una variedad local africana. Lo más interesante de esta planta es su gran resistencia. No solo soporta temperaturas más bajas que la albahaca tradicional, sino que florece sin dejar de producir hojas nuevas. Visualmente, y como ya ha comentado Felipe, sus hojas son un poco más pequeñas y su aroma es más fuerte y penetrante, con matices que recuerdan al alcanfor y al eucalipto. 

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Cuidados básicos de la albahaca perenne

Una de las grandes ventajas de la albahaca perenne es que sus cuidados no son muy diferentes de los de la albahaca común. En palabras de Felipe, “Los cuidados de la albahaca perenne son básicamente los mismos que los de la común: Ponerlas al sol con un suelo con buen drenaje y si está en maceta que mida mínimamente 30 - 50 centímetros de profundidad”. 

Albahaca perenne

Albahaca perenne

CANVA

Aquí te dejamos los cuidados de la albahaca perenne de manera más detallada:

  • Luz solar: necesita sol directo durante varias horas al día. Cuanto más sol reciba, más compacta y aromática será.
  • Sustrato y drenaje: el suelo debe ser ligero y con buen drenaje. Evita los encharcamientos, ya que pueden dañar sus raíces.
  • Maceta adecuada: si la cultivas en maceta, esta debe tener al menos 30 a 50 cm de profundidad. Esto le permitirá desarrollar un buen sistema radicular y crecer con fuerza.
  • Poda regular: como es perenne, puedes ir cosechando hojas a lo largo del año. Cortar sus puntas estimula nuevos brotes.
  • Protección en climas fríos extremos: aunque resiste bien el invierno, si vives en una zona con heladas fuertes, protégela o mantenla en un lugar resguardado.

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